¿Sabemos qué hace falta para triunfar? Sí, hay una fórmula universal, que implica esfuerzo y trabajo, y es aplicable para cualquier persona. Si además eres empresario o dueño de negocio, es especialmente importante que la pongas en práctica si quieres obtener unos resultados extraordinarios en tu negocio y en tu vida.
El éxito, en cualquier área de la vida, debe siempre comenzar con una imagen muy clara de los resultados que deseamos obtener. Si no sabemos cuál es el objetivo, es imposible saber si hemos logrado el éxito o no. Por eso, el paso número uno es fijarnos metas, y unas metas claras que sean SMART (eSpecÍficas, Medibles, Alcanzables, Realistas y con un plazo de Tiempo).
Las personas que utilizan esta fórmula que os vamos a proponer, en el orden correcto, son siempre triunfadores, líderes o personas de éxito, pero desgraciadamente menos del 2 por ciento de la población la aplica.
Estas son solo unas pequeñas ideas iniciales, pero si las pones en práctica, solo o con ayuda, tu vida y tu negocio pueden dar un giro radical.
En primer lugar, tenemos que trabajar en nuestro SER, en cómo somos como personas, y en lo que nos tenemos o queremos que convertir. Lo primero que me tengo que preguntar a mí mismo es: ¿Quién quiero SER/en quién me quiero convertir, y como me quiero sentir? Pero esa identidad nuestra, que está formada por nuestras creencias, valores y habilidades, debemos tener en cuenta que se ve continuamente influenciada por todo lo que nos rodea: la educación que hemos recibido dentro y fuera de casa; nuestro entorno cercano de familia, amigos y conocidos; nuestras experiencias previas, tanto positivas como negativas; lo que escuchamos y leemos, … Pero para desarrollar nuestro SER necesitamos invertir tiempo y recursos en nosotros mismos, y es fundamental que tengamos claro qué tipo de persona soy o aspiro a ser y trabajar en ello. Los grandes líderes o empresarios trabajan continuamente en su yo interior, en tener una mente abierta a aprender, en ser flexibles para poder cambiar si hace falta y en crecer como personas. ¿Cómo podemos conseguir todo eso? Podemos leer, nos podemos formar, o nos podemos dejar guiar por alguien experto. Si tenemos unas creencias y valores fuertes y claros, nuestro destino estará mucho más cerca de nosotros. El SER es la parte que normalmente menos trabajamos, pero la más importante, y la que definitivamente nos va a ayudar a que el resto de la ecuación funcione. Es fundamental “escarbar” en nosotros mismos, en nuestro propósito en la vida.
“El éxito, en cualquier área de la vida, debe siempre comenzar con una imagen muy clara de los resultados que deseamos obtener”
A continuación, debemos trabajar en las acciones que nos van a ayudar a alcanzar el resultado deseado, en resumen, tenemos que HACER aquello que nos acercará a nuestra meta. En este caso la pregunta que nos tenemos que hacer es más sencilla: ¿Qué tareas o acciones debo realizar para alcanzar mi objetivo? Y aunque la pregunta parece fácil, las respuestas tienen que ser completas, y ejecutarlas normalmente requieren un esfuerzo importante por nuestra parte; necesitamos ir tomando las decisiones adecuadas, debemos ser constantes y eficientes y normalmente también nos demandan tiempo para realizarlas. Es muy importante ir midiendo siempre los progresos y analizar en cada caso si cada acción que estás realizando realmente te está acercado al destino que buscamos. Si hemos trabajado previamente de forma correcta en nuestro SER, y tenemos claro la persona en la que nos queremos convertir y cómo nos queremos sentir, eso nos va a ayudar en el camino del HACER para no tener frustraciones, y no rendirnos antes de tiempo. Es habitual que cometamos errores, pero hay que aprender de ellos y utilizar esas enseñanzas para seguir progresando. También tenemos que buscar y aprovechar las oportunidades que se presenten en nuestro camino. Pero es clave no distraerse y centrarse en las acciones verdaderamente importantes que nos llevarán donde queremos ir.
Si hemos trabajado correctamente en ambas áreas llegaremos a obtener nuestra meta, llegaremos a TENER aquello que habíamos deseado: mayores beneficios, tiempo, dinero, … pero esto es un resultado, y nos debemos quejarnos de la falta de resultados si no hemos trabajado antes en nuestro SER, en cómo pensamos y nuestro HACER, las acciones que tomamos.
SER x HACER = TENER
Es muy importante que aunque la fórmula la representamos como una multiplicación, cualquier alteración en el orden de trabajo de estos factores no producirá el mismo resultado.
Jessica Arroyo