“El paciente necesita recibir un servicio de calidad sin importar su financiación”
Usted que está considerado el padre de la sanidad con gestión indirecta, ¿podría contarnos cómo surgió esta iniciativa?
Me considero conocedor tanto de la gestión directa e indirecta. Soy médico, y, por tanto, funcionario del Estado por tres oposiciones. A lo largo de mi vida he realizado funciones y actividades de médico general y médico especialista en medicina interna durante años. Tengo una amplia experiencia como funcionario de la sanidad pública de este país y como gestor. Para conocer cómo surgió la gestión indirecta, debemos hacer memoria de cómo ha convivido el modelo público y privado a lo largo de los años del siglo pasado.
La sanidad pública emerge con el modelo sanitario de la Seguridad Social, que irrumpe en una nación en el que había un sistema público y gratuito universal de cobertura por medio de los médicos titulares para la Atención Primaria. Estaba formado por una red de hospitales públicos denominados hospitales de beneficencia del Estado y hospitales clínicos, en manos del Ministerio de Educación. El sistema de salud público establecido a finales del siglo XIX se encontraba languideciendo a lo largo del siglo XX. En el del año 1960, España crea un plan de desarrollo en el contexto de la dictadura en el que se crea el Ministerio de Seguridad Social y se genera un incipiente Estado del Bienestar. Dentro del Estado del Bienestar se realizan medios propios de atención con una capacidad de propaganda enorme, porque necesitaba darle crédito social a la dictadura. Todo esto era posible gracias a los excedentes financieros de la década de 1960 debido a que cotizaba la gran mayoría de la población y todavía no había apenas pensiones. Además, el nivel de desempleo iba siendo cada día menor. Con todo ello, se financiaron una red de hospitales desde el año 1963 hasta el año 1975.
Estos hospitales se denominan residencias sanitarias de la Seguridad Social o ciudades sanitarias. Sin embargo, tanto los salarios de los profesionales como la atención recibida por parte de los pacientes por aquel entonces eran pésima. Cuando se alcanza la paz y como símbolo de unión, la ciudad sanitaria de la Paz y la clínica Puerta de Hierro comienzan a contratar médicos con mejores condiciones y se genera un modelo de atención absolutamente diferente.
Entre los años 1975 y 1980 emergen tres modelos de colaboración público-privada. En el primero de ellos la financiación es pública y la prestación es privada. Yo viví ese modelo y estuve en sus gérmenes, era médico del Ejército del Aire y estuve un año y medio destinado en su creación. El segundo modelo estaba basado en las mutuas de accidentes. A través de la mutua se creaba una red que también recogiera el dinero del Estado y de las empresas. Ese modelo, era nada menos que un modelo que funciona en el resto de Europa. Otro modelo surge en el año 1982 cuando el PSOE gana las elecciones y estataliza el modelo sanitario aprobando en 1986 la Ley de Sanidad Universal, que permitía garantizar la cobertura de los servicios sanitarios a toda la población.
Sin embargo, la Ley de Sanidad Universal en los años 90 ya había fracasado. Entonces, el ministro de Sanidad Julián García Vargas entiende que ante las primeras revueltas de médicos hay que replantear el sistema y se crea la Comisión Abril Martorell, presidida por Fernando Abril Martorell, en el año 1991. Mediante el Informe Abril se realizó un análisis en el que se juzgaba y evaluaba el sistema sanitario público español, con una serie de recomendaciones para su planificación posterior.
En ese momento es cuando se llega a la conclusión de que la financiación debe ser pública y que la provisión debe hacerse en competencia público-privada. De ese modelo se crea el Modelo Alzira, que es un sistema parecido al de los funcionarios. Es decir, financiado públicamente, pero en lugar de hacerlo para una clase social privilegiada, que eran solo funcionarios, se hace para una demarcación concreta que son 250.000 personas que viven en Alzira. Y como el Estado no podía asumir la creación de un nuevo hospital, lo realiza la iniciativa privada y cobra durante años la construcción del hospital, la gestión de este y la atención sanitaria.
¿Qué nos ha enseñado el “Modelo Alzira”?
Hemos aprendido mucho del Modelo Alzira. Lo primero que nos ha enseñado es que se utiliza políticamente el concepto de privatización con connotación negativa. La izquierda ha sabido utilizarla muy bien para que se genere un criterio de opinión generalizado de que la sanidad debe ser pública, universal y gratuita. En la actualidad ningún partido defiende el modelo propuesto en el Informe Abril que defiende que la financiación y que la prestación se debe ajustar a los métodos de generar servicios dentro de la sociedad. Porque la sociedad no genera servicios exclusivamente con funcionarios. No todos podemos ser funcionarios con un empleador único que se llama Estado.
Sin embargo, la propia sociedad se está percatando lentamente de que lo que el paciente necesita es recibir un servicio de calidad sin importar su financiación. Porque el Estado no está cumpliendo con la financiación de la Sanidad y los pacientes están pagando una póliza. Y esa póliza es una póliza de posibilismo porque 13 millones de personas no se pueden pagar un sistema sanitario doble. Esto es muy importante, un sistema sanitario vale mucho más de lo que se está financiando en estos momentos. El Estado está incumpliendo con su obligación de financiar la Sanidad adecuadamente y la está infradotado financieramente.
¿Cree que el modelo que el Sistema Nacional de Salud actual es sostenible?
Tenemos dos problemas: el primero, que el Estado no se percata de que con el gasto público en Sanidad del 6% respecto al PIB no se puede financiar la Sanidad que demanda este país, se necesita llegar al 10% porque es lo que destinan el resto de los países de Europa que compran las mismas medicinas y productos sanitarios que nosotros.
El segundo problema es que por la póliza sanitaria en Europa de media se paga entre 2.300-2500€, contando con que Alemania está en 4.000€ por persona/año y Francia está en 3.000€. Inglaterra, que tiene un sistema parecido a nosotros, está en 2.600€ y también tiene el sistema quebrado. Por lo tanto, nosotros que estamos en 1.450€, estamos en la mitad de lo que se debería financiar. En España, estamos pagando por una póliza unos 40 o 50 €, por lo que estamos entrando en una sanidad paralela que también está infra financiada y la infrafinanciación consiste en que no hay márgenes en el sistema. Aunque haya muchísima inversión en la sanidad privada no hay márgenes en la prestación privada y esa carencia de márgenes lo pagan los médicos con salarios bajísimos.
¿Se utiliza el concepto ‘privatización’ como arma política? ¿Es incompatible defender la sanidad pública y, al mismo tiempo, defender la privada?
En estos momentos no veo ningún partido político que tenga la clarividencia de poder decir que necesitamos una revisión de nuestro sistema sanitario y que el ciudadano no pague dos veces por los servicios sanitarios. Y aunque lo hubiera, a corto plazo no podemos pasar del 6% al 10% de inversión en Sanidad respecto al Producto Interior Bruto. Podemos conseguirlo quizás en ocho o diez años.
¿Cree que la crisis de la sanidad pública beneficia a la privada?
No. La perjudica. La crisis de la sanidad perjudica al sector público y privado. Perjudica enormemente porque el hospital público que suministra al hospital privado remarca aún más todavía la insuficiencia financiera. La sanidad privada no puede absorber la demanda de la pública. Además, se necesita una revisión urgente de las empresas aseguradoras y prestadoras. Como no lleven a cabo la revolución que necesitan, la crisis de la sanidad privada va a ser muy dañina por el propio éxito comercial y el pésimo modelo.
Una de las razones por la que se debate actualmente en torno a la colaboración público-privada es la llamada ‘Ley Darias’ o proyecto de Ley por el que se modifican diversas normas para consolidar la equidad, universalidad y cohesión del Sistema Nacional de Salud. ¿Cómo puede repercutir su implantación en el SNS?
No deseo que esa Ley triunfe porque no me gustaría que todavía se diera una vuelta de tuerca más en el sentido erróneo. Necesitamos que la sociedad se percate de estos errores porque si los ciudadanos no se percatan, si no hay docencia, si no hay debate, si se descalifica y además no hay quien defienda estas ideas, estamos perdidos.
A nivel económico, ¿qué beneficios tiene la colaboración público-privada? ¿Cuál es el modelo que mejores resultados ha tenido (consorcios, fundaciones, concesiones, EBAs…)?
El Modelo Alzira. Los únicos quirófanos en España que han hecho 2.000 intervenciones al año por quirófano han sido los de Alzira. Porque los hospitales públicos de Madrid, de Valencia, de Extremadura, de Bilbao, de Sevilla… no llevan a cabo más de 500 intervenciones al año. Alzira con diez quirófanos hacía 22.000 intervenciones al año. Realizándolas durante todo el día: mañanas, tardes, sábados y domingos. Porque un avión para amortizarlo no puede estar en tierra. No puede estar más que volando. Y un quirófano que supone una inversión enorme, debe estar funcionando el mayor tiempo posible. Al igual que las resonancias, para amortizar la inversión deben estar funcionando el mayor tiempo posible.
¿Cree que los datos públicos son escasos y poco homogéneos para comparar la eficiencia de la gestión pública y la público-privada? ¿Son necesarias evaluaciones más exhaustivas?
Hay datos suficientes para evaluar. El Hospital de Alzira ha sido desde luego un sitio donde se han podido evaluar. Lo ha evaluado el Tribunal de Cuentas, la propia empresa e incluso yo mismo. Si analizas los datos del hospital de Alzira entre los años 2000 hasta el 2015, puedes comprobar en la comparación de la actividad entre los hospitales públicos privados con la actividad de los hospitales públicos que el Modelo Alzira ha sido mucho más rentable.