Cerca de 40 entidades, entre sociedades científicas, colegios profesionales, asociaciones de pacientes y de gerentes sanitarios, así como las patronales de tecnología, startups y de laboratorios farmacéuticos han manifestado su compromiso con la tecnología basada en la información veraz en salud. Se trata de un decálogo de recomendaciones elaborado por el Instituto #SaludsinBulos en colaboración con la Asociación de Investigadores en eSalud (AIES) para basar la salud digital o eSalud en información veraz y adaptarla a las necesidades y comprensión del usuario.
La falta de rigor científico se ha comprobado en la mayoría de las aplicaciones revisadas por diferentes estudios. Así, el 60% de las apps relacionadas con el cáncer no distingue entre contenido científico y publicidad, según un metaanálisis publicado en Journal of Cancer Education. En cuanto a las que promueven la actividad física, las más frecuentes, solo un 20% cuenta con la participación de expertos en su desarrollo y ninguna de las apps revisadas tuvieron en cuenta la participación de usuarios durante su desarrollo, según un estudio del University College de Londres. Otro de los ámbitos en los que no se cuenta con los profesionales sanitarios es en el de las aplicaciones que facilitan la adherencia a los fármacos. Según un trabajo británico que analizó 681 aplicaciones, solo un 13,6% de las mismas contaron con asesoramiento de un profesional sanitario. Pero hay un dato aún más alarmante: de todas las apps analizadas únicamente un 1% basaba su desarrollo en la evidencia científica.
Y así podríamos seguir en una larga lista que comprende desde la fertilidad al tabaquismo o la neonatología. La ausencia de información contrastada perjudica la salud de los pacientes que acceden a ella y mina la confianza en el profesional sanitario.
“Desde #SaludsinBulos queremos concienciar a todos los actores sanitarios sobre la importancia de velar por la información veraz en salud”
Por ese motivo, desde #SaludsinBulos queremos concienciar a todos los actores sanitarios: pacientes, profesionales sanitarios, gerentes, emprendedores y proveedores de servicios, sobre la importancia de velar por la información veraz en salud. Eso implica contrastar las fuentes, actualizarlas, transparentar los intereses y adaptar los contenidos a las capacidades de los usuarios. Siempre desde el respeto por su información personal. A pesar de la normativa europea que entró en vigor el pasado año, los pacientes siguen facilitando datos sensibles sobre su salud sin saber dónde están almacenados y sin capacidad para acceder a ellos.
Entre las actividades que hemos puesto en marcha para conseguir esta concienciación en información veraz con tecnología figuran la formación en salud digital y la organización del Hackathon de Salud, el mayor maratón de programación de salud en español, en el que participan profesionales sanitarios y programadores y en el que se fijan los estándares de la información veraz en las soluciones digitales. Si queremos que los pacientes se hagan corresponsables de su salud, y alivien así la carga del sistema sanitario, debemos empezar por proporcionarles información de calidad: comprensible, contrastada y adaptada a sus necesidades.