Han pasado unos cuantos años desde que en medios especializados del sector asegurador me preguntaban en entrevistas si era legal que las compañías de seguros pudieran usar datos cogidos de pulseras de registro de actividad para adecuar la prima del seguro de salud.
En mi artículo anterior en New Medical Economics veíamos varios ejemplos de implementación de técnicas de gamificación por parte del sector asegurador en nuevos productos que se servían de las mediciones de actividad física y horas de sueño para vincular los hábitos de vida saludable del usuario con descuentos en la prima del seguro.
El pasado 8 de febrero, el recinto modernista de Sant Pau en Barcelona acogió el evento “Health Data Talent 2024: Impulsando la innovación en salud a través de los datos”, organizado por el Campus Health Tech de ENIIT, reuniendo a destacados expertos en el campo de la salud digital y la gestión sanitaria, con el objetivo de explorar el potencial transformador de los datos en la medicina. Quedó muy claro la importancia del big data y la Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito de la salud, resaltándose la urgente necesidad de extraer valor y conocimiento de la abrumadora cantidad de datos disponibles en el mundo actual.
El big data y la IA permitirán desarrollar una medicina de precisión, basada en los principios de las 5P (personalizada, predictiva, preventiva, participativa y poblacional). La personalización de los tratamientos y la prevención de enfermedades emergieron como aspectos clave para el futuro de la atención médica.
Además, durante el encuentro se abordaron obstáculos importantes, como la proliferación de noticias falsas y las disparidades en los softwares utilizados para el análisis de datos. Estas cuestiones son cruciales para garantizar la integridad y la eficacia de las decisiones médicas basadas en datos.
El consenso entre todos los que participamos en el Health Data Talent es claro: este encuentro ha revolucionado las reglas del juego. El objetivo era transformar el panorama del big data y la inteligencia artificial en el sector sanitario. La atmósfera creada estuvo impregnada de intercambio de conocimientos, colaboración y descubrimiento de soluciones innovadoras.
Yo moderé la mesa “Emprendimiento: Start Ups en el ámbito del big data sanitario”, en la que participaron Pol Solà-Santos de Vincer.AI, Óscar Flores Guri de Genomcore, Antoni Matilla Dueñas de Biointaxis, Javier Jiménez de Kriba y Max Hardy-Werbin de Trialing.
‘El big data y la IA permitirán desarrollar una medicina de precisión, basada en los principios de las 5P’
Para Óscar Flores de Genomcore es fundamental que estudiantes y emprendedores sigan sus verdaderas pasiones, más allá de las consideraciones económicas. Aunque el aspecto financiero es importante, la dedicación y el compromiso con un área que genuinamente les interesa pueden llevar a resultados extraordinarios, tanto para ellos como para la sociedad.
Pol Solà de Vincer.AI instó a una mayor transparencia y responsabilidad por parte de los desarrolladores de IA, destacando la importancia de tener en cuenta la diversidad de la población en la evaluación de los sistemas.
Javier Jiménez de Kriba señaló que su principal impulso para emprender fue la inquietud de tener mayor impacto en el sector salud. Con relación a los desafíos enfrentados en el camino, lamentó que no haya habido mujeres en el panel, aludiendo a que es un reflejo de lo difícil que es emprender para ellas. También mencionó que retos significativos como la obtención de licencias o la capacidad de rechazar ofertas en momentos críticos, resaltan la importancia de la resiliencia y la necesidad de medir y planificar estratégicamente los riesgos. Para aquellos que deseen emprender, aconsejó validar la hipótesis nutriéndose de las experiencias de otros, adquiriendo así experiencia de manera acelerada.
Javier también subrayó que, frente a la creciente tendencia de trasladar la asistencia sanitaria al ámbito domiciliario, la cual es necesaria, aflora la necesidad de lograr una monitorización efectiva de pacientes en sus hogares, comparable a la del entorno hospitalario, y asegurar la obtención de medidas precisas. Se preguntó cómo se abordará la problemática de la recolección de datos a través de dispositivos domiciliarios, los cuales podrían generar un número considerable de falsos positivos, sobrecargando así el sistema sanitario. En cuanto a la búsqueda de financiación, destacó la importancia de establecer una relación de confianza con el inversor, ya sea público o privado. La cofinanciación privada es un indicativo saludable de la viabilidad y confianza en el proyecto, y esta capacidad de atraer confianza inicial facilita la obtención de respaldo en rondas posteriores.
Para Antoni Matilla de Biointaxis uno de los retos planteados en la investigación en salud es la transferencia de los resultados a la mejora de la calidad de vida del paciente, es decir, el retorno a la sociedad. Como equipo de investigación desde hace más de 20 años en enfermedades raras, se plantearon el reto de hacer llegar los resultados de sus investigaciones reconocidas internacionalmente a las personas que las sufren. De esto surgió la iniciativa de Biointaxis, una spin-off establecida en 2018 del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP) en Can Ruti (Badalona), con el objetivo de desarrollar e implementar una terapia génica avanzada innovadora para la cura de la ataxia de Friedreich, una enfermedad rara devastadora que afecta a niños y adultos para la que actualmente no existe tratamiento.
Antoni dice que crear y mantener una spin-off requiere de mucha dedicación, aprendizaje, esfuerzo, horas de trabajo y rodearse de un equipo de profesionales excelentes que planteen retos y soluciones para los obstáculos que uno encuentra. Sin duda, la satisfacción personal y profesional de poder aportar una solución real a ese colectivo de miles de personas con ataxia de Friedreich supera cualquier duda, obstáculo y esfuerzo. A esos y esas jóvenes que durante su formación tengan ideas rompedoras y ganas de innovar, de emprender y de aportar soluciones a retos y necesidades actuales que tiene la sociedad, los anima a que no duden en intentarlo y a que no se dejen amedrentar por las dificultades que seguro se encontrarán por el camino. Si van acompañados por un buen proyecto y un equipo excelente no tiene duda que encontrarán la financiación y la motivación para llevarlo a cabo.
Max Hardy-Werbin explicó que Trialing es un proyecto que surge como respuesta a la escasez de herramientas para médicos que faciliten la búsqueda de ensayos clínicos disponibles y la derivación de pacientes. Aunque España se sitúa en el tercer lugar en términos de cantidad de ensayos clínicos, la oferta sigue siendo limitada en muchos hospitales, dejando desatendidos a aquellos pacientes en centros periféricos o de menor tamaño. La plataforma nace con el propósito de cambiar esta situación, recopilando, analizando y presentando los datos de ensayos clínicos de manera accesible para los médicos.
Un hito memorable de Trialing fue el primer paciente derivado de un extremo a otro de Cataluña en el primer día del lanzamiento del MVP. Esto permitió que un paciente con una mutación rara pudiera entrar en un ensayo clínico al que no tenía acceso en su hospital de referencia. Esta experiencia ilustra el impacto inmediato y tangible que Trialing puede tener en la vida de las personas, conectando a pacientes con tratamientos que antes estaban fuera de su alcance. Está emocionado con el potencial de la inteligencia artificial y los modelos de lenguaje para impulsar aún más su misión.
Durante la moderación de la mesa les pedí que contasen algún proyecto o caso de uso que les hubiese hecho especial ilusión y que hizo que se sintieran especialmente orgullosos.
Con el poder que me daba ser el moderador de la mesa, me di la palabra a mí mismo, y recordando a aquellos dos jubilados, que apoyados en una valla de obras salían allá por el año 2003 en “Vaya Semanita”, el desenfado y atrevido programa de humor de la televisión pública vasca ETB2, y que decían “Yo traje xxx a Euskadi”, mi frase fue la siguiente: “Me siento orgulloso de decir que yo traje a España, junto a otros compañeros de Inithealth, la idea, la conceptualización y la tecnología del Grupo Init para que varias compañías de seguros pudieran lanzar nuevos productos de los ramos de salud y vida, que vinculaban los hábitos de vida saludable de los asegurados con la prima de renovación o con descuentos en tarjetas de fidelización de grandes almacenes”.
¡Que sigamos teniendo motivos de orgullo en los próximos años con nuevos proyectos que sirvan para extraer datos que se transformen en conocimiento útil para la medicina!