Esta semana ha sido una semana repleta de eventos que nos han entusiasmado inspirado, e interesado bastante. Me refiero al encuentro fabuloso que organizó esta semana esta revista denominado “IA y datos: Casos de éxitos del SNS”, donde participaron brillantes expertos del sector o al evento que organizó Sanitas denominado “El nuevo futuro del paciente digital” o al celebrado en el Colegio Oficial de Médicos denominado “TransVision 2021” con la temática del futuro de la salud.
En ellos se pudieron explicar casos de éxitos donde los datos tenían un papel protagonista. Y es que el conjunto de los datos extraídos a través de diferentes tecnologías -como dispositivos wearables con bluethooth, asistentes de voz con IA, analítica de datos masivos, programas que pueden detectar el riesgo a tener una enfermedad, entre otros- se convierte en el instrumento más valioso para los profesionales sanitarios y para los pacientes en la lucha contra las enfermedades, en algunos casos, y en otros, para el mantenimiento de la salud de los llamados healthies (o población sana).
Durante la asistencia de los mismos, surgieron algunos interrogantes al público o incluso a mí misma. Algunos de ellos fueron:
¿pueden los familiares acceder al historial de datos personales para hacer seguimiento de un familiar que están cuidando?, ¿los datos de los pacientes como los recogidos por el pulsioxímetro de una señora de 80 años que son comunicados a la asistente de voz “Lola” cuentan con una protección especial?, ¿qué base legitimadora cuenta el medidor de constantes vitales por imagen facial en la plataforma bluaU de Sanitas para recoger las mismas?, ¿de qué manera los desarrolladores de programas o dispositivos con sensores de geolocalización para monitorizar a personas, por ejemplo se me ocurre, con alzeheimer y problemas de asma?
Somos conscientes de que los planteamientos sobre protección de datos personales y la privacidad de los pacientes y usuarios de la salud digital pueden poner en “pausa” muchos proyectos de innovación y tecnología en los comités de ética, pero debemos tener muy claro algo; la innovación y el desarrollo tecnológico en salud y la protección de datos personales deben ser compatibles. La normativa no puede significar un obstáculo para el desarrollo tecnológico y el avance de una sociedad saludable, y así lo asimilaron los legisladores. La máquina legisladora inevitablemente va por detrás de la innovación en la salud digital, y esto empuja a los ecosistemas formados por tecnólogos, sanitarios, juristas, economistas, etcétera, a trabajar conjunta y multidisciplinarmente para hacer proyectos respetuosos con los derechos y libertades de las personas, pero a la vez, eficientes para cubrir las necesidades de las mismas.
Es por ello, que en alguno de esos foros, se ha llegado a una conclusión común y además de la normativa vigente se requiere de manuales o guías de buenas prácticas para desarrolladores o trabajadores implicados en los equipos de desarrollo de estos proyectos de innovación y tecnología en el ámbito de la salud.
Como hemos dicho muchas veces, los datos no siempre son datos personales. Recordemos que los datos personales son aquellos que nos identifican y nos hacen identificables (como un nombre, un número de identificación, datos de localización o un identificador en línea, mediante elementos propios de la identidad física, fisiológica, genética, psíquica, económica, cultural o social de las personas). Ahora bien, si los datos personales son anonimizados dejan de ser personales, y por tanto, no estarán sujetos al Reglamento Europeo de protección de datos personales.
La importancia de los datos personales de salud es notoria y por todos conocida. La protección de datos personales es más rígida protegiendo fuertemente a este tipo de categoría especial. Concretamente define a los datos de salud como cualquier información relativa a una enfermedad, una discapacidad, el riesgo de padecer enfermedades (cada vez se trabaja más en este ámbito), el historial médico (pensemos en los historiales clínicos), el tratamiento clínico o estado fisiológico o biomédico del interesado (de médicos, hospitales o dispositivos médicos). El legislador hace apenas cinco años ya contemplaba la importancia que tendrían los dispositivos médicos y la tecnología en general en los ciudadanos y es por ello por lo que viene a proteger a los “débiles” frente a los “fuertes” (pensando sobre todo en los gigantes tecnológicos como Google, Amazon, etc.). Ahora bien, no todos los proyectos están implicados empresas como Facebook, cada vez más son más numerosas las start ups de salud que humildemente avanzan en este ámbito y llevan adelante proyectos donde los datos son el combustible de su idea, o los propios hospitales con sus departamentos de tecnología.
La innovación y el desarrollo tecnológico en salud y la protección de datos personales deben ser compatibles
Estaréis de acuerdo conmigo en que el paquete conjunto de datos extraídos a través de la plataforma de la aseguradora de un único paciente no tendrá el mismo valor que un “conjunto de datos masivos”.
Ahora bien, ¿cómo las instituciones europeas impulsan la compartición de los datos para el bien común?
La Comisión Europea, hace tres años, con la Comunicación sobre la transformación digital de la salud y la atención en el mercado único digital se identificaron tres prioridades:
- El acceso seguro de los ciudadanos a sus datos de salud, también a través de las fronteras, permite a los ciudadanos acceder a sus datos de salud en toda la UE.
- Medicina personalizada a través de una infraestructura de datos europea compartida, que permite a los investigadores y otros profesionales aunar recursos en toda la UE.
- El empoderamiento de los ciudadanos con herramientas digitales para la retroalimentación del usuario y la atención centrada en la persona.
Pero no solo eso, sino que además:
- Se pretendía alentar a las autoridades nacionales y otras partes interesadas, en particular a los investigadores, a compartir datos e infraestructura. Uno de los objetivos iniciales es proporcionar acceso a al menos 1 millón de genomas secuenciados en la Unión Europea para 2022. Sobre ello se habló bastante.
- La Comisión elaboraría un catálogo de especificaciones técnicas comunes para respaldar el acceso transfronterizo seguro a datos genómicos y otros datos de salud con fines de investigación.
- La Comisión implementaría proyectos piloto basados en datos del mundo real (datos después de ensayos clínicos, datos recopilados de pacientes reales después de que los medicamentos o productos se hayan lanzado al mercado) para satisfacer las necesidades de los pacientes con medicamentos o terapias. Por ejemplo, comenzando con las enfermedades raras.
El Comité Internacional de Bioética ha señalado en alguna ocasión que el big data puede considerarse ya un bien común de la humanidad, y razón no le falta. Y es que cada vez se desarrollan más iniciativas de datos abiertos y proyectos de código abierto, que facilitan el acceso a los datos de las investigaciones y las publicaciones científicas. Ej. Ventiladores y protectores faciales en COVID-19. El laboratorio Just One Giant creó una metodología de test de coronavirus de código abierto que pudo servir a otros para elaborar sus kits de prueba. La aplicación NextStrainque de código abierto sigue la evolución de virus y bacteria en el mundo, y además, están secuenciando el genoma del COVID-19 OpenCovid y Deep Mind son ejemplos de aplicaciones de código abierto a disposición de los investigadores.
Pero si algo significativo, que hace que nos planteemos como las instituciones y el legislador se está implicando fuertemente en este proceso de cambio cultural pensando en la importancia del valor de los datos, ha sido la llegada de la propuesta del Reglamento de Gobernanza de Datos. Ha sido diseñada en el marco de la Estrategia Europea de Datos de 2020. Esta normativa nueva dará mucho que hablar en los próximos meses y años… Estaremos pendiente de ello.
En la próxima tribuna abordaremos cuestiones relacionadas con la reutilización de los datos personales y algunas cuestiones en materia de protección de datos personales en el campo de la investigación cuando trabajemos con proyectos tecnológicos usando datos masivos (big data), por ejemplo. Pensaremos en varios tips prácticos que pueden ser útiles en vuestro día a día.
¡Hasta pronto! ¡Mucha salud!
Bibliografía
- https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52018DC0233&from=EN.
- https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000248724
- https://deepmind.com/research/open-source/computational-predictions-of-protein-structures-associated-with-COVID-19
- https://ec.europa.eu/info/strategy/priorities-2019-2024/europe-fit-digital-age/european-data-strategy_es