“No puede haber grande hazaña sin haber gran competencia”, Francisco de Rojas Zorrilla
La definición más simple de competencia, según la RAE, alude a la pericia, aptitud o idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado. A partir de ella y abundando en este sencillo concepto, si queremos profundizar en cuáles son las competencias profesionales en el ámbito de la salud encontramos cantidades ingentes de información, multitud de publicaciones, estudios, análisis, conceptualizaciones, clasificaciones, modelos de implantación, guías para la evaluación y desarrollo, apuntes sobre estrategias de gestión basadas en competencias y un largo etcétera. Podemos localizar en la web millones de entradas que nos hablan de lo que son las competencias profesionales, qué tipos de ellas hay, cómo se adquieren, las mejores formas para evaluarlas y desarrollarlas.
En el ámbito de la salud se llevan haciendo esfuerzos en diferentes servicios de salud, hospitales y centros sanitarios para definirlas, adecuarlas cada organización según su contexto y peculiaridades, implantar sistemas de gestión por competencias, evaluarlas y desarrollarlas en los profesionales sanitarios. Pese al reconocimiento de su importancia, resulta difícil homogeneizar y dotar de un marco común al sector.
Como ya tenemos herramientas de sobra para resumir, le he pedido a ChatGPT que nos ayude a compendiar lo que hay en la web al respecto y esto es lo que responde cuando le preguntamos cuáles son las principales competencias profesionales en el ámbito de la salud:
«Las competencias profesionales en el ámbito de la salud pueden variar dependiendo de la profesión específica, pero generalmente incluyen aspectos técnicos, científicos, éticos y de comunicación. Algunas de las competencias comunes en el campo de la salud incluyen:
Conocimientos técnicos: Comprender y aplicar los principios y teorías fundamentales de la disciplina específica de la salud, así como tener habilidades clínicas y técnicas necesarias para diagnosticar, tratar y gestionar problemas de salud.
Habilidades de comunicación: Ser capaz de comunicarse efectivamente con pacientes, familiares, colegas y otros profesionales de la salud. Esto implica escuchar con empatía, transmitir información de manera clara y comprensible, y establecer una relación de confianza.
Ética y profesionalismo: Comprender y adherirse a los principios éticos y legales de la profesión, manteniendo altos estándares de integridad y confidencialidad. También implica mostrar respeto por la diversidad cultural, mantener la competencia profesional y buscar el crecimiento y desarrollo continuo.
Trabajo en equipo: Ser capaz de colaborar de manera efectiva con otros profesionales de la salud en un entorno multidisciplinario. Esto implica compartir información, tomar decisiones conjuntas y coordinar el cuidado del paciente de manera eficiente.
Pensamiento crítico y resolución de problemas: Ser capaz de analizar y evaluar de manera crítica la información, tomar decisiones informadas y resolver problemas de manera efectiva en el contexto de la atención médica.
Actualización y aprendizaje continuo: Estar comprometido con el aprendizaje continuo y la actualización de conocimientos para mantenerse al tanto de los avances en el campo de la salud y mejorar la calidad de la atención brindada.
Estas son solo algunas de las competencias profesionales comunes en el ámbito de la salud. Es importante destacar que cada profesión de la salud puede tener competencias específicas adicionales según sus requisitos y responsabilidades únicas”.
Como buen compilador, es efectivo en la clasificación: tenemos las competencias técnicas, las transversales (comunicación, ética y profesionalismo, trabajo en equipo, pensamiento crítico, resolución de problemas, actualización y aprendizaje continuo) y las específicas para cada uno de los puestos.
Nada nos dice de competencias que resultan fundamentales en el contexto tecnológico que nos encontramos y en el que está ChatGPT por supuesto. Me refiero a competencias como flexibilidad y adaptación al cambio y ni siquiera clasifica ni alude a las competencias digitales como competencias comunes o transversales en nuestro sector. Claro que le hemos preguntado solo por competencias profesionales en general. ¿O quizá las competencias digitales no son una competencia como tal al margen de las comunes? Tengamos en cuenta que lo digital solo es un medio diferente de ejercer y adquirir esa pericia, aptitud o idoneidad para hacer las cosas de la que nos habla la RAE. En cualquier caso se echa muy de menos al hacer lectura crítica de los resultados que nos aporta la máquina que la competencia digital, como habilidad necesaria para utilizar eficazmente la tecnología y las herramientas digitales, ni siquiera la haya mencionado como competencia común en el sector. Tendremos que preguntarle en otra ocasión específicamente sobre ello, seguro que nos ilustra muy acertadamente.