El acceso a la innovación en tratamientos oncológicos es esencial para mejorar las tasas de supervivencia, la calidad de vida y las perspectivas de los pacientes con cáncer. La inversión en investigación y desarrollo en este campo es fundamental para continuar avanzando en la lucha contra el cáncer y brindar mejores opciones de tratamiento a las personas afectadas por la enfermedad.
Es por ello, que New Medical Economics ha organizado, en colaboración con Servier, un Grupo de Trabajo y Debate titulado “Acceso a la innovación farmacéutica” en el que se han realizado dos mesas redondas con expertos destacados en la materia. Ambas han estado moderadas por José María Martínez García, presidente ejecutivo de New Medical Economics.
En la primera se trató el “Acceso a los biomarcadores en Oncohematología en España. Hoja de ruta para garantizar la equidad en el acceso al tratamiento”, y participaron: Xandra García González, farmacéutica adjunta al Hospital Universitario Gregorio Marañón (Madrid); Belén Padrón Rodríguez, farmacéutica hospitalaria del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense; y Fernando Rivera Herrero, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander).
Acceso a determinaciones genéticas para el tratamiento de los pacientes oncológicos en España
Una de las primeras cuestiones que se pusieron sobre la mesa fue sobre la situación de las determinaciones genéticas necesarias para el tratamiento de los pacientes oncológicos en España, además de si se cuenta con un acceso normalizado. A pesar de venir de un hospital pequeño, Belén Padrón cree que ya han arrancado en cuanto a la detección de biomarcadores, pero “todavía no hay un acceso normalizado, nosotros dependemos del Hospital de Santiago de Compostela, estamos en ello”.
Para Xandra García, la clave está en regular y hacer equitativo el acceso, “hay muchas estructuras y plataformas, públicas y privadas, el trabajo está en redirigirlas y utilizarlas de la manera más práctica y oportuna”. En la misma línea, Fernando Rivera considera que hay mucha diferencia entre los hospitales y destacó que por parte de la industria farmacéutica ha habido mucha financiación en biomarcadores, “nos hemos hecho un poco dependientes de esto y no debería ser así”.
El principal problema que la farmacéutica hospitalaria del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense ve en este asunto es la equidad, “cada comunidad autónoma va por su lado, tiene que ser un proceso centralizado por parte del Ministerio, sino todo va a depender del código postal”. Según Xandra García, el Ministerio ha dado un primer paso, “hay que establecer una lista mínima o no de aquello que vemos más claro, que todos sabemos que es necesario, que determina tratamientos y diagnósticos. Es fundamental y obliga a que las comunidades se muevan”.
Por su parte Fernando Rivera aportó un dato importante, “entre el 60-70% de los pacientes oncológicos sin biomarcador no se puede tratar y el número va creciendo y creciendo. Es materialmente imposible. De hecho, muchos tratamientos no se pueden dar sin biomarcadores”. Para el experto hace falta poner un orden y crear un catálogo común de test genéticos.
En la incorporación de una determinación genética en el circuito del paciente oncológico, “lo primero que hay es un dato científico de que un biomarcador y un tratamiento producen un avance importante”, indicó el jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. También señaló que realizar los biomarcadores es muy baratos comparado con el coste del tratamiento “no determinar el biomarcador es costoso porque muchos biomarcadores seleccionan de una manera negativa. Si no haces el biomarcador vas a utilizar medicamento de manera inútil y se suele hacer por el método bottom-up (‘de abajo arriba’).
La farmacéutica hospitalaria del Hospital Universitario Gregorio Marañón también piensa que la incorporación se hace a iniciativa de los clínicos. García manifestó que con los fondos europeos ahora está viniendo dinero para la medicina de precisión, “es un ámbito prioritario y un momento bueno, pero también hay limitaciones de recursos humanos”. En este sentido Fernando Rivera comentó que la cartera de profesiones que pueden ser contratadas por el sistema de salud es limitada y no evoluciona. Además, Rivera manifestó que los comités moleculares de tumores son esenciales en los hospitales, “aquí se comparten las características clínicas del paciente, los resultados del análisis hecho, que a veces es muy complejo, se pone en valor y se ponen en su justa medida lo que hemos visto y se intenta buscar una salida terapéutica, que eso sea útil para algo y además se deben de recoger esos datos y esos datos se deben de compartir y deben de generar conocimiento. Esto sería el circuito perfectamente montado y cada centro hacemos lo que podemos”, explicó.
Con respecto a la localización de tumores para que las pruebas genéticas estén más implantadas y de qué depende, el especialista en oncología mencionó que hay tumores que han sido pioneros como los hematológicos o los de pulmón. Además, Rivera señaló que se puede objetivar la utilidad de los biomarcadores a través de la escala ESCAT (Scale for Clinical Actionability of molecular Targets) de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO).
“¿Quién debe tomar el liderazgo en la mejora del acceso a las determinaciones genéticas?”, quiso saber el moderador. La farmacéutica del Hospital Universitario Gregorio Marañón detalló que el Ministerio ha dado el primer paso, pero el siguiente lo tienen que dar las comunidades autónomas, luego los gerentes de los hospitales y para finalizar cada uno de los profesionales, “esto requiere cambios organizativos importantes. Los profesionales deben tener clara la importancia de estos biomarcadores, tienen que conocerlos y tienen que aprender a usarlos. Todo el mundo hasta su nivel de responsabilidad debe tiene que asumirlo e incorporarlo”.
Recogida de datos e inteligencia artificial
“¿Quién recoge los datos?”, preguntó el moderador del encuentro. Rivera indicó que no hay una persona dedicada exclusivamente dedicada a la recogida de datos, “se suelen recoger en cada centro y luego, los grupos cooperativos, como las sociedades científicas, buscan mejorar el conocimiento”. En este tema, Belén Padrón considera que los profesionales deberían formar más parte de ellas.
Xandra García cree que cada vez es más necesaria esta colaboración entre diferentes profesionales a la vez, además cada vez más diferentes, “se amplía el abanico de profesionales que necesitas para hacer una buena interpretación, nos enriquecerían muchísimo. Si queremos tener unos datos globales tiene que haber un sistema unificado para compartirlos”. Ante esta cuestión, Belén Padrón abogó por integrar a los economistas, “darían su punto de vista entre el gasto y la inversión”.
En cuanto al papel que va a jugar la inteligencia artificial en la selección de la terapia más adecuada, Rivera destacó que les puede ayudar en el análisis y recogida de datos, “generaría mucho conocimiento, pero el responsable siempre sería el profesional”. “La inteligencia artificial nos quita trabajo, puede combinar y entrelazar muchos datos y nos va a ahorrar mucho tiempo”, subrayó Belén Padrón. Por su parte Xandra García estuvo completamente de acuerdo con lo comentado en este tema, “el potencial es enorme, aunque no va a sustituir a los profesionales, es una herramienta más que tendremos que aprender a usar e incorporar dentro de nuestras decisiones”.
Para incrementar el volumen de datos, “¿se puede coordinar con otras comunidades?”, cuestionó Martínez García a los ponentes. Ante esta pregunta, Fernando Rivera explicó que el Espacio Europeo de Datos es un marco legal que permite compartir datos de manera mucho más fácil, “va a generar mucho conocimiento”. Belén Padrón corroboró que “se está cogiendo carrerilla” en este ámbito.
Diferencias en los beneficios de los pacientes
Con respecto a las diferencias existentes para los pacientes, entre los que se benefician de estos biomarcadores por estar cerca de un centro de referencia o los que no; todos los ponentes estuvieron de acuerdo en que existía mucha inequidad. Esta situación retrasa el inicio del tratamiento para muchos pacientes, “esta falta de homogeneidad genera mucha angustia a los pacientes con cáncer”, apuntó Rivera.
Según el especialista en oncología, a los pacientes hay que incluirlos mucho más en el sistema y formar parte de los órganos decisorios. Sin embargo, Belén Padrón piensa que demasiada información les puede llevar a errores, “tenemos que informarles correctamente, de forma que ellos sean capaces de entenderlo y que se queden convencidos”.
En el aspecto económico, “¿consideráis que el coste de las determinaciones influye, además del coste del fármaco, en la decisión de financiación?”, manifestó el presidente de New Medical Economics. Xandra García considera que cada vez menos. Y Fernando Rivera afirmó que van unidos. En cuanto a la complicación por toxicidad, a nivel de coste también se considera, “no podemos manejar a un paciente sin los biomarcadores, no solo es para escoger tratamiento, sino para evitar toxicidades”.
Para finalizar con esta primera mesa, Martínez García preguntó a los expertos sobre su valoración y expectativa sobre el catálogo común de pruebas genéticas presentado por el Ministerio el pasado 23 de enero. En opinión de Fernando Rivera “es bastante correcto, se va actualizando y se ajusta mucho a los criterios objetivos de la escala ESCAT de ESMO, es muy buen catálogo y si se sigue actualizando creo que es una herramienta útil”.
En cuanto a su implantación, Rivera considera que puede ir bastante rápido. En la misma línea, Belén Padrón cree que es más sencillo que se incorpore homogéneamente que otras cosas. Y, Xandra García también considera que va a ir rápido, “oncología es el ámbito donde mas rápido va a ir, por tradición, organización y sensibilización, pero requiere un esfuerzo organizativo importante”. Los tres expertos mostraron su preocupación por los recursos humanos a la hora de llevar a cabo esta propuesta y añadieron que hay muchos profesionales preparados para ello, “hay que darle flexibilidad al sistema”.