Se ha extendido y se ha aceptado de forma generalizada la clasificación de la calidad de la atención en salud que hizo la National Academy of Medicine. Se proponían por parte de esta institución seis pilares o dimensiones de la calidad: seguridad, efectividad, atención centrada en el paciente, oportunidad, eficiencia y equidad (Tabla 1).
A pesar de que en muchos planes de calidad de instituciones sanitarias se abordan aspectos de seguridad y de efectividad, F. Annegret et al. consideran que son menos los que abordan la atención centrada en el paciente, la equidad o la eficiencia. Y se plantean la necesidad de ir más allá, ya que consideran que las dimensiones citadas no integran suficientemente las perspectivas de médicos, de enfermeras y de pacientes y exploran nuevos contenidos para completar las definiciones existentes.
Los participantes en este estudio identificaron nuevos aspectos de la “calidad de la atención” que se deben tener en cuenta porque añaden nuevas perspectivas: comunicación exitosa entre el personal de salud y con los pacientes y familiares; la motivación del personal; la frecuencia de errores de conocimiento; la priorización de los resultados preferidos por el paciente; el énfasis institucional en la construcción de “culturas de calidad”; y la implementación de los procedimientos del sistema de forma fluida.
Los autores del artículo plantean la necesidad de validar en el futuro estos hallazgos, pero, de entrada, nos sirven para tener en cuenta nuevas formas de ver de los principales actores del sistema que nos permiten completar la clasificación de la National Academy of Medicine.
Cuando hablamos de los planes de calidad y de la necesidad de implementarlos de la mejor forma posible, además de incluir estos elementos que nos ayudan a completar la multidimensionalidad de la calidad, es conveniente valorar el grado de madurez del plan. Algunos de los elementos sobre los que es importante hacerse preguntas y contestar de forma sincera son los siguientes:
Política: ¿se identifica la calidad como un objetivo explícito?, ¿se estimula la mejora continua? ¿existe un plan documentado?, ¿se apoya con recursos?
Liderazgo: ¿los jefes son responsables de la calidad de su área?, ¿la calidad forma parte prioritariamente de la agenda de los responsables de los equipos?, ¿hacen visible el interés por la mejora de la calidad?
Tabla 1. Pilares o dimensiones de la calidad.
Estructura: ¿la calidad está integrada en las descripciones de los puestos de trabajo?, ¿los profesionales son capaces de describir sus propias responsabilidades para contribuir a la mejora de la calidad?
Estas y otras preguntas orientadas a cómo la calidad se integra en elementos tan importantes en las organizaciones como son los valores y principios institucionales, el desarrollo del conocimiento, la información y comunicación o el reconocimiento, entre otros, permitirán diagnosticar la madurez del plan y actuar en consecuencia para subsanar los déficits que se puedan encontrar. Nos preguntaremos, para cada uno de estos elementos, si estamos en una fase de concienciación, de experiencias iniciales, de expansión, de consolidación o de madurez.
Si este escrutinio sobre la madurez del plan lo completamos con la evaluación de los pilares de la calidad definidos por la National Academy of Medicine y lo que los autores del artículo citado definen como aspectos de la calidad cruciales para médicos, enfermeras y pacientes, tendremos una visión exhaustiva de cómo estamos gestionando la calidad de la atención a las personas a las que les prestamos nuestros servicios.
Bibliografía:
- Institute of Medicine (IOM). Crossing the quality chasm: a new health system for the 21st century. Washington, D.C: National Academy Press; 2001. the 21st century. Washington, D.C: National Academy Press; 2001.
- Annegret F. Hannawa, Albert W. Wu, Anastasia Kolyada, Anastasia Potemkina, Liam J. Donaldson. The aspects of healthcare quality that are important to health professionals and patients: A qualitative study, Patient Education and Counseling, Volume 105, Issue 6, 2022, https://doi.org/10.1016/j.pec.2021.10.016
Joaquim Bañeres Amella, Director del Instituto Universitario Avedis Donabedian y Director de la Cátedra de Investigación Avedis Donabedian de la Facultad de Medicina de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
