La base de cualquier sistema de salud es su gente, los proveedores de cuidados y profesionales de apoyo, son los responsables de los resultados de los pacientes y sus niveles de satisfacción. Los equipos de recursos humanos del sector de la salud son responsables de contratar e incorporar a esas personas, fomentar una cultura laboral positiva y humana, ayudar a los empleados a avanzar en su carrera profesional y garantizar que las organizaciones y sus equipos cumplan una gran cantidad de políticas y normativas de seguridad, privacidad, formación, etc. Para hacer frente a estos complejos desafíos en un contexto de escasez crítica de personal, desgaste profesional endémico y aumento de los costes de mano de obra, los equipos de RRHH del sector de la salud deben desarrollar políticas y programas innovadores y razonados.

Para analizar las competencias y los desafíos de la gestión de personas en el ámbito sanitario, donde el capital humano es el principal recurso para ofrecer una atención de calidad a los pacientes y a la población, New Medical Economics junto al Foro de Recursos Humanos, con la colaboración del Grupo Ribera y Plennio, ha organizado el desayuno de trabajo: “¿Qué se espera de la gestión de personas en el sector salud?”.

En este encuentro, moderado por José María Martínez García, presidente de New Medical Economics y Francisco García Cabello, fundador y CEO del Foro Recursos Humanos contó con expertos en la materia como: Salvador Sanchís Plaus, director de Personas del Grupo Ribera; Gonzalo Bartolomé García, director territorial de Quirónsalud Andalucía; Blanca Fernández-Lasquetty Blanc, directora de EnferConsultty y secretaria de la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE): Olga Ginés Ferrero, directora gerente del Hospital Beata María Ana de Hermanas Hospitalarias; y María Leal Colino, CEO y fundadora de Plennio.

El encuentro comenzó con la bienvenida e introducción de Salvador Sanchís Plaus, director de Personas del Grupo Ribera, que destacó la importancia de este tipo de iniciativas para compartir los retos y desafíos a los que se enfrenta el sector salud, como son la escasez de profesionales sanitarios, los problemas de financiación, la sostenibilidad del sistema a largo plazo,  el reto que supone la diversidad y la confluencia de las distintas generaciones dentro de las organizaciones, el creciente absentismo laboral que se encuentra en cifras récord en España, el reto que supone la introducción de  la telemedicina y la integración de la inteligencia artificial en los procesos asistenciales y no asistenciales. “Con todo ello, es absolutamente necesario que nos replanteemos como gestionamos a los profesionales sanitarios actuales y futuros para afrontar estos desafíos. Y es fundamental que las personas que asumimos la responsabilidad de liderar esta gestión, tengamos en cuenta lo que se espera de nosotros, tanto por parte de las personas trabajadoras como desde el resto de áreas y direcciones de los centros sanitarios”, señaló.

En la misma línea, María Leal Colino, CEO y fundadora de Plennio señaló que es fundamental hablar de personas puesto que “los problemas de recursos humanos son muy similares en todos los ámbitos y las soluciones también”.

“¿Cuál es el papel principal de la dirección de personas en el sector salud?”, preguntó Francisco García Cabello.

Olga Ginés Ferrero subrayó la evolución en la dirección de personas dentro del sector salud en los últimos años: “Antes era un papel más de soporte y apoyo. Ahora se han convertido en socios estratégicos dentro de las organizaciones, siendo el canal y el puente de unión con lo más valioso dentro de las organizaciones sanitarias que es el capital humano. Son los que, con un ambiente positivo, ayudan a planificar el futuro de las organizaciones, utilizan el análisis de los datos para la mejor toma de decisiones y se encargan de generar políticas de adaptación y flexibilidad”.

Según María Leal Colino, en los anteriores sistemas organizativos, el director de RRHH no se encontraba en el comité de dirección y no tenía tantas posibilidades de hacer ni de influir. En la misma línea, Salvador Sanchís destacó la importancia del protagonismo que le otorga la organización a la persona encargada de coordinar los RRHH.

Por su parte, Gonzalo Bartolomé García aseguró que con el paso del tiempo la figura de la dirección de RRHH va a cobrar más importancia: “Necesitamos darle más peso a los directores de RRHH y a las personas que trabajan en nuestras organizaciones sanitarias”.

La siguiente pregunta introducida en la mesa por José María Martínez versó sobre cómo pueden los gestores sanitarios apoyar al desarrollo profesional de los trabajadores.

“En mi experiencia durante 32 años trabajando en la sanidad pública es que en la Dirección de Enfermería no se puede hacer selección de personas, porque la bolsa de empleo es la que marca”, lamentó Blanca Fernández-Lasquetty Blanc. “Estamos en un inmovilismo en este aspecto, en el que hay que avanzar a otros modelos. Además, existen diferencias importantes entre el sistema público y privado que sí que tiene mayor capacidad para la selección”, añadió la secretaria de ANDE.

Gonzalo Bartolomé García declaró que los gestores de lo privado disponen de más herramientas para gestionar a las personas. “En el ámbito de la sanidad privada tenemos la posibilidad de adaptarnos a los cambios, necesidades y dificultades que presenta el mercado laboral actual y estamos obligados a encontrar soluciones que aúnen los requerimientos de los profesionales y con las del sector”, dijo.

“¿Cuáles son las claves fundamentales para que los directores de RRHH afronten la convivencia entre diferentes generaciones en el sector salud?”, cuestionó Martínez García al panel de expertos.

Ante esta pregunta, Salvador Sanchís afirmó que las soluciones no pueden ser las mismas que se vienen utilizando hace 30 años porque el mundo está cambiando. “En la actualidad estamos conviviendo con cinco generaciones distintas dentro de las organizaciones sanitarias, las prioridades de cada una de ellas son distintas. No podemos cubrir las expectativas de cada una de ellas con las mismas soluciones. Por ejemplo, el bienestar, en su más amplio sentido, se está convirtiendo en un valor fundamental en la gestión de personas”, señaló.

“El café para todos ya no sirve, requiere escuchar, saber que es lo que quiere el candidato y tener un portfolio de beneficios o de condiciones para cubrir las necesidades de los potenciales candidatos y candidatas. Tenemos que cuidar al talento senior, además de realizar un mentoring a los jóvenes que llegan”, dijo María Leal Colino.

Olga Ginés Ferrero indicó que a las direcciones de personas les pedimos que sean estrategas de talento, gestores de diversidad e inclusión, y especialistas en bienestar y salud mental. Además, añadió que los directores de RRHH deben ser generadores de expectativas y gestores de cambio organizacional.

Gonzalo Bartolomé García pidió a los directores de personas comprensión y buen entendimiento del mercado y de las personas: “Debemos reconocer a las personas la trascendencia que tienen en el trabajo que realizan, lo que se llama el salario emocional. Nunca vamos a sustituir a las personas por soluciones digitales”, afirmó.

El siguiente tema tratado en la reunión fue el de la multidisciplinariedad en las organizaciones. Gonzalo Bartolomé García recalcó la importancia de la liquidez y fluidez en las organizaciones: “los manager son la clave para que se ejecuten los retos y objetivos de la organización”.

Desde el punto de vista de Salvador Sanchís, el alineamiento con los managers es esencial, “desde la dirección de personas tenemos que dar las herramientas suficientes para que puedan gestionar a sus equipos, ellos son los verdaderos transmisores de la cultura y los valores de la organización. Una empresa puede evolucionar y cambiar todo excepto la cultura y los valores. Una de las principales funciones de los directores de personas es ser garante de que esa cultura y valores se afiancen y se transmitan dentro de la organización, es algo que no se puede externalizar y que va implícito en la filosofía de la compañía”, explicó.

Blanca Fernández-Lasquetty Blanc destacó que en las organizaciones privadas la trasmisión de la misión, visión y valores de la organización está en su ADN, se trabajan con los profesionales e impregna el trabajo de la organización. Sin embargo, en los centros públicos se trabaja menos esa transmisión de principios. “No es habitual que, en la incorporación de los nuevos profesionales, de forma explícita se ahonde en ese ser de la organización, donde se quiere llegar y aquellos valores que la guían y esto es un reto para los directores de personas en la sanidad pública”, indicó la experta.

“En Hermanas hospitalarias somos 8000 trabajadores, es una organización de cultura religiosa donde los valores se intentan transmitir de manera muy profunda. Sin embargo, el director corporativo no llega a todo y tampoco los directores de personas. Esos manager, esos mandos intermedios, esos líderes naturales están haciendo también la función de recursos humanos porque son los que detectan las necesidades de los trabajadores y los que transmiten la cultura”, dijo Olga Ginés Ferrero.

“¿Qué importancia tiene la formación continuada y como puede la dirección de personas potenciarla?”, preguntó José María Martínez. Olga Ginés Ferrero dijo que es fundamental en todos los ámbitos, pero aún más en el ámbito sanitario: “Dar esa oportunidad del desarrollo de habilidades es muy bien recibido por parte de los profesionales”.

Blanca Fernández-Lasquetty Blanc destacó la gran oferta formativa que se ofrece en la sanidad pública, sin embargo, esta se encuentra ligada al interés del profesional. “Debería ir más ligada al desarrollo de las competencias necesarias para el desempeño profesional, en un sentido muy transversal y progresivo en cada caso. Los departamentos de personas deberían dedicar recursos para que los profesionales acudan a eventos científicos porque eso también hace aumentar la visibilidad a los centros que representan, su motivación y sentido de pertenencia”, señaló.

“Para el grupo Ribera es uno de nuestros pilares básicos. Desde el inicio hemos apostado por una política proactiva en todo lo relacionado con la formación de nuestros profesionales. Dedicamos una partida importante de nuestros presupuestos anuales a esta área para poder ofrecer formación continua, tanto técnica como competencial. De hecho, es uno de los factores que más valoran en todas las encuestas.”, destacó Salvador Sanchís Plaus.

Para Gonzalo Bartolomé García, los mandos intermedios deberían centrarse en mayor medida en mejorar las habilidades de gestión y directivas. “Desde mi punto de vista, la habilidad que va a tener más preponderancia es la comunicación, entrenar esta habilidad es fundamental”.

El burnout, el manejo del estrés y la salud mental fueron otros de los temas centrales del encuentro. Desde el punto de vista de Olga Ginés Ferrero la dirección de personas debería identificar, prevenir y manejar el estrés, además de establecer políticas de cuidados y bienestar emocional. “En mi organización existe un programa de bienestar emocional para el empleado y es algo que debe ser abordado de forma proactiva”.

En este aspecto, Blanca Fernández-Lasquetty Blanc destacó que en España el 45% de los profesionales tienen una afectación de salud mental, además del preocupante aumento de las adicciones.

Para finalizar y a modo de síntesis, los expertos propusieron una serie de medidas clave para mejorar la gestión de personas en el sector salud.

Blanca Fernández-Lasquetty Blanc animó a llevar a cabo una reflexión profunda en el sector público para alcanzar un cambio de estructuras, de procesos y de procedimientos que permitan avanzar hacia la proactividad en todo lo referente a la gestión de personas, en lugar de a la reactividad. Asimismo, señaló la importancia de tener una comunicación mucho más fluida y efectiva con las direcciones asistenciales de los centros.

María Leal Colino considera que la clave es escuchar, comunicar y medir con el fin de obtener más recursos y ser más creativos para alcanzar mejores resultados. En la misma línea, Gonzalo Bartolomé García considera que hay seguir potenciando el papel de las personas en las organizaciones sanitarias como el activo económico más importante, sin olvidarnos de lo verdaderamente esencial que es el cuidado de nuestros pacientes.

Olga Ginés Ferrero destacó la importancia de mejorar la experiencia del empleado y tratarlo como una persona en todas sus dimensiones: social, profesional y personal. Además de desarrollar el capital humano. “Para mí eso es lo más importante, que la experiencia del profesional y del paciente vayan de la mano”, afirmó.

Por su parte, Salvador Sanchís Plaus señaló que el director o la directora de RRHH es un socio estratégico y facilitador que está al servicio de la organización en algo tan esencial como es la gestión de su activo más valioso: las personas: “Debemos reconocer la importancia que tiene la labor que hacen los profesionales en el sector salud y ofrecer soluciones para cumplir con sus expectativas”.