En el inicio del curso escolar resulta primordial establecer buenos hábitos entre los estudiantes a fin de evitar posibles problemas de alimentación, sueño o salud
El Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla aconseja a las familias, que se encuentren realizando las últimas tareas pendientes del comienzo del curso escolar, contar con la figura del pediatra para detectar precozmente problemas de salud y errores en los hábitos alimentarios o del sueño en los más pequeños.
Así como, revisar y poner al día el calendario vacunal, donde los pediatras hacen especialmente mención. En este sentido, Rafael Espino Aguilar, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, incide en la idea de que la vuelta al colegio es el “momento idóneo” para poner al día la agenda médica de los más pequeños. A su juicio, “cada etapa tiene sus necesidades propias.”
En un primer lugar, la doctora Alba Oviedo Parrondo, pediatra de Quirónsalud Infanta Luisa y especialista en gastroenterología y nutrición pediátrica, nos refiere que en los más pequeños — niños menores de tres años — se producen muchos cambios en poco tiempo; dejan de tomar exclusivamente leche y empiezan a introducir en sus comidas alimentos sólidos. Enfatizando así la doctora el especial cuidado que hay que tener con las alergias alimentarias –entre las más frecuentes en estas edades se encuentran las alergias a la proteína de la leche de vaca y huevo–, pues, como dice la especialista, es una patología que en caso de tener transgresiones puede poner en riesgo la vida del pequeño, siendo relevante que los padres tomen conciencia de ello para poder informar y certificar esta condición en la escuela, para que así el centro pueda tomar todas las medidas necesarias que aseguren su exclusión de la dieta.
Seguidamente, en los preescolares – niños de entre tres y seis años—, la pediatra remarca el avance de autonomía que se produce en este periodo, señalando que cobra especial interés la conducta en la escuela, los progresos de aprendizaje y la relación con los compañeros. “Si los padres sospechan que algo en su hijo ‘no va bien’, no deben de dudar en comunicarlo a su pediatra para que en conjunto con otros especialistas del centro escolar trabajen mano a mano en beneficio del pequeño”, añade.
Otro punto a señalar en esta etapa, según el doctor Espino, especialista también en endocrinología pediátrica, es la revisión del peso, talla o IMC (Índice de Masa Corporal) del menor, “comprobar que el crecimiento es adecuado suele ser señal de buena salud”, subraya Espino.
Del mismo modo, en el grupo de escolares — niños de entre seis y doce años–, la doctora Oviedo persiste en no perder de vista la valoración del desarrollo físico y promover hábitos de vida saludables, además de hacer hincapié en la gestión de un uso razonable de las nuevas tecnologías. Igualmente, la profesional, recalca la notable tarea de escoger una buena mochila, que pese poco y que se ajuste bien, debiendo de quedar las dos asas por encima de la cadera, “procurando a su vez no transportar más material de lo realmente necesario.”
Finalmente, los pediatras vuelven a destacar que este mes es un “tiempo perfecto” para ponerse al día en cuanto a las revisiones necesarias. “Invertir en salud es invertir en vida y futuro. Planificar adecuadamente los temas relevantes para la salud de los niños es la mejor manera de comenzar un curso escolar exitoso”, sentencia Espino.