El pasado 24 de octubre, Bilbao acogió el grupo de trabajo y debate “Código Migraña”, organizado por New Medical Economics en colaboración con Pfizer. Con el objetivo de analizar los avances, desafíos y estrategias para abordar la migraña, este evento reunió a destacados profesionales de la salud y expertos que aportaron una visión integral sobre esta patología neurológica, una de las más prevalentes y discapacitantes a nivel mundial.
Con la moderación de José María Martínez García, presidente de New Medical Economics, el evento contó con la participación de figuras clave como Silvia González Carranza, presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) en el País Vasco; Fabiola Cavazos Villarreal, especialista en Medicina del Trabajo; Isabel Colomina Casaus, presidenta de la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE); Juan Carlos García Moncó, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Basurto; y Miriam Páramo Gómez, farmacéutica de AP en Bilbao, quienes ofrecieron un análisis exhaustivo de los desafíos que enfrenta el tratamiento de la migraña y el impacto de esta enfermedad en los pacientes y su entorno.
Retos en el diagnóstico y la sensibilización
En la apertura de la sesión, José María Martínez García destacó la importancia de estos encuentros para «dar visibilidad a una enfermedad que continúa siendo incomprendida en la sociedad y, en muchas ocasiones, infravalorada en su impacto». Silvia González Carranza enfatizó el alto impacto de la migraña: “La migraña no solo afecta a nivel físico, sino que trae consigo un gran peso emocional y económico para el paciente. Esta enfermedad representa la segunda causa de años vividos con discapacidad, y como médicos debemos ser más empáticos y efectivos en la sensibilización y apoyo al paciente en nuestra práctica diaria”.
Avances en el manejo y tratamiento de la migraña
Juan Carlos García Moncó, neurólogo en el Hospital Universitario de Basurto, explicó la necesidad de un diagnóstico temprano: “Es crucial que los pacientes reconozcan los síntomas de migraña y acudan a sus médicos antes de que la enfermedad se cronifique. No obstante, el diagnóstico sigue siendo clínico; muchas veces el paciente llega con la idea de que se le harán pruebas, pero en realidad, el diagnóstico de migraña se basa en la entrevista clínica y en la exploración física. Aun así, existe una alarmante falta de acceso a recursos especializados en muchas regiones de España, lo que retrasa tratamientos adecuados y agrava el dolor y la discapacidad de estos pacientes”.
Por su parte, Miriam Páramo Gómez, farmacéutica en Bilbao, subrayó el papel de la farmacia comunitaria: “La farmacia es muchas veces el primer lugar al que acuden los pacientes en búsqueda de alivio, pero necesitamos más herramientas para derivarles adecuadamente y que la cadena de información entre atención primaria, farmacia y especialidades sea fluida. Los farmacéuticos podemos ayudar a educar al paciente sobre su tratamiento y animarle a consultar a su médico cuando los síntomas persisten”.
El impacto en el entorno laboral y social
Desde el ámbito de la medicina laboral, Fabiola Cavazos Villarreal subrayó las barreras que enfrentan las personas con migraña en el trabajo: “Es fundamental que se promuevan políticas de flexibilidad en el entorno laboral para evitar que los pacientes con migraña se vean obligados a faltar de manera recurrente. Adaptaciones como la iluminación adecuada, la flexibilidad horaria e incluso el teletrabajo son medidas que pueden ayudar a mitigar las crisis”.
Por su parte, Isabel Colomina Casaus, presidenta de la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE), expresó que “la falta de comprensión social añade una carga emocional al paciente. El dolor físico se suma al dolor emocional de la incomprensión y el estigma. Es necesario que la sociedad entienda que la migraña no es solo un dolor de cabeza, sino una enfermedad neurológica grave que afecta profundamente la vida de las personas”.
Conclusiones y próximos pasos
El evento se clausuró con un turno de preguntas, en el que los ponentes coincidieron en la urgencia de implementar un Plan Nacional para la Migraña que garantice el acceso equitativo a los tratamientos y fomente la colaboración entre los diferentes ámbitos de la salud. “La migraña necesita un enfoque multidisciplinar en el que todos trabajemos alineados para mejorar la calidad de vida de los pacientes”, concluyó José María Martínez.