Promocionar el empoderamiento ciudadano en materia de salud, está cada vez más relacionado con una utilización intensiva de internet y las redes sociales en todas sus dimensiones.
Internet es una herramienta muy potente, que da refugio a diversidad de opciones de comunicación, pero la calidad, fiabilidad y rigor de algunos de los contenidos que alberga es, cuando menos, dudosa y variable. Surge entonces la necesidad de implantar criterios para evaluar la calidad, que permitan separar la información fiable y contrastada de aquella que no lo es.
Nuestro objetivo como profesionales de la salud es contribuir a la fiabilidad y calidad de la información relevante de salud en Internet, tanto para pacientes como para profesionales sanitarios. Por suerte contamos con códigos, certificaciones y ránquines que avalan los niveles de calidad, siendo necesario superar un mínimo de principios para obtenerlos. Estas herramientas son de gran valor para establecer la confiabilidad y la ética de las webs y aplicaciones que manejan y ofrecen información sanitaria.
CONFIANZA
Cuando buscamos o prescribimos información en los diferentes medios digitales, tomamos una decisión personal basada en la confianza. Esta decisión la debemos tomar de forma inteligente, ya que la utilizaremos para empoderarnos o empoderar a pacientes, y debemos ponerla en valor ya que los proveedores de contenidos, sobre todo aquellos que obtienen un lucro por su utilización, forman parte de un mercado en el que sobrevivirán en función de la cantidad de gente que haga eco de su información, de una manera u otra. Esto hace interesante disponer de elementos para evaluar en quien depositamos nuestra confianza.
En este sentido, la Fundación Internet salud y Sociedad (Fundación ISyS), que desarrolla proyectos sociales de salud digital, presentó hace ya tiempo su video sobre La confianza. La información que contiene sigue vigente en la actualidad y presenta de forma atractiva las premisas necesarias para interactuar con los sitios web de manera segura. Este vídeo ha sido complementado con otros, como El charlatán y El nieto, con diferentes puntos de vista sobre la relación con internet, que siguen siendo accesibles a través de su hemeroteca. Las premisas que presentan se basan en la reflexión sobre quién hay detrás de la información, el respaldo científico con el que cuenta, la vigencia de la misma (nos permite saber si puede haber caducado o haber sido superada por nuevos avances científicos), los objetivos que persiguen al publicar la información y los posibles intereses que puedan tener los informantes y que pueden mediatizar la información que proveen.
La Fundación presenta cada año un ranquin de las aplicaciones que cumplen tres aspectos fundamentales que se pueden encontrar en las descripciones de las apps:
- Popularidad
- Confianza
- Utilidad
Cada una de estas dimensiones contiene diversos elementos que puntúan según criterios que tienen publicados y que permiten valorar objetivamente las aplicaciones. La presentación del ISyS score, nombre con el que se denomina este ranquin, de este año, será el 28 de febrero.
SELLOS DE CALIDAD
Otra señal que puede respaldar nuestra confianza la podemos encontrar en la presencia de un sello de calidad de prestigio en la página que publica contenidos, y que solo se concede cuando cumple una serie de requisitos.
Estos requisitos están en línea con los antes mencionados y, entre ellos encontramos el que deban ofrecer información sobre quién ha redactado los contenidos; que separen claramente la publicidad del contenido; que cumplan con la protección de datos, respetando la privacidad de los usuarios y, muy importante, que promuevan la labor de los profesionales más allá de la información genérica que se pueda proveer en la página, recordando que cada caso debe ser correctamente diagnosticado y tratado, siempre con el beneficio de que los usuarios cuenten con el máximo de información y participen en todo el proceso de atención.
Los dos sellos de calidad más extendidos para contenidos de salud son el de Web Médica Acreditada (WMA) que es el más reconocido a nivel nacional, y el HONcode, que es el más prestigioso a nivel internacional.
WMA
El sello de Web Médica Acreditada reconoce la adhesión a un código de conducta. Su objetivo es mejorar la calidad de la información sanitaria en internet, mediante la adherencia a unas recomendaciones específicas, que se pueden resumir en:
- Que el sitio presente una estructura comprensible y de uso fácil.
- Que el sitio identifique a los responsables sanitarios a través de datos como el nombre, la especialidad y la actividad profesional habitual.
- Que el sitio indique la fecha de la última actualización.
- Si publican documentos, que se identifiquen las fuentes de información en que están basados, la fecha de realización y la autoría.
- Deben facilitar la posibilidad de contacto con los responsables del sitio para resolver cualquier duda respecto a la página y sus contenidos.
- Debe avisar sobre el tratamiento que recibirán los datos obtenidos del usuario, asegurando la confidencialidad de los mismos.
La Fundación Health on the Net (HON)
Nace en 1995 en Ginebra como entidad internacional no gubernamental y es conocida internacionalmente por su trabajo pionero en el campo de la ética de la información de salud, en particular por el establecimiento de su código de conducta ética, el HONcode, el código ético más antiguo y utilizado para la información relacionada con la salud disponible en Internet. Su objetivo es promover un acceso confiable y de calidad a información relevante de salud en internet, tanto para pacientes como para profesionales sanitarios.
La certificación HONcode es un estándar ético que demuestra la intención de un sitio web de publicar información transparente. La transparencia del sitio web mejorará la utilidad y objetividad de la información y la publicación de datos correctos.
El código de conducta que han creado, y que se debe cumplir para acceder a la acreditación y utilizar el logotipo HONcode se basa en ocho principios de calidad básicos:
- Autoría: Cualquier consejo de salud solo será proporcionado por profesionales de la salud cualificados, a menos que se exprese claramente que una parte de la sugerencia no la aporta un profesional de la salud cualificado.
- Complementariedad: La información proporcionada en el sitio está dirigida a complementar y apoyar, que no a reemplazar, la relación existente entre el usuario y su médico.
- Confidencialidad: El sitio web respeta la privacidad y confidencialidad de los datos de los usuarios.
- Referencias y actualización: Cuando se introduzcan contenidos basados en otras informaciones, se citarán las referencias a las fuentes de los datos y, si es posible, se unirán hipervínculos a esos datos. La fecha en que una página clínica o sus contenidos son modificados por última vez estará claramente identificada.
- Garantía: Se respaldará con evidencias adecuadas y objetivas cualquier información relativa a los beneficios de un tratamiento, producto o servicio.
- Justificabilidad: Se justificarán las alegaciones de forma equilibrada y objetiva.
- Transparencia de los autores: La información debe estar en la web de la manera más clara posible, y debe proporcionar datos de contacto visibles y válidos.
- Información financiera: si el sitio web cuenta con patrocinio, éste debe estar clara y totalmente identificado, incluyendo las organizaciones que hayan contribuido con fondos, servicios o material.
- Honestidad en la política publicitaria: Se mostrará en el sitio web una breve descripción de la política publicitaria adoptada. Los anuncios y material promocional deben distinguirse claramente del contenido editorial.
Por último, comentar que estas acreditaciones son dinámicas y precisan de una renovación anual para garantizar que sus principios siguen vigentes. De esta manera conseguimos que los nuevos contenidos mantengan la calidad y que los usuarios puedan seguir confiando en la información que se presenta.
CONCLUSIÓN
Una buena selección de los sitios que podemos usar para informarnos o para informar a nuestros pacientes se basa en mantener un criterio activo y selectivo para otorgar nuestra confianza.
Para ello, podemos contar con sellos de autorregulación neutrales y sin ánimo de lucro. La posesión de estas distinciones identifica aquellos sitios web que siguen unos criterios éticos y científicos y aseguran unos mínimos de calidad y el cumplimiento de las políticas y mecanismos permanentes de autorregulación.