¿Pueden la amabilidad y el respeto impactar en los resultados en salud? Numerosos estudios demuestran que el buen trato por parte de médicos y enfermeras no es solo una cuestión de cortesía, sino un factor clave que influye directamente en la adherencia al tratamiento, el control de enfermedades crónicas y la satisfacción de los pacientes. A medida que la medicina evoluciona hacia un enfoque de experiencia de paciente, el vínculo humano y la conexión empática se consolidan como elementos esenciales para lograr mejores resultados clínicos.
En el ámbito de la atención médica, la experiencia del paciente se ha convertido en un factor crucial para evaluar la calidad de los servicios de salud. Esta experiencia no solo abarca los aspectos clínicos del tratamiento, sino también la interacción humana y el trato recibido por parte del personal médico y de enfermería.
Se da por hecho que el buen trato es importante, pero ¿es un tema de amabilidad y respeto o tiene impacto en resultados? Numerosos estudios respaldan la idea de que el buen trato basado en la empatía, la comunicación efectiva y el respeto, tiene un impacto significativo en la percepción y los resultados de salud de los pacientes.
El buen trato médico o de enfermería influye significativamente en los resultados de salud de los pacientes. La calidad de la relación entre el personal de salud y los pacientes basada en la empatía, la comunicación efectiva, el respeto y la atención centrada en el paciente, impacta directamente en la percepción de bienestar de los pacientes durante la hospitalización. La confianza mutua entre el paciente y el médico es esencial para lograr resultados positivos, especialmente en situaciones de enfermedades graves donde la confianza en el médico puede generar esperanza y facilitar la adherencia al tratamiento. Además, el trato digno, que incluye aspectos como la escucha activa, la entrega de información adecuada y oportuna, y la promoción de la participación del paciente en su cuidado, contribuye a una comunicación abierta y a una mejor gestión de los problemas de salud que enfrenta el paciente.
La importancia de la conexión humana
Según un estudio publicado en la revista CONAMED en 2019, el trato digno es un reto cotidiano en el ámbito de la salud y debe ser una prioridad para garantizar una atención de calidad. La conexión y la confianza generadas en la relación médico-paciente son vitales para que ambas partes puedan tener una comunicación abierta, lo que permite al médico manejar de mejor manera los problemas de salud del paciente.
Durante la pandemia de la COVID-19, se evidenció la importancia del buen trato y la comunicación efectiva entre el personal de salud y los pacientes. Un informe de Swiss Medical Group en 2019 destacó la necesidad de explorar nuevos modelos, como la telemedicina, para reducir el estrés en los efectores de salud y brindar una atención segura y de calidad, sin descuidar la experiencia del paciente.
Un estudio realizado en 2021 por investigadores de la Universidad de Stanford encontró que la conexión humana y la empatía del personal médico son factores clave para mejorar la experiencia del paciente y su satisfacción con la atención recibida. Los pacientes que percibieron un trato cálido y comprensivo por parte de sus médicos reportaron niveles más altos de confianza y adherencia al tratamiento.
Además, una revisión sistemática publicada en 2022 en la revista Patient Experience Journal analizó múltiples estudios y concluyó que la comunicación efectiva, la escucha activa y el respeto por parte de los profesionales de la salud son elementos fundamentales para una experiencia positiva del paciente. Estos factores no solo mejoran la satisfacción, sino que también influyen en los resultados clínicos y la calidad de vida de los pacientes.
Específicamente, esta revisión encontró que una buena conexión médico-paciente se asocia con:
Mayor adherencia a los tratamientos médicos, lo que conlleva a un mejor control de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, etc.
Menores tasas de complicaciones y hospitalizaciones en pacientes con enfermedades crónicas.
Mejores resultados en el manejo del dolor y la recuperación postoperatoria.
Reducción de la ansiedad y el estrés relacionados con la enfermedad, lo que impacta positivamente en el bienestar emocional del paciente.
Mayor satisfacción del paciente con la atención recibida, lo cual se ha vinculado con una mejor evolución clínica.
Otra revisión publicada en 2020 en PLOS ONE analizó 19 estudios que involucraron a más de 17.000 pacientes y encontró una asociación significativa entre una buena alianza de trabajo médico-paciente (que implica una conexión positiva, comunicación efectiva y objetivos compartidos) y mejores resultados de salud. Específicamente, la revisión encontró que una sólida alianza médico-paciente se correlacionaba con:
Mejor control de la glucemia en pacientes con diabetes tipo 2.
Menores niveles de presión arterial en pacientes con hipertensión.
Reducción de los síntomas depresivos en pacientes con trastornos del estado de ánimo.
Disminución del dolor y mejora de la función física en pacientes con dolor crónico.
Mayor adherencia a los tratamientos y recomendaciones médicas en general.
Adherencia al tratamiento y participación activa
El trato digno y respetuoso por parte de enfermeras y médicos tiene un impacto directo en la adherencia de los pacientes a los tratamientos. Cuando los pacientes se sienten escuchados, comprendidos y respetados, es más probable que sigan las indicaciones médicas y se involucren activamente en su propio cuidado.
Un estudio realizado en México en 2011 encontró que el trato digno otorgado por enfermeras en centros de salud influía positivamente en la percepción de los pacientes sobre la calidad de la atención recibida y su disposición a seguir las recomendaciones médicas.
Investigadores de la Universidad de Pensilvania publicaron en 2019 un estudio que demostró que los pacientes que percibían una mayor empatía y respeto por parte de sus médicos tenían tasas significativamente más altas de adherencia a los medicamentos prescritos para el control de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y asma. Otro estudio publicado en 2021 en la revista BMJ Open examinó la participación activa de los pacientes en su propio cuidado. Los hallazgos revelaron que cuando los médicos adoptaban un enfoque centrado en el paciente basado en el respeto y la escucha activa, los pacientes se sentían más empoderados y comprometidos con su tratamiento, lo que conducía a una mayor adherencia y mejores resultados de salud.
Una revisión sistemática en BMJ analizó 43 estudios que involucraron a más de 17.000 pacientes con diversas condiciones médicas. Los investigadores encontraron una asociación significativa entre una buena relación médico-paciente, caracterizada por la comunicación efectiva, la empatía y el respeto, y una mayor adherencia a los tratamientos prescritos.
Específicamente, los pacientes que reportaron una conexión positiva con sus médicos tenían entre un 19% y un 53% más probabilidades de adherirse a los regímenes de medicación en comparación con aquellos que percibieron una relación deficiente.
El metaanálisis publicado en 2020 en la revista Patient Education and Counseling evaluó 51 estudios que incluyeron a más de 19.000 pacientes con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, VIH y cáncer. Los hallazgos revelaron que las intervenciones centradas en mejorar la comunicación y la conexión médico-paciente tenían un efecto positivo significativo en la adherencia al tratamiento. En concreto, las intervenciones que promovían una comunicación más empática, respetuosa y centrada en el paciente aumentaron las tasas de adherencia en un 19% en promedio en comparación con los grupos de control.
Formación del personal de salud
La formación del personal de salud, tanto médicos como enfermeras, es fundamental para garantizar una experiencia positiva para los pacientes. Un artículo publicado en SciELO España en 2022 destaca la importancia de incorporar el concepto de «buen trato» en el proceso de enseñanza de enfermería, fomentando competencias actitudinales y no solo académicas.
Los tutores clínicos desempeñan un papel crucial en la formación de enfermeras, actuando como modelos y guías en el proceso de aprendizaje del buen trato hacia los pacientes, lo que impacta directamente en la experiencia de estos últimos.
En conclusión, el buen trato médico y de enfermería no solo mejora la experiencia del paciente, sino que también impacta positivamente en los resultados de salud, la adherencia al tratamiento y la calidad de la atención. Es fundamental que las instituciones de salud prioricen la formación y capacitación de su personal en habilidades de comunicación, empatía y respeto hacia los pacientes, para garantizar una experiencia positiva y satisfactoria.