“Somos un referente en algunos productos a nivel mundial y queremos serlo todavía más”
El gerente de Hersill ha contado en esta entrevista, cuál ha sido la evolución de esta empresa familiar tras 50 años de andadura. Óscar M. Jordán también hablado, entre otros temas, sobre el futuro de Hersill, de la innovación e investigación y de la campaña #Tecnologíasquehacenpaís, que visibiliza el valor de la industria española tecnológica que apuesta por desarrollar su actividad en nuestro país.
¿Cómo ha evolucionado Hersill desde su fundación hasta la actualidad?
Hersill es una empresa pionera en la fabricación de equipos médicos en España que acumula una larga experiencia desde su fundación en el año 1973 por Benjamín Herranz Escamilla, mi tío, y en 2023 cumple su 50 aniversario.
La empresa en un primer momento se dedicaba a comercializar productos sobre todo fabricados en Europa, en Alemania, en Suecia… Pero, muy tempranamente, empezó a diseñar sus propios productos. Mi tío, por ejemplo, fue el primero que diseñó una maleta de emergencias en España y de los primeros en el mundo. Era un producto novedoso, cuando el ámbito de las emergencias no estaba desarrollado, por este motivo, era necesario llevar en una maleta de emergencias todo un equipo, una botella de oxígeno, un equipo de oxígeno, un reanimador manual…
Desde el primer momento fuimos teniendo esa política de desarrollo de producto propio. Posteriormente, hubo una fase donde se potenció mucho la comercialización de productos de fuera, al conseguir representaciones bastante buenas de Estados Unidos, lo que también permitió ir desarrollando la empresa a nivel comercial. A finales de los 80 teníamos una nave en Madrid, luego pasamos a Villaviciosa de Odón y después a otra oficina, pero se nos quedó pequeña porque la empresa iba creciendo. Fuimos prácticamente los primeros que construimos en este polígono de Móstoles en el que nos encontramos en la actualidad. Las obras acabaron en 1999-2000 y se construyó esta nave que es la de fábrica, y aquí en este terreno se construyó una oficina muy sencilla en planta, que se inauguró en el 2011. Más tarde se demolió y se construyó ya este edificio de oficinas con sótano incluido; pero necesitábamos ampliar la zona de fabricación. La planta baja de este edificio también es fábrica, mientras que la primera planta es oficina y en la segunda planta hay un espacio para showroom y para oficina. La segunda planta va a ser la oficina técnica. En el año 2000, esta era todavía diáfana, Fue en ella donde fabricamos los respiradores en la primera etapa del COVID-19. En cuestión de días se montó una célula de fabricación y heroicamente durante tres meses estuvimos produciendo unas 100 unidades diarias.
Nuestra política ha sido siempre intentar desarrollar y producir nuestro propio producto, hacer una I+d+i y desarrollo propios, y también hacer la fabricación local aquí. Para nosotros esto es una obsesión, incluso se nos propuso ir a Marruecos, pero preferimos seguir haciendo las cosas aquí.
En línea con todo esto, la misión de Hersill es “Cuidar de la salud de las personas desarrollando tecnología médica fiable” y nuestro lema “De la idea al paciente”.
¿En qué mercados geográficos comercializan sus equipos?
Empezamos a exportar en el año 1997 y ahora vendemos en 100 países. En Europa, además de en España, Portugal, Francia, Alemania y Reino Unido, estamos empezando a comercializar en Italia, que es un país muy difícil de penetrar, pues tiene muchísima fabricación local propia y muy competitiva. Fuera de Europa, las zonas que tradicionalmente se nos han dado mejor son Oriente Próximo, los países del Golfo, el sudeste asiático, India, Pakistán, Tailandia, Malasia, China y Japón, que tiene unos estándares de calidad muy altos. En África tenemos menos presencia porque siempre ha habido muchas dificultades. En este continente, Argelia era uno de nuestros principales mercados, así como Túnez y Egipto, que es un mercado importante para nosotros. También comercializamos nuestros productos en Latinoamérica, más recientemente: en Perú, en México y Colombia, y tenemos distribuidores en Chile y en Argentina, que es un mercado que siempre se nos ha resistido mucho.
En Estados Unidos también tenemos un distribuidor, aunque es muy difícil comercializar en este país, que es el gran mercado de los aparatos médicos, con la competencia más fuerte del mundo y con fabricación local barata, porque fabrican mucho en México.
Legalmente no hay proteccionismo, pero hay unas estructuras muy consolidadas y muy maduras.
¿Qué tipo de productos ofrecen al sector sanitario?
Estamos enfocados en diversas líneas de productos. Las tradicionales son la oxigenoterapia – nosotros no comercializamos oxígeno, sino aparatos – y la aspiración médica, tanto si es para la canalización hospitalaria como si es eléctrica para hospitales o clínicas. También nos dedicamos a los aspiradores eléctricos portátiles, que se siguen usando en todas las ambulancias. La atención domiciliaria requiere asimismo de equipos portátiles. Otra línea tradicional es la emergencia, donde uno de nuestros primeros productos fabricados fue el resucitador manual, a finales de los 70, y ya estamos en la quinta versión.
Hace ya unos años empezamos a desarrollar productos con un contenido tecnológico mayor, más electrónica, más software y con microprocesadores, y empezamos a trabajar en el área de la anestesia. Con la plataforma tecnológica del respirador de anestesia, evolucionamos al respirador de transporte y emergencias.
Cuando llegó la pandemia, todo el mundo se puso a buscar desesperadamente quién fabricaba respiradores en España. Enseguida se constató que no hay fabricación de respiradores de cuidados intensivos en nuestro país. Nosotros desde el primer momento informamos de que fabricábamos un respirador de transporte con unas prestaciones muy buenas que podía ayudar mucho a los pacientes de COVID-19 en la crisis. Esta es otra de nuestras líneas más modernas, aunque ya llevamos 20 años trabajando en ello, porque empezamos a principios de los 2000 en la electrónica y la respiración. Actualmente estamos involucrados en un nuevo producto, el respirador para cuidados intensivos, aunque sea un negocio muy difícil.
¿A qué perfil responden sus clientes?
En España son los clientes, finales básicamente, aunque tenemos algunos intermedios también zonales, como son los gestores en los hospitales. Fuera de España, tenemos distribuidores, que son intermediarios profesionales, empresas comerciales que tienen varias representaciones. Nuestros clientes se caracterizan por su profesionalidad, y valoran aspectos como por ejemplo la seguridad del suministro.
¿Qué elementos diferencian a Hersill de sus competidores?
Ahora mismo hay tanta variedad de productos en el mercado y tanta competencia que es muy difícil distinguirse solamente en el producto, a no ser que realmente tengas un invento que hayas comercializado. Lo que vas haciendo son pequeñas o grandes mejoras del producto, evolucionando y aportando tu grano de arena, pero con independencia de que te intentes diferenciar. Por ejemplo, nuestro respirador de transporte es bastante diferenciador, porque es el más pequeño y el más ligero del mercado mundial. Por otro lado, es muy importante saber diferenciarse en el modo de relacionarse con los clientes y ahí es donde creo que nosotros somos fuertes, en nuestras habilidades para relaciones a largo plazo con clientes y en ir evolucionando con los distribuidores, con muchos de los cuales llevamos más de 20 años trabajando.
¿Tiene la empresa un plan de responsabilidad social corporativa?
La responsabilidad corporativa la apoyamos en tres aspectos. Por un lado, en lo medioambiental. Hace varios años que tenemos implantada la norma 14.0001, que obliga a una correcta gestión de los residuos, y hemos instalado placas solares y puesto iluminación led en toda la empresa. Otro aspecto de la RSC que trabajamos es la cooperación. Destinamos fondos a ayudar a una serie de ONGs, como Cruz Roja, el Banco de Alimentos o UNICEF.
Y la tercera área en este ámbito es la colaboración con diversos centros de empleo de discapacitados. Nosotros contratamos una cantidad significativa de trabajo con centros de empleo de personas discapacitadas, tanto físicas como psíquicas.
¿Cómo trabaja Hersill en el área de Innovación e Investigación?
La I+D es una de nuestras apuestas estratégicas, junto con la exportación y las políticas de crecimiento de mercados. Tenemos una oficina técnica donde hay ocho ingenieros, y el desarrollo de los productos lo hacemos aquí. Vamos abriendo continuamente proyectos y programas nuevos, y evolucionando los que ya tenemos.
¿Cuáles son los retos de futuro de la empresa?
Queremos ser un referente mundial, diseñando y fabricando aparatos médicos técnicamente singulares que superen las expectativas de los profesionales de la salud. Somos un referente en algunos productos a nivel mundial y queremos serlo todavía más. Esta aspiración es lo que nos hace avanzar, basándonos en nuestros valores, que son la responsabilidad, la ilusión y la excelencia.
¿Qué nos puede contar de la campaña #Tecnologíasquehacenpaís?
El COVID-19 nos tiene que haber llevado a la reflexión sobre la importancia de las capacidades tecnológicas, industriales y científicas de un país, y de esta conclusión surgió la campaña de #Tecnologíasquehacenpaís, que busca sumar a otras empresas, no necesariamente del sector médico, para concienciar a la sociedad y los decisores. En el desarrollo tecnológico de este ámbito, en España estamos por debajo de donde nos correspondería como país.
En nuestra voluntad de visibilizar el valor de la industria española tecnológica que apuesta por desarrollar su actividad en España y promover el impulso de este tejido empresarial, con motivo de la celebración de nuestro 50 aniversario, el próximo día 10 de octubre, en colaboración con la Agencia EFE, vamos a organizar el evento titulado “La tecnología médica española, los retos de un sector esencial para el sistema sanitario”, que tendrá lugar en Casa América. Este acto reunirá a personalidades y representantes del sector sanitario para debatir sobre el presente y el futuro de una industria clave para la calidad asistencial y la salud de la población.
Los decisores en este sentido, ¿están concienciados de la importancia de que los desarrollos tecnológicos se lleven a cabo en nuestro país?
En España, los decisores no valoran la importancia de que los desarrollos tecnológicos se lleven a cabo aquí porque no tienen el conocimiento suficiente sobre la existencia de la tecnología española y la necesidad de que crezca. Al país le interesa que se produzca aquí, y es lo que nosotros estamos intentando hacer. Un aspecto importante para lograrlo es la colaboración entre el hospital, la universidad y la industria. Hay que unir esfuerzos para conseguir la industrialización de los proyectos, para que acaben siendo útiles para los pacientes, y para que esto suceda tiene que generar negocio y ser rentable.
Insistimos en la importancia de la colaboración con el resto de agentes porque contamos con un sistema sanitario, tanto público como privado, de gran calidad y con unas capacidades tremendas, así como con un buen sistema universitario y una industria que, aunque está infradesarrollada, al menos en nuestro caso concreto, tiene ganas y recursos.