Jesús Aguirre Muñoz, Consejero de Salud y Familias de Andalucía
Cordobés de nacimiento, Jesús Aguirre es Licenciado en Medicina por la Universidad de Córdoba, especialista en Medicina de Familia. Una parte de su vida profesional ha estado dedicada al ejercicio de la Medicina, pero a partir del año 1996 comenzó su carrera en la gestión sanitaria y en 2008 la política. Lleva poco tiempo como Consejero de Salud y Familias de Andalucía, pero ya ha realizado muchos cambios. En esta entrevista para New Medical Economics da todos los detalles de este nuevo Gobierno sanitario andaluz.
¿Qué cambios ha realizado desde que comenzó su etapa como Consejero de Salud y Familias de Andalucía?
Estamos realizando muchos cambios. Una de las primeras cosas que hicimos al llegar fue realizar una Auditoría Interna del Servicio Andaluz de Salud, tanto de personal como de determinadas parcelas y aún estamos trabajando en ello. Entre ellas las listas de espera. Con tan solo pulsar un botón vimos la realidad que teníamos en Andalucía, supimos exactamente con nombres y apellidos todos los pacientes que se encuentran en esta situación. Averiguamos el volumen de pacientes que había en espera quirúrgica y el volumen de pacientes que había en espera de especialidades hospitalarias de primera consulta. Ahí empezó la primera sorpresa.
Pero no ha sido la única, en la Auditoría también estamos teniendo sorpresas con el personal. Queremos saber cuál es la ubicación de los trabajadores de la Consejería porque hay algunos difíciles de localizar y algunos con contratos difíciles de soportar, desde el punto de vista ético y desde el punto de vista profesional. Todo eso lo estamos intentando aflorar dentro de la legalidad: a través de burofax, a través de llamadas para saber dónde están y que se presenten.
Lógicamente, ahora mismo estamos optimizando los recursos que tenemos dentro de la sanidad pública andaluza, estamos poniendo circuitos en funcionamiento. Nos hemos encontrado agencias públicas, fundaciones, escuelas, … con cantidad de estamentos duplicados, lo que nosotros llamamos una administración paralela. Estamos, ahora mismo, a través de un Decreto, salvaguardando los derechos de todos los trabajadores que están prestando asistencia sanitaria dentro del sistema sanitario andaluz, para ello queremos realizar una integración orgánica de los trabajadores que actualmente trabajan en distintos organismos del sistema sanitario. Nosotros pensamos que son posibles focos de ineficiencia que tendremos que ir regulando para intentar conseguir la máxima eficiencia de todo lo que es Atención Primaria y Atención Hospitalaria.
También queremos adaptar los incentivos a la realidad asistencial y atención al paciente, de manera que el personal más demandado por los pacientes, con mayor eficiencia en su gestión, objetivos de salud, etcétera, reciba mayores incentivos.
¿Cuál es su modelo sanitario de referencia?
El concepto nuestro de Sanidad empezó en el momento en el que hicimos un estudio referente al paciente agudo. El paciente ya no es el que era antes, ahora es un crónico pluripatológico polimedicado, y tenemos estructuras sanitarias, que son los grandes hospitales enfocados a pacientes agudos, donde pacientes crónicos están ocupando camas y no se benefician de la alta tecnología de los grandes hospitales. Nuestro concepto es que eso habría que romperlo para garantizar la sostenibilidad, ¿cómo lo hacemos? Ahora mismo estamos hablando de hospitales de mediana y larga estancia cuyo coste es una décima parte de un hospital de agudos a nivel de camas. Aquí tenemos varios en los que vamos a invertir.
Además, Andalucía también es la primera comunidad autónoma que ha creado una Dirección General de Cuidados Sociosanitarios dentro de la estructura de la Consejería, la cual se relaciona directamente con la Consejería de Política Social para que los dependientes que estén ahora mismo en residencias de políticas sociales no haya que desplazarlos al propio hospital si son reincidentes. Directamente el hospital se desplaza a verlos, primero porque el paciente se desorienta y segundo porque un hospital de agudos puede ser un foco de infecciones para pacientes que no se benefician. Nuestra política es hospitalocentrífuga.
Yo quiero que el paciente esté hospitalizado en su propio domicilio porque tiene menos infecciones, menos costes y mayor calidad, por eso lo que quiero es el acercamiento de los profesionales a la población. Hemos apostado por los CARES, que son los servicios de especialistas fuera de los hospitales hacia donde está el paciente. No el paciente crónico hacia el hospital sino hacia un concepto totalmente diferente y todo ello porque el paciente ha cambiado.
También tenemos un proyecto de teleasistencia que lo presentaremos muy pronto, queremos que un 20 por ciento de todas las consultas se realicen por teleasistencia dentro de 4 años y no solo en dermatología, sino en patologías en las que se pueda hacer un diagnóstico no presencial del paciente a través de la entrevista clínica por vía telemática o a través de la imagen. Este estudio ya se está haciendo en un hospital, lo vamos a pilotar, y lo vamos a llevar también a los centros de salud, porque al final son pacientes crónicos. No me interesa un hospital con camas ocupadas por pacientes crónicos.
Para todos estos conceptos necesitamos unos cambios legislativos, unos decretos para que todos entren dentro del Servicio Andaluz de Salud. Ya lo estamos confeccionando para que la asistencia sanitaria podamos darla fuera de los propios hospitales y los especialistas puedan desplazarse a determinadas zonas de dependientes de otras consejerías, de ahí la Dirección General de Cuidados Sociosanitarios.
También hemos apostado de forma clara por la vida, desde la concepción hasta el final de los días, y además apostamos por favorecer a las mujeres. Nuestra línea es que la eutanasia es el fracaso de los paliativos, queremos crear esa Unidad de Cuidados Paliativos en todos los rincones de Andalucía, así como poner en marcha unidades de paliativos pediátricos en todos los hospitales generales, vamos a apostar por la vida hasta el final, pero con calidad.
Nuestro modelo sanitario de gestión no es ni el de Madrid ni el de Valencia, es totalmente nuestro después de siete años de trabajo. Hemos cogido cosas de diferentes sitios y hace siete años hicimos este modelo y lo hicimos gran parte de los que ahora mismo estamos en la Consejería. Era un modelo que en un principio iba a ser difícil de realizar, pero una vez conseguido el cambio, hemos puesto nuestro modelo al servicio del SAS, con el objetivo de que una nueva sanidad en Andalucía es posible.
El modelo que había estaba políticamente muy encorsetado, nosotros hemos cambiado incluso el modo de nombrar los cargos de unidades de gestión sanitaria, no son de arriba hacia abajo sino al contrario, quien lo nombra es el propio equipo. Nosotros hemos despolitizado la mesogestión, nos quedamos con la macrogestión desde el punto de vista político, sin embargo, la meso y la micro la pasamos directamente a los profesionales.
Son muchos conceptos diferentes a lo que había antes y no es ningún modelo de ninguna comunidad autónoma. Además, queremos OPES bianuales y fidelizar a los profesionales dentro de lo que es el propio SAS, que los profesionales sanitarios tengan sus plazas. No queremos jugar con laborales, queremos jugar con estatutarios. Es nuestro modelo sanitario propio.
¿Faltan profesionales sanitarios?
Sí, ahora mismo estamos en ‘Operación Llamada’. Sabemos los ratios, nos faltan ahora mismo un 2,25 por ciento de profesionales, sobre todo a nivel de Atención Primaria. Sabemos que si no lo hacemos para el 2030 el déficit será de un 12 por ciento lo cual será casi insostenible. Estamos intentando fidelizar a los que acaban los MIR de este año, a los anestesistas, a los pediatras…diferentes especialidades de las cuales tenemos un déficit importante. Sabemos dónde están nuestros médicos, los de Córdoba están en Ciudad Real; los de Huelva y Sevilla están en Portugal; la parte de Granada y Almería está en Murcia…Nuestros médicos han emigrado porque las condiciones de aquí eran los contratos más paupérrimos de todos, donde peor retribución tienen los profesionales sanitarios y por ello el andaluz ha emigrado, por muy bien que se viva en Andalucía.
Ahora queremos que vuelvan otra vez a su tierra todos esos profesionales y por eso hemos empezado por los contratos, que los eventuales sean mínimo de 6 meses, más adelante queremos pasarlos a un año, a los que acaban este año prolongarles los contratos con adscripción a centros de salud como mínimo hasta el año que viene. También vamos a cambiar la edad de jubilación a los 70 de manera voluntaria, estamos con las OPES de las que tenemos un atranque desde el año 2013, queremos que al final de año ya esté puesta al día la OPE, y luego, empezar OPE un año sí y un año no, y el traslado igual (un año sí y otro no). Queremos hacerlo así y con eso lo que intentamos es que el máximo de profesionales estén vinculados a su plaza, conseguir la estabilidad que no se ha conseguido en todos estos años, va a ser este gobierno el que va a conseguir que aumente la estabilidad laboral de los profesionales sanitarios.
Todo esto son líneas para intentar fidelizar a los profesionales sanitarios de nuestro sistema. También hemos planificado traer a nuestros profesionales de Inglaterra aprovechando el Brexit. Además, vamos a poner en marcha, para las zonas de especial dispersión geográfica, unos incentivos específicos a nivel de tiempo trabajado y si podemos hasta incluso económicamente.
¿Y habrá dinero para todo eso?
Nos encontramos con unos presupuestos prorrogados del año 2018, vamos a sacar los de 2019, yo sé que vamos a progresar adecuadamente desde el punto de vista económico dentro de la Consejería porque tengo el compromiso del presidente, Juanma Moreno, y del consejero de Hacienda, de que la Sanidad es prioritaria. Ahora mismo, Andalucía es la comunidad autónoma que menos invierte por habitante y año en Sanidad (1.100€) de todas las comunidades autónomas, la media de España está en 1.225€. Ellos son conscientes y lo poquito que haya de más desde el punto de vista presupuestario tendrá que ir sin duda a Sanidad. Con esto, más una gestión más eficiente de los recursos podemos hacer maravillas.
¿Podría hablarnos del estado de las listas de espera en Andalucía?
Los anteriores gobiernos sacaban una cifra diferente, que era la que mandaban al Ministerio y no era la cifra real, era una cifra sesgada porque solo incluían a los pacientes que se encontraban en Decreto, pero es que fuera de Decreto había más que los que estaban en Decreto. Cuando pregunté que cuántos llevaban más de un año esperando salieron 19.000, y cuántos fuera de Decreto llevan más de 180 días y salieron 11.500. Ahí empezamos a sacar cifras, y sacamos la cifra de 21.000 que llevan más de un año esperando. Hay 160.000 pacientes en lista de espera quirúrgica, además hay 660.000 en listas de espera para primera consulta de especialista. Si se mueven mucho las listas de espera de especialista se colapsan las de medio diagnóstico y se vuelve otra vez a colapsar la lista de espera quirúrgica. Entonces, la cuestión era: ¿cómo quitamos esa suma? Por eso hemos empezado a priorizar, los que llevan más de un año esperando y los que llevan más de 180 días fuera de Decreto, y ahí vamos a priorizar. También vamos a priorizar en listas de espera de especialidades, pero tendremos que reforzar medio diagnóstico porque si aligeramos mucho esta, se colapsa otra vez la otra. Todo esto me ha servido para saber dónde tengo que hacer cambios desde el punto de vista de la gestión.
¿Qué se está haciendo en materia de humanización?
En humanización vamos a preparar un plan con la Fundación Humans, ya he hablado con su director, Julio Zarco, para que me mande lo que han hecho ellos en Madrid. He ido a varios hospitales para ver cómo están trabajando en este ámbito. Yo le llamo las pequeñas cosas. Tengo que buscar en mis profesionales la efectividad y la afectividad, que miren a los ojos del paciente y le ayuden en todo, son pequeñas cosas que no cuestan nada y hacen mucho. Creo que los profesionales deberíamos de entrar alguna vez al hospital en horizontal, sería un ejercicio muy formativo, sobre todo para ver la diferencia de cuando vas de paciente a cuando eres profesional sanitario, para que nos acostumbremos a ponernos en la piel del paciente.
¿Qué opina de la colaboración público-privada en el sector sanitario?
Nosotros no jugamos a que lo público es lo bueno y lo privado lo malo, nuestro juego es que la Sanidad es una, de todos y para todos los pacientes. Actualmente, en privada en lo que es concierto nos gastamos unos 180 millones de euros, todo el Alfaraje sevillano lo lleva San Juan de Dios, los hospitales de Pascual llevan parte de Cádiz…en todas las provincias y en todas las comunidades autónomas se suman recursos públicos y privados. El paciente ni se entera si tú eres laboral o estatutario, el paciente lo que quiere es ser atendido a la mayor rapidez posible y con la máxima calidad. Luego, público-privado sí porque suma recursos. La financiación de la sanidad es pública, en cuanto a la provisión, cada comunidad autónoma hace lo que considera oportuno (pública, privada o mixta, como sea). Nuestra provisión es una y otra, vamos a mantener los conciertos que tenía la Junta de Andalucía Socialista, pero a ellos les daba pudor decir que existían.
¿Qué se está haciendo en materia de I+D+i?
En investigación, a través de la Secretaría, vamos a potenciar cualquier tipo de investigación que se pueda trasladar luego al paciente. Tenemos magníficos investigadores, dentro de la Fundación tenemos magníficos grupos de investigación, pero queremos que la dualidad clínico- investigador sea una realidad, ahí estamos trabajando en nuevos modelos. Ahora mismo estamos firmando los nuevos contratos programa con las diferentes unidades de gestión sanitaria donde había una serie de ítems (hasta 200) que eran imposibles de cumplir y lo hemos pasado a 35-40 ítems, pero con criterios en salud, queremos saber los resultados en salud de cada una de las unidades de gestión sanitaria.
¿Cómo se encuentra el parque tecnológico de las infraestructuras sanitarias? ¿Tiene previsto incorporar alguna?
En el primer Consejo de Gobierno anunciamos la puesta en marcha, en cada una de las provincias, de un equipo de profesionales que son los que decidirán qué infraestructuras sanitarias son necesarias en cada provincia, y que no sean los políticos quienes digan las necesidades que tiene una sociedad, sino que sean los profesionales sanitarios. Ya lo hemos puesto en marcha y hemos dado orden, ya se está trabajando en ello en todas las delegaciones. Hemos puesto unos ítems, donde entrarán sociedades científicas, sindicatos, pero todos profesionales sanitarios, dejando a un lado a los políticos.
Hay muchas obras que ahora mismo están en construcción y todo lo que sea nuevo se va a valorar y se va a estudiar. Seguramente hay muchos hospitales a los que haya que hacerles un lavado de cara, y renovar los aparatos tecnológicos. Gracias a Amancio Ortega los equipos de radioterapia oncológica son magníficos.
¿Cuándo se podrá hacer efectivo el cambio de modelo de compra de medicamentos?
La última subasta se firmó en diciembre del 2018, este gobierno es serio y tiene que mantener los compromisos firmados con todas las empresas, pero este no es nuestro modelo ni el de ninguna comunidad autónoma. Nosotros estamos ahora mismo en negociaciones con las empresas fabricantes de genéricos, con la CACOF (Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos) con las distribuidoras, con todas… para ver qué tipo de modelo vamos a seguir.
¿Cómo se puede implicar a los pacientes en la toma de decisiones?
Todo el mundo habla de los pacientes, pero sin los pacientes, ¿cómo incluimos a los pacientes en la toma de decisiones?, ¿cómo articulamos las nuevas tecnologías con el paciente informado y desinformado?, ¿cómo conseguimos mantener la confianza y la credibilidad de los profesionales sanitarios ante un paciente nuevo? Esto es un reto que tenemos, pero que la Ley de Autonomía del Paciente nos marca de forma clara cuáles son las líneas que debemos seguir, y las líneas son que el paciente tiene que estar informado por parte de los profesionales sanitarios y tiene que ser copartícipe de las decisiones.
Tendremos que hacerlo, los representantes de los pacientes actualmente para mí son las propias asociaciones de pacientes, porque son muchas veces las que nos van guiando a los propios políticos a la hora de priorizar los recursos hacia un tema. Al paciente hay que implicarlo en todo, porque es su salud. Todos sabemos que hay que hacerlo, pero nadie sabe cómo lo vamos a articular.
¿Qué se va hacer con organizaciones como la Escuela Andaluza de Salud?
Creo que hay muchas organizaciones y muchas tienen dualidad y hacen actividades muy parecidas, tendremos que sumar recursos y optimizar lo que hay, también tenemos que ser eficientes en la gestión de esos recursos. La Escuela tiene su nombre y habrá que abrirla al exterior, la suma de público-privada puede ser muy buen punto de partida, ACSA tiene una calidad en su agencia de evaluación a nivel de grandes hospitales e incluso de ámbito internacional. A lo mejor también hay que incluir a los colegios profesionales en la acreditación de las competencias de los profesionales, a las sociedades científicas… No quepa duda de que todo esto va a cambiar, pero para bien.
Tenemos que optimizarlo y salvaguardar los derechos adquiridos de todos los trabajadores e intentar sacar el máximo rendimiento. Algunas cosas funcionan bien y eso habrá que alentarlo y apoyarlo, y lo que según nuestro criterio funcione mal o haya una duplicidad habrá que optimizarlo.