«La transformación digital es la clave para mejorar la accesibilidad y calidad del sistema sanitario andaluz»

Ismael Vargas Pina, director general de Sistemas de Información y Comunicaciones del Servicio Andaluz de Salud (SAS), destaca en esta entrevista cómo la digitalización está revolucionando la sanidad en Andalucía. Desde la implantación de la telemedicina hasta el uso de inteligencia artificial y big data, el SAS apuesta por la innovación tecnológica para optimizar la atención al paciente, garantizar la interoperabilidad y mejorar la eficiencia de los recursos sanitarios.

El SAS ha apostado por la creación de la Dirección General de Sistemas de Información y Comunicaciones, ¿cuáles fueron los principales motivos para crear esta nueva dirección y qué objetivos se han planteado a corto y largo plazo?

La creación de la Dirección General de Sistemas de Información y Comunicaciones (DGSIC) del Servicio Andaluz de Salud (SAS) responde a una clara convicción de la dirección gerencia del SAS y de la consejera de Salud y Consumo sobre la necesidad de potenciar y poner el foco en la transformación digital del sistema público sanitario de Andalucía como la principal herramienta en la actualidad para seguir mejorando la accesibilidad, sostenibilidad y calidad de la atención sanitaria en Andalucía.

La pandemia destacó la importancia de la transformación digital de las organizaciones y sus procesos como vehículo para facilitar nuevas capacidades y las oportunidades que estas brindaban a la mejora de los servicios sanitarios. Un ejemplo claro y recordado fue la disrupción que supuso el uso hoy en día cotidiano de las videollamadas. En aquel momento como elemento obligado para permitir una continuidad en el servicio, y hoy en día como una medida de eficiencia en los procesos.

En un contexto de sociedad cada vez más envejecida, donde la atención de las enfermedades crónicas supone un claro reto, las tecnologías digitales abren la puerta a nuevos modelos de gestión y atención sanitaria. Estas herramientas permiten entre otras el seguimiento de los pacientes desde sus domicilios, reduciendo la necesidad de visitas presenciales y optimizando los recursos disponibles.

Este enfoque no solo mejora la eficiencia en los procesos de seguimiento, sino que también facilita a los profesionales médicos dedicar su tiempo a los casos que requieren atención prioritaria. Al mismo tiempo, se logra un beneficio significativo para los pacientes al promover la «humanización digital» en la atención sanitaria.

Como objetivos a corto plazo y antes de avanzar en ninguna línea estratégica nos marcamos el objetivo de la «previsibilidad». Es especialmente relevante que una organización como el Servicio Andaluz de Salud sea previsible en sus actuaciones en materia de transformación digital.

Para ello, el Programa Marco SAS Digital permitirá a todos los profesionales del SAS, a los centros directivos, a los cargos de dirección, a nuestros proveedores, y a todos nuestros stakeholders en general disponer de una visión clara de las líneas de actuaciones que regirán la transformación digital del SAS en los próximos años. E igualmente importante conocer qué línea de actuación no estarán presentes en dicha transformación digital.

A esto se le incluye la cuestión más relevante dentro del concepto de previsibilidad, que es la respuesta a «¿por qué?» las líneas de actuación incluidas en el Programa Marco SAS Digital lo estarán y por qué las que no han sido incluidas no.

Este objetivo nos permitirá plantar unos cimientos sólidos, compartidos y conocidos como clave para garantizar la alineación de todas las actuaciones de transformación digital y organizacional en una misma dirección.

Como objetivos a largo plazo planteamos objetivos con un alcance verdaderamente retador. En ellos pondremos el foco en la necesaria sostenibilidad digital que implica potenciar, evolucionar y aumentar los servicios digitales que prestamos, pero de una forma más eficiente y escalable. Foco indudable en el servicio. No somos una empresa tecnológica. Somos una organización sanitaria y a la mejora de sus servicios nos debemos todos como organización. Mejora entendida no solo como más servicios, sino también como servicios más satisfactorios, y puestos a disposición para su aprovechamiento de forma mucho más ágil.

Otros grandes objetivos versarán sobre el aprovechamiento de nuestro «oro líquido», que son los datos. Andalucía dispone de una de las mayores historias clínicas de Europa fruto de su larga trayectoria. A modo de ejemplo, el PACS del servicio andaluz de salud es el mayor repositorio de imágenes radiológicas de Europa, y el mayor repositorio centralizado en el mundo. Es primordial para la organización aprovechar este gran potencial para la mejora de los diagnósticos clínicos, la accesibilidad, la asistencia sanitaria en general, y la eficiencia en los procesos organizativos entre otros.

Sobre esta base supondrá un reto adicional una correcta incorporación de tecnologías emergentes que vienen a aportar mucho, como es la inteligencia artificial, pero que requiere un despliegue e incorporación ordenado y correctamente gobernado en un ámbito en el que trabajamos con datos especialmente protegidos como los que conforman la historia clínica de los pacientes.

Y no hay que olvidar por último la relevancia máxima que debe tener acompañar los avances en todas estas cuestiones de una correcta gestión y planificación de la ciberseguridad desde el diseño, lo que debe permitirnos aprovechas las oportunidades que brinda la transformación digital desde una óptica segura.

¿Cómo está afectando la transformación digital en la prestación de servicios de salud en Andalucía y qué medidas se están tomando para asegurar que esta digitalización beneficie a los usuarios finales?

La transformación digital está revolucionando la forma en que se prestan los servicios de salud en Andalucía, con un impacto significativo tanto en la eficiencia de los procesos sanitarios como en la experiencia de los usuarios finales. Gracias a esta digitalización, los usuarios pueden acceder a servicios como la cita previa, la consulta de informes médicos, de los resultados de laboratorio o de sus imágenes de pruebas diagnósticas de manera rápida y sencilla a través de plataformas como ClicSalud+ y la aplicación Salud Andalucía. Además, la teleconsulta y la telemonitorización han eliminado barreras geográficas, mejorando el acceso a la atención sanitaria en áreas rurales o de difícil acceso. Estas herramientas también permiten integrar información clínica en tiempo real a través de sistemas como Diraya, lo que reduce redundancias y mejora la toma de decisiones clínicas, al tiempo que optimizan los recursos disponibles para prever la demanda sanitaria, o que un andaluz pueda acudir a una farmacia en Islandia y obtener la dispensación de los medicamentos que el médico le prescribió en Andalucía.

Otro aspecto crucial es el diseño centrado en el usuario, en el que la evolución de las plataformas digitales y herramientas tecnológicas que utilizan tanto los profesionales como la ciudadanía deben alinearse bajo principios de accesibilidad universal, garantizando que sean intuitivas y utilizables para personas con distintas capacidades, y con un claro foco en la mejora de la experiencia de los usuarios y en habilitar los mecanismos necesarios para la participación activa de los mismos.

Un tema crucial es la interoperabilidad de los sistemas. ¿Cómo se está avanzando en la integración de datos entre los diferentes sistemas del Servicio Andaluz de Salud y otras entidades sanitarias?

La interoperabilidad es un pilar esencial para garantizar un sistema sanitario eficiente, conectado y enfocado en las necesidades de los pacientes. En el SAS se han logrado avances significativos gracias a una estrategia consolidada de gobernanza en interoperabilidad implementada hace años. Esto ha permitido establecer un modelo homogéneo y estándar de interoperabilidad en todos los centros sanitarios de la región, facilitando una integración más eficiente y extensa tanto de soluciones digitales propias como de herramientas departamentales desarrolladas por terceros.

Durante estos años no han sido pocos los avances en interoperabilidad a nivel nacional, fruto de un trabajo conjunto de todas las comunidades autónomas junto con el Ministerio de Sanidad que ha permitido que se posible y que avance permitiendo nuevos servicios año tras años. A modo de ejemplo, gracias a estos avances, un ciudadano andaluz al que su médico le ha prescrito un tratamiento puede recoger sus medicamentos en una farmacia situada en Islandia o en cualquier otro país participante. Este ejemplo práctico subraya la importancia entre otros de la receta electrónica interoperable y el acceso transfronterizo a los datos sanitarios.

El reto ahora es mirar hacia el futuro que nos marca el Espacio Europeo de Datos Sanitarios, una iniciativa que promete transformar la forma en que se gestionan los datos en el ámbito de la salud. Este espacio establece un marco común para permitir tanto el uso primario de los datos sanitarios implementando nuevos derechos sobre los mismos para el ciudadano garantizando la interoperabilidad entre entidades públicas y privadas y de diferentes regiones, como el uso secundario de estos para fines como la investigación o la innovación. Para Andalucía, esto significa no solo mejorar la interoperabilidad interna entre diferentes niveles asistenciales, sino también poner el foco en la interoperabilidad entre diferentes entidades sanitarias permitiendo nuevos servicios a la ciudadanía.

La pandemia aceleró la implementación de la telemedicina. ¿Cuáles son los próximos pasos para seguir desarrollando este servicio dentro del SAS y qué papel juega la tecnología en la mejora de la atención remota?

La telemedicina en Andalucía ha experimentado un desarrollo significativo en los últimos años, consolidándose como una herramienta clave para acercar la atención sanitaria especializada a toda la población, independientemente de su ubicación. Este progreso se ha logrado gracias a iniciativas pioneras que sirvieron de modelo para expandir el alcance de la atención remota en el Sistema Andaluz de Salud (SAS).

Uno de los proyectos originales que marcó el camino fue Telederma, una iniciativa que revolucionó la dermatología al permitir que los pacientes fueran atendidos desde atención primaria sin necesidad de desplazarse al hospital. Telederma no solo facilitó el diagnóstico y tratamiento de patologías dermatológicas, sino que también optimizó los tiempos de respuesta y redujo la carga asistencial en los centros hospitalarios. Este proyecto sentó las bases para Teleconsulta, una evolución que permitió extender este modelo a otras especialidades médicas, consolidando la telemedicina como un componente esencial del sistema sanitario andaluz.

El impacto de estas iniciativas también se reflejó en la puesta en marcha de programas como el Plan de Ictus de Andalucía, que incorporó herramientas de telemedicina bajo el proyecto Teleictus. Gracias a esta innovación, se ha logrado asegurar la aplicación de tratamientos específicos en un tiempo crítico, vital para garantizar la mejor recuperación de estos pacientes. Este enfoque resulta especialmente beneficioso en zonas rurales o alejadas, donde los profesionales especializados no siempre están disponibles debido a las barreras logísticas. Mediante Teleictus, los especialistas pueden intervenir de forma remota, proporcionando atención incluso en los lugares más remotos de Andalucía.

Los próximos pasos para seguir desarrollando la telemedicina en el SAS incluyen la implementación de programas de telecuidados y telemonitorización domiciliaria. Estas iniciativas permitirán que los pacientes participen activamente en sus cuidados desde el hogar y posibilitarán la monitorización remota, activando recursos asistenciales de manera automática ante la detección de escenarios adversos.

La tecnología continuará desempeñando un papel crucial en la mejora de la atención remota, permitiendo el acceso a servicios sanitarios de calidad en tiempo récord y promoviendo una sanidad más equitativa y accesible.

En muchos sectores, el uso de la IA y el análisis de grandes volúmenes de datos está revolucionando los procesos. ¿Qué rol juegan estas tecnologías en los sistemas de información del SAS y qué aplicaciones ve más prometedoras?

El papel de la inteligencia artificial (IA) y el análisis de grandes volúmenes de datos es cada vez más relevante en los sistemas de información del SAS. Estas tecnologías ofrecen un gran potencial para mejorar tanto la accesibilidad a los recursos sanitarios como la calidad de la atención en diferentes niveles asistenciales.

En el ámbito de la IA, uno de los usos más consolidados es su aplicación como herramienta de apoyo en la sospecha diagnóstica basada en imágenes diagnósticas. Esta tecnología, ya madura, ha demostrado ser una aliada crucial para agilizar los diagnósticos y mejorar su precisión. Este enfoque no solo optimiza los tiempos de respuesta, sino que también contribuye a una gestión más eficiente de los recursos sanitarios especializados.

En un futuro próximo, la IA va a tener también un enorme potencial en la atención primaria, donde puede desempeñar un papel clave en la determinación de sospechas diagnósticas desde el primer contacto con el paciente. Esto no solo mejorará la calidad de la atención en este nivel fundamental del sistema, sino que también optimizará las derivaciones y actuaciones posteriores, reduciendo la incertidumbre diagnóstica en etapas iniciales y garantizando una atención más precisa.

Por otro lado, el SAS mantiene una clara apuesta por la orquestación y la gestión de procesos mediante herramientas de IPA (Intelligent Process Automation). Estas soluciones combinan la automatización de procesos con la sistematización de guías clínicas, integrando las capacidades adicionales que aporta la IA. De esta forma, el SAS podrá garantizar que los procesos asistenciales sean más eficientes, homogéneos y adaptados a las necesidades de los pacientes.

En cuanto al análisis de grandes volúmenes de datos, el SAS cuenta con una plataforma avanzada de big data fruto de un convenio de colaboración con Red.es. Esta infraestructura permite analizar y extraer valor de los datos generados en el sistema sanitario, favoreciendo una mejor planificación de los recursos, el desarrollo de estrategias preventivas y una atención más personalizada. Los datos sanitarios, considerados el «oro líquido» de la organización, se convierten así en un recurso fundamental para mejorar los resultados en salud y la eficiencia en el uso de los recursos sanitarios.

¿Cómo ve el futuro de la sanidad digital en los próximos 5 años? ¿Cuáles cree que serán los principales avances tecnológicos que transformarán la forma en que se prestan los servicios de salud?

El futuro de la sanidad digital en los próximos cinco años se perfila como un periodo de transformación clave en el que la eliminación de la obsolescencia tecnológica acumulada será uno de los principales retos y prioridades. El objetivo principal será lograr que de forma generalizada el sistema sanitario esté tecnológicamente alineado con el nivel que puede corresponder a este año 2025. Esto representará un salto cualitativo que permitirá modernizar y evolucionar iniciativas que, aunque pioneras en su momento, han quedado rezagadas debido a su antigüedad y nivel de actualizaciones.

Entre los avances tecnológicos más prometedores que transformarán la forma en que se prestan los servicios de salud, va a destacar sin duda el uso de la inteligencia artificial (IA) en múltiples ámbitos. En accesibilidad, ayuda al diagnóstico, tratamientos, o seguimiento del paciente, permitiendo un enfoque más personalizado y proactivo en la atención de este.

Además, la interoperabilidad será un pilar fundamental. La consolidación del Espacio Europeo de Datos Sanitarios revolucionará la forma en que se comparten y gestionan los datos clínicos, tanto a nivel nacional como transfronterizo, garantizando una atención más coordinada y eficiente. Este avance permitirá una mayor integración entre la sanidad pública y privada, promoviendo la continuidad asistencial y facilitando la colaboración entre entidades.

La digitalización de los procesos administrativos y asistenciales también jugará un papel crucial. La adopción masiva de herramientas de automatización de procesos (IPA) mejorará la eficiencia operativa y permitirá a los profesionales sanitarios centrarse en tareas de mayor valor.

En resumen, los próximos cinco años serán decisivos para sentar las bases de una sanidad digital moderna, sostenible, y eficiente.

En el ámbito tecnológico, es necesaria la colaboración con el sector privado. ¿Qué papel juega la colaboración público-privada en el desarrollo de los sistemas de información del SAS?

La colaboración público-privada desempeña un papel relevante en el desarrollo y evolución de los sistemas de información del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Andalucía cuenta con una amplia trayectoria en este tipo de alianzas, compartiendo camino durante más de dos décadas con proveedores tecnológicos de primer nivel, tanto nacionales como internacionales. Esta

cooperación ha sido fundamental para permitir la digitalización del sistema sanitario y seguirá siendo crucial para afrontar los retos que implica la transformación digital de un sistema de la magnitud del andaluz en nuestros días.

Gracias a estas alianzas, el SAS ha podido beneficiarse de la importación de experiencias exitosas en otras comunidades y países, adaptando procesos de desarrollo y soluciones probadas a las necesidades específicas de nuestra región. Al mismo tiempo, Andalucía exporta a través de ellos la experiencia y conocimiento en digitalización sanitaria, convirtiéndose en un referente para otras regiones que buscan implementar iniciativas similares.

Las empresas aportan no solo las herramientas y plataformas tecnológicas necesarias, sino también su experiencia en la gestión de proyectos y su capacidad para afrontar retos logísticos y operativos a gran escala. Esto ha facilitado la puesta en marcha de proyectos clave como Diraya que conforman la plataforma de historia clínica electrónica unificada de Andalucía.

En el futuro, esta colaboración seguirá siendo esencial para afrontar los nuevos retos de la sanidad digital que venimos desgranando.

¿Qué papel están jugando las herramientas digitales y los sistemas de información en la mejora de la gestión de las listas de espera y citas médicas?

Las herramientas digitales y los sistemas de información están desempeñando un papel clave en la mejora de la gestión de las listas de espera y las citas médicas en Andalucía. Uno de los objetivos prioritarios que se ha establecido es atender las solicitudes de citas de los pacientes de atención primaria en un plazo máximo de 72 horas. Este desafío se está abordando mediante la implementación de diversas iniciativas digitales que permiten una gestión más eficiente y precisa.

Gracias a la digitalización y el registro exhaustivo de todas las solicitudes de citas, es posible conocer con exactitud el volumen de citas no atendidas. Esta información ha permitido implementar mecanismos de reorganización de recursos en los centros de salud, adaptándolos a la demanda real en cada centro.

Además, el uso de análisis de datos y analítica avanzada va a facilitar la identificación de patrones de demanda y la optimización del uso de los recursos disponibles para abordar las listas de espera.

Por ejemplo, la predicción de picos de demanda permite planificar de manera anticipada la asignación de recursos sanitarios, garantizando una atención más oportuna.

Otro aspecto destacado es la automatización de procesos. Gracias a servicios como la cita previa, no solo se optimiza la gestión de las agendas médicas, sino que también se notifican de manera eficiente a los pacientes cambios o confirmaciones de citas. Además, los pacientes tienen la posibilidad de anular citas en caso de no poder acudir, facilitando así que otro paciente pueda aprovechar ese espacio y evitando el no aprovechamiento de esos recursos.

¿Cómo se están utilizando los sistemas de información para gestionar de manera más eficaz el personal sanitario, desde la planificación de turnos hasta la formación continua?

En el ámbito de personal, estamos actualmente inmersos, al igual que en otros ámbitos, en la renovación tecnológica de los sistemas de información que los sustentan. En este caso Gerhonte cumple en este 2025 su 25 aniversario y ello supone, que además de aportar nuevo valor con el desarrollo de nuevas funcionalidades, es necesario renovar las mismas.

Así en el ámbito de la capacitación de los profesionales, comenzaremos en este 2025 la renovación de los sistemas de información que gestionan los programas de formación continua de los profesionales. Los actuales sistemas de gestión de formación han permitido un gran avance en esta materia, con una volumetría enorme de opciones formativas en toda la región gestionadas de forma homogénea.

En el ámbito de la gestión de turnos, incidencias, y planificación de profesionales en general igualmente la gestión centralizada de las mismas mediante Gerhonte facilita una visión y gestión global a nivel región. Sin embargo, todos estos procesos están llamados a ser renovados para fomentar una gestión telemática de todos los procesos que a la fecha no lo están, así como a ser eficientados como comentábamos mediante una clara orientación hacia la orquestación de procesos. Pedir unas vacaciones es un proceso, cambiar un turno con un compañero es un proceso, contratar a un profesional es un proceso, etc.

En la gestión sanitaria, uno de los grandes desafíos es la integración de servicios entre atención primaria y especializada. ¿Cómo están ayudando los sistemas de información a mejorar la coordinación entre estos dos niveles asistenciales?

La integración de servicios entre atención primaria y especializada es un desafío fundamental en la gestión sanitaria, y los sistemas de información están desempeñando un papel crucial para superarlo. Uno de los pasos más importantes en este sentido es la eliminación de los silos que tradicionalmente han fragmentado la continuidad asistencial. Durante la pandemia de LA COVID-19, se evidenciaron las limitaciones de esta fragmentación cuando fue necesario que profesionales de atención primaria y hospitalaria trabajaran juntos en residencias medicalizadas. En ese momento, la separación de las herramientas digitales por ámbitos suponía una barrera significativa, a pesar de que estas estuvieran integradas a nivel técnico.

A partir de esta experiencia, los sistemas de información están evolucionado hacia un enfoque transversal y sostenible que prioriza el desarrollo de soluciones digitales diseñadas para atender de forma muy trasversal las necesidades de diferentes ámbitos de negocio. Estas soluciones abarcan no solo el ámbito asistencial, sino también gestión de recursos humanos, aspectos económico-financieros, entre otros. Este enfoque permite una reutilización máxima de las herramientas digitales, eliminando duplicidades y favoreciendo una integración funcional entre los distintos niveles asistenciales.

La clave radica en que estas soluciones no están compartimentadas por ámbitos específicos, sino que se desarrollan con un alcance funcional concreto que pueda aplicarse de forma uniforme y trasversal en atención primaria y hospitalaria. Un ejemplo puede ser «Constantes» que es un sistema de información del ecosistema Diraya que facilita la recogida de constantes del paciente en diferentes ámbitos asistenciales de forma unificada. Esto garantiza que la información clínica fluya sin interrupciones entre los distintos niveles asistenciales, facilitando la coordinación de los profesionales.

En términos de mejora continua, ¿cómo utilizan los sistemas de información para gestionar y evaluar la calidad asistencial ofrecida en los centros de salud, y qué herramientas permiten la monitorización y control de esta calidad?

Los datos que recopilan la historia clínica electrónica de Andalucía son muchos y muy valiosos. Esta enorme cantidad de datos, con gran porcentaje datos estructurados, permite un amplio análisis con iniciativas como la Base Poblacional de Salud (BPS) para la mejora de la salud de los pacientes, o iniciativas enfocadas a la mejora del uso de recursos como las citas y agendas disponibles en atención primaria o la gestión de los recursos necesarios para mejorar las listas de espera.

Andalucía cuenta ya con una infraestructura para el análisis avanzado de datos fruto de un proyecto en colaboración con Red.es que nos ofrecerá poco a poco capacidad de toma de decisión en ámbitos que hasta la fecha eran complejos. Un ejemplo de ello es el análisis de los cupos de atención primaria, basados hasta la fecha en las Tasas Ajustadas por Edad, y que pueden ser reevaluados en base a grandes cantidades de datos para obtener distribuciones óptimas.

En un entorno de recursos limitados, ¿cómo contribuyen las nuevas tecnologías a mejorar la relación coste-eficiencia en la gestión sanitaria del SAS? ¿Cómo se mide el retorno de la inversión en sistemas tecnológicos?

El uso de nuevas tecnologías es clave para eficientar la disponibilidad de recursos que son limitados como los quirófanos, los dispositivos de alta tecnología como TACs o terapias de protonterapia, o el trabajo de perfiles profesionales como pediatras o médicos de atención primaria. Habilitan igualmente escenarios como los telecuidados o la telemonitorización en domicilio que permiten poner foco en aquellos pacientes que requieren de todas las atenciones, frente a la atención a casos que se determinan banales.

Programas como la teleconsulta igualmente ayuda a eliminar costes innecesarios de desplazamiento de ambulancias de zonas alejadas hacia los hospitales de referencia, además de suponer un beneficio para el propio paciente, que evita tener que desplazarse largas distancias. Todo esto unido a las alternativas que abre la automatización que se consigue mediante orquestación y gestión de procesos, permite eficientar recursos no solo donde son escasos, sino en todos los ámbitos de la atención sanitaria.