“El medicamento más caro es el que no se toma”
Tras varios años complicados, el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos tiene más claro que nunca que la farmacia aporta valor social. Es por ello, que además de que los farmacéuticos siempre están en primera línea, desde el Consejo crean herramientas para facilitarles su labor. Además, de proyectos y logros que está alcanzando, Jesús Aguilar nos ha hablado sobre el 80 Congreso de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) y del 22 Congreso Nacional Farmacéutico, que se celebrarán paralelamente.
¿Qué balance hace de su presidencia del Consejo General de Colegios Farmacéuticos durante este último año?
Llevamos dos años complicados, dos años de pandemia. Este último año sigue siendo un año de pandemia, de pandemia para la sociedad y de pandemia muy importante para la farmacia. Los farmacéuticos seguimos con esa cruz verde siempre encendida y a disposición de todos los ciudadanos, lo hacemos con todos los sistemas de protección, porque seguimos manteniendo todas las precauciones y ya estamos viendo además que las olas siguen sumando números. Ha sido un año muy cansado, también un año de esfuerzo importante, seguido del año fuerte de la pandemia y en estos momentos estamos intentando reforzar todas las líneas que se abrieron durante la pandemia tanto desde el punto de vista social y asistencial como desde el punto de vista tecnológico.
¿Cuáles son los siguientes objetivos de la organización que preside de cara a un futuro próximo?
Objetivos tenemos muchos, los farmacéuticos tenemos 800 años de historia y pensamos estar, al menos, otros 800, tenemos que ir evolucionando al ritmo de la ciudadanía y de las necesidades de la población. En eso estamos trabajando, sobre la hoja de ruta que definimos para los próximos años, que empezamos a trabajarla antes de la pandemia y durante la misma resultó ser una hoja de ruta de éxito, ya que nos permitió responder a los grandes desafíos a los que nos enfrentamos.
Tenemos muchísimos retos que nos hemos marcado a nivel de la corporación farmacéutica, a nivel del Comité Directivo, a través de los tres ejes fundamentales de nuestra estrategia: asistenciales, digitales y sociales. Dentro de ellos, un número muy importante de hitos los estamos intentando llevar adelante en la parte asistencial. Queremos seguir con Mi farmacia asistencial, un proyecto por el que estamos intentando que, a través de la red de oficinas de farmacia, los ciudadanos tengan una mayor atención desde el punto de vista de la adherencia de los tratamientos o del seguimiento fármaco terapéutico. En el ámbito digital hay que destacar cómo durante esta pandemia hemos sido capaces, junto con los Consejos Generales de los Colegios de Médicos, de Dentistas y de Podólogos, de elaborar y de que sea una realidad la receta electrónica privada, única en el mundo, como ya fuimos pioneros con la receta electrónica pública. Seguimos empujando todas estas iniciativas que darán lugar a un mayor nivel de utilización de esa gran red de oficinas de farmacia, a nivel de una mejora y un impulso del sistema sanitario.
En España tenemos 22.198 farmacias. La farmacia española es una farmacia cercana. Tenemos dos grupos: las farmacias de barrio en las ciudades y las farmacias rurales. Dos de cada tres farmacias están fuera de las capitales de provincia y esto es una conquista social del ciudadano, no es una conquista de los farmacéuticos.
Las últimas encuestas, como la de GAD3, dice que el 91% de los ciudadanos estaban super satisfechos del papel de la farmacia y de los farmacéuticos. Otra que ha hecho la OMS habla de un 84% en la misma situación. Los ciudadanos han encontrado en las farmacias la asistencia sanitaria y la asistencia social.
El tema de la soledad no deseada de mucha población se ha resuelto a través de las oficinas de farmacia y de los farmacéuticos, había muchas veces que a los ciudadanos les teníamos que decir que dejasen de ir a las farmacias, el primer mes del mes donde todos teníamos que estar en casa, ese mes visitaron las farmacias 30 millones de personas. Este dato muestra ese valor social de las farmacias y la confianza de los ciudadanos en su farmacéutico.
¿Qué valoración puede hacernos de la profesión en el momento actual en España?
Nosotros estamos muy orgullosos del trabajo que hacemos, pero la valoración tuya, de tu trabajo, la tienen que hacer los demás, nosotros no debemos ser los que hagamos esa valoración. Nosotros debemos escuchar lo que diga toda la población y lo que digan las administraciones a la hora de poder mejorar todavía más nuestra prestación. Nosotros siempre hemos dicho, que todavía no se ha comprendido de manera clara, que utilicen la red de farmacias, que utilicen los servicios farmacéuticos que tenemos. Posiblemente no hay una buena utilización todavía de todo lo que puede ser el potencial de los farmacéuticos.
¿Qué importancia le dan desde el Consejo a la seguridad del paciente?
Toda. La seguridad del paciente para nosotros es fundamental. Por ejemplo, en un acto que todos pensamos que es bueno, el dato normal de la propia receta, tenemos que acordarnos de las recetas escritas a bolígrafo que todavía existen, eso es seguridad del paciente. En este sentido, todos los pasos que se han dado a nivel de la receta electrónica pública, de la receta electrónica privada, forman parte de ese impulso y de ese querer que la seguridad del paciente sea importante.
Esto desde el punto de vista de la prescripción y la dispensación de los medicamentos, pero también desde el punto de vista de las competencias. Los farmacéuticos somos los expertos en los medicamentos, cada uno estudia en su grado, en sus carreras, sus asignaturas, unos estudian para diagnosticar, otros estudian para cuidar y otros estudiamos los medicamentos.
La seguridad del paciente en cuanto al medicamento es muy importante. Nosotros entendemos que el medicamento no es un bien de consumo, es una herramienta terapéutica para mejorar, aliviar o curar ciertas patologías. Pero los medicamentos, nosotros así los hemos estudiado, son drogas y no son productos que se consuman porque uno quiere consumir de manera ociosa o de manera irresponsable. Esa seguridad del paciente en este país lo tenemos muy en vena, los medicamentos no se pueden banalizar, debemos tener una información correcta y transmitirle al ciudadano los riesgos de tomar ciertas cosas o ciertos productos y los riesgos de no hacerlo.
El medicamento más caro es el que no se toma, esas enfermedades como el colesterol, la tensión… este abandono terapéutico al final provoca un mayor ingreso hospitalario de los ciudadanos, una mayor necesidad de atención primaria y una mayor urgencia. En esa seguridad del paciente debemos tener claro cuáles son los roles de todos y de cada uno de quienes son los expertos a la hora de poder indicar, hacer seguimiento o hacer adherencia de los tratamientos.
Últimamente parece que ya no importa tanto las competencias que tengas desde el punto de vista formativo, sino las necesidades que tiene el país y yo creo que las necesidades del país son una cosa y la necesidad de que los de que los facultativos estemos formados para lo que tenemos que estar formados es otra.
Con lo cual, esa seguridad del paciente desde el punto de vista del control del medicamento, de esa dispensación y de la entrega del medicamento por parte del farmacéutico es muy importante. Ahora empiezan a aparecer también empresas por todos los sitios en las que ofrecen el poder hacer esa entrega de los medicamentos en domicilio a través de personas que no se saben que son y de sistemas donde no están controlando las necesidades del propio medicamento. Todo esto que ha dado lugar un poco también la pandemia, tenemos que reformularlo entre todos para dar una seguridad al paciente. No puede ser que los medicamentos queden en la casa de la vecina, en la tienda de abajo, en la frutería de enfrente, sin indicaciones, sin que el farmacéutico haya intervenido en esa opción de seguridad ante el ciudadano y ante el paciente.
¿Cómo se puede hacer sostenible el mantenimiento de las farmacias rurales?
La ruralidad en España se entiende como los municipios de menos de 5000 habitantes. Entonces, entre un municipio de 5000 y un municipio de 100, hay diferencias. En el mundo rural tenemos un problema de base y es que si no hay ciudadanos no se puede hacer. Es un problema porque ni se sostiene la farmacia ni se sostiene nada.
Podemos llegar a tener una farmacia y no tener habitantes y lo podemos sostener de muchas maneras y entre todos. Pero aquí tenemos que hablar de la necesidad de los servicios y en esa necesidad estamos observando cómo en muchísimos municipios de la España vaciada no hay ciudadanos y si cada vez tenemos menos ciudadanos, tenemos dificultades para mantener lo que sea en estos momentos. Entonces, ¿cómo lo hacemos sostenible? teniendo más habitantes, sino tendremos que buscar otras fórmulas, porque si no es absolutamente imposible, el farmacéutico no es un funcionario del Estado y, por lo tanto, no tiene asegurado una retribución. Nosotros tenemos el sistema que tenemos de retribución profesional y va en base al número de pacientes a los que tú atiendes.
Hoy en día hay comunidades autónomas que les gustaría que los farmacéuticos hiciésemos otras muchas más funciones, porque al final llegamos a ser hasta la cara visible de la propia administración dentro del municipio, pero para eso tienen que tomar decisiones los políticos.
¿Cuál es la utilidad del Centro de Información sobre el Suministro del Medicamento (Cismed) para el Consejo?
El Consejo General desarrolló esta herramienta en un momento en el que de manera permanente y constante teníamos dificultades para encontrar los medicamentos que teníamos prescritos por los profesionales, era un horror el encontrar ciertos tipos de medicamentos por falta de suministro de manera permanente y constante. Nosotros la verdad es que un poco cansados de todo este tema, decidimos montar un sistema por el cual todas las noches, de manera automática, los sistemas informáticos transmiten cuáles son las faltas de suministro de los medicamentos. Y por la mañana vemos una foto de lo que pasa en el país con todos los medicamentos. Esta herramienta ha demostrado ser excelente a la hora de ver y prevenir situaciones importantes.
Nuestro interés es que el ciudadano tenga ese medicamento, que es el medicamento que le han prescrito y tiene esa necesidad. Para los farmacéuticos es muy importante esta herramienta, y ahora está siendo muy importante para las administraciones, porque se están dando cuenta de que es el dato real, que ahí es donde estamos diciendo realmente lo que está pasando todos los días, hasta tal punto que a nivel europeo se consideró como una de las mejores prácticas farmacéuticas y ahora estamos trabajando en un CISMED en Europa, junto a las delegaciones farmacéuticas de cinco países.
El Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha puesto a disposición de los ciudadanos BOT PLUS Lite, ¿nos puede contar en qué consiste exactamente?
Recientemente, decía un director general que la profesión farmacéutica es una de las más digitalizadas, y es verdad. O sea, desde tiempos inmemoriales todas las farmacias están informatizadas o digitalizadas, y eso significa que tenemos no solamente los sistemas de gestión de stocks de los productos para que no haya falta de esos medicamentos, sino que, además, dentro de todas las farmacias españolas tenemos un sistema de información una gran base de datos de medicamentos desarrolla por el Consejo General que es Bot Plus. Ese Bot Plus es una herramienta muy potente, es la herramienta más potente que hay en España sobre medicamentos, contraindicaciones, indicaciones sobre un montón de temas de efectos adversos sobre cada uno de los medicamentos. Es una fuente de información que nos sirve a nosotros a la hora de hacer las dispensaciones en las farmacias, el farmacéutico puede ver a través de la pantalla las posibles internaciones con el fármaco. Con esta información que tenemos de manera más técnica en las farmacias hemos hecho varias cosas.
Sobre la base de BOT PLUS desarrollamos una aplicación a través de un acuerdo con las fundaciones ONCE y Vodafone, una herramienta accesible para los ciudadanos, para las personas con discapacidad, para que los invidentes pudieran tener toda esa información a través. Y más recientemente hemos presentado Bot Plus Lite, que es una herramienta para el ciudadano, una herramienta para que en un momento determinado él pueda consultar cualquier información que quiera del medicamento, ver toda la información legal, el prospecto que has perdido…. Es una herramienta con información de más de 26.000 medicamentos, tecnológicamente abierta a todos los ciudadanos para que tengan una información precisa y veraz sobre todos los medicamentos.
¿Qué retos ha supuesto para el Consejo General de Colegios Farmacéuticos la participación en la organización del 80 Congreso de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) paralelamente con el 22 Congreso Nacional Farmacéutico?
La FIP es una organización que tiene mucha historia. Solamente se dejó de celebrar su congreso anual en la Segunda Guerra Mundial y cada año se hace en un país. En España solo se ha hecho una vez en la historia de estos 80 años, y esta va a ser la segunda vez que se hace. La primera vez se hizo en Barcelona, después de 40 años se hace en Sevilla. Para nosotros es muy importante realizar este Congreso, nosotros presentamos nuestra candidatura para hacer este congreso en el año 20, justo nos tocó la pandemia, tuvimos que suspenderlo y posponerlo.
Detrás de nosotros iba Australia, después iba a Sudáfrica y hay muchos países que tienen muchos intereses, que además ayudan a los congresos a que vayan a sus países. Así que hemos tenido que luchar por mantener ese congreso en España, por hacerlo presencial y que no fuese virtual, hacer un congreso online de farmacéuticos del mundo en Sevilla es como hacerlo en la mitad de la isla del Pacífico.
Al final, ellos han sido proactivos en este tema y nos han permitido ser la sede este año 2022. Por lo tanto, este congreso para nosotros es súper importante. Primero porque es un congreso sanitario de los más importantes, lo segundo porque se hace en España, lo tercero porque tenemos muchas lecciones aprendidas y tenemos que sacar muchas conclusiones entre todos, y lo cuarto, porque es el congreso del reencuentro.
Hay un programa científico muy importante y político desde el punto de vista de la farmacia, y un programa también muy importante desde el punto de vista del Congreso Nacional, donde además esperamos la presencia de todas las autoridades del país.
“Somos farmacéuticos: asistenciales, sociales y digitales” es el lema elegido para el 22 Congreso Nacional Farmacéutico, ¿por qué han elegido esta descripción?
Hace tres años este comité directivo, fijo esa nueva hoja de ruta que hizo para los próximos años, y entonces marcamos el lema “Somos farmacéuticos: somos asistenciales, somos digitales, somos sociales”. Y ahora que estamos saliendo de la pandemia, y la analizamos, se confirma que los farmacéuticos hemos sido asistenciales, digitales y sociales, ¿qué mejor lema que ese?
¿Con qué se van a encontrar los asistentes a este congreso mundial y nacional a la vez?
Espero que primero con muchos compañeros. Segundo, con una ciudad que nos espera con los brazos abiertos. ¿Y luego? creo que lo que se van a encontrar es muchísimas experiencias, a todos, en cada país y dependiendo de los sistemas a los farmacéuticos nos ha tocado ver muchas cosas, hacer muchas cosas, trabajar en muchas cosas, descartar cosas que se hacían y que no se deben hacer e impulsar otras en las que debe ser el futuro de la propia profesión, siempre en el servicio al ciudadano.