“Todos los avances que requieran un abordaje multidisciplinar exigen incremento de plantilla”
En esta entrevista para New Medical Economics, Eloína Núñez ha hecho un repaso de su trayectoria profesional y de los logros que ha conseguido. La gerente del Área Sanitaria de Santiago y Barbanza también ha contado sus proyectos en cuanto a salud mental, humanización y sellos de calidad, entre otras cuestiones.
Como gerente del Área Sanitaria de Santiago desde 2017, ¿qué balance puede hacernos de esta etapa?, ¿qué logros destacaría?
El mapa gallego está organizado mediante áreas integradas, lo que conlleva que el equipo directivo sea único tanto para la gestión de los centros de salud y de los hospitales. En el modelo anterior existía un gerente para cada hospital. En Galicia había 14 hospitales y, por tanto, 14 gerentes. Además, la Atención Primaria estaba dividida en 6 gerencias. Entonces, antes de llevar a cabo la reorganización, disponíamos de 20 gerentes con sus equipos y pasamos a ser 7 en total, que en la actualidad se encargan de gestionar los hospitales y centros de salud del área correspondiente.
Anteriormente, cada hospital tenía una historia clínica diferente y, además, Atención Primaria la suya propia. Uno de nuestros grandes logros ha sido disponer de una historia única, es decir, donde sea atendido el paciente dentro de esta comunidad autónoma, si el profesional sanitario escribe en la historia clínica de este paciente será accesible para el profesional sanitario de cualquier otro centro. El problema es que solo disponemos de esta herramienta en Galicia, puesto que no se aplica, por ejemplo, en Ponferrada o Asturias, que las tenemos próximas y colaboramos mucho. Aunque hemos avanzado mucho en cuanto a tecnología, es muy difícil trabajar por procesos sin disponer de una historia clínica única.
Disponemos de una serie de herramientas en la comunidad que nos facilitan realizar el trabajo por procesos, siendo única para todo el Servicio Gallego de Salud. Para el profesional es mucho más cómodo porque cuando redacta un informe, puede acceder a esa información desde cualquier parte. Considero que toda la tecnología que vamos poniendo en marcha deriva del trabajo que venimos haciendo en Galicia como el Plan de Asistencia al Ictus en Galicia (Plan Ictus). Comenzamos a implementarlo en esta área a través del Servicio de Neurología y se trata de un plan que reduce el tiempo entre la identificación y el tratamiento de esta patología mediante un código ictus que se realiza a través del 061.
Tras este Plan, comenzamos a desarrollar una serie de herramientas como son el PROGALIAM (programa gallego de atención del infarto agudo de miocardio), cuyo objetivo es disminuir la morbimortalidad y mejorar la expectativa de calidad de vida del paciente con SCACEST (síndrome coronario agudo sin elevación de ST) y promover la equidad en el acceso a las prestaciones del sistema sanitario para disminuir la variabilidad en el uso de recursos y tecnologías diagnósticas y terapéuticas. Es una manera de ser más rápidos en la atención de los pacientes. Hay patologías que son tiempo-dependientes, en las que es muy importante el ser rápidos o dar instrucciones a la persona que se encuentra con el paciente en ese momento.
Otro de los principales logros que destacaría es que disponemos de un Instituto de Investigación Sanitaria aquí en Santiago que es un instituto traslacional y dedicado a toda la parte sanitaria, pero donde conviven clínicos e investigadores que intentan buscar una solución a un determinado problema de salud.
En Galicia tenemos un problema con la dispersión geográfica por lo que también debemos trabajar con herramientas como las video consultas o e-consultas que acerquen a pacientes que no tienen fácil acudir al hospital, como puede ser un paciente de Carnota a Santiago, donde la comunicación no es especialmente buena. Lo que detectábamos desde el hospital era que los pacientes de los sitios peor comunicados venían menos a sus consultas que los pacientes que estaban más cerca. Entonces empezamos a cambiar el modelo, a trabajar con el proceso para realizar más videollamadas o e-consultas. Y ha sido un logro porque disponemos de estudios donde encontramos una disminución de mortalidad, porque los pacientes de esta manera se revisan y se cuidan más.
Todo esto se realiza a través de una herramienta de teleasistencia que se llama TELEA (Plataforma de Teleasistencia Domiciliaria), que la empezamos a utilizar en la pandemia con los pacientes que no requerían de ingreso y que podían permanecer en casa con una monitorización de sus constantes vitales. Desarrollamos un dispositivo informático aquí en el hospital con los datos de los pacientes que debían medir unas constantes, anotarlas y enviarlas. Además, teníamos otro dispositivo con enfermería y el médico de guardia y si ese paciente en un determinado momento empeoraba, en lugar de ir a urgencias venía directamente a la planta de hospitalización. Aunque en ocasiones existe cierto rechazo a las novedades, en esta situación de pandemia no hubo problema porque era un momento en el que todas las partes nos beneficiábamos de estos avances. Por eso no llegamos a necesitar un hospital de campaña, aunque lo teníamos planificado por si la situación lo requería.
Otro de los logros que destacamos es la aplicación de HIFU (Ultrasonidos Focalizados de Alta Intensidad) en el tratamiento del temblor esencial y el párkinson. En la gran mayoría de los casos, de forma inmediata el temblor mejora, un efecto del que el paciente se beneficia en una sola sesión. Galicia fue la primera comunidad autónoma de España en incorporar a la sanidad pública la técnica de ultrasonidos focalizados de alta intensidad para pacientes con temblor esencial y párkinson. Lleva aplicándose desde marzo de 2021 en el Hospital Clínico de Santiago. Hasta el momento, más de 100 pacientes se han beneficiado de esta técnica que sustituye a la intervención quirúrgica (el 93% con temblor esencial y el 7% con párkinson). No solo gallegos, sino también personas llegadas de otras partes de España. Cuenta con un equipo multidisciplinar de neurólogos, neurocirujanos y neurorradiólogos. A día de hoy, otros cuatro hospitales públicos en activo trabajan con esta técnica y, en breve, al menos otros tres se sumarán a la lista. Al ser un procedimiento no invasivo, no necesita ingreso previo y, tras la sesión el paciente recibe el alta en 24 horas. Como en cualquier tratamiento, pueden aparecer efectos secundarios que, en la mayoría de los casos, suelen resolverse en pocas semanas. Un mes después el paciente vuelve a revisión y, a partir de ese momento, se determinará el seguimiento que requiere por parte de los especialistas.
Otro de los principales logros que me gustaría destacar es el centro de protonterapia (radioterapia con protones) de Galicia que esperamos que comience su actividad a partir del año que viene. Se trata de casi 3.700 metros cuadrados dedicados a la terapia de protones, una técnica que aplica radiación directa a los tumores y destruye células cancerosas con una altísima precisión, lo que evita tratamientos innecesarios en tejidos sanos y acorta el tiempo de tratamiento. Es decir, una técnica con alta eficiencia y mayor seguridad que la radioterapia convencional, que se realiza con fotones o electrones. Esos casi 3.700 metros cuadrados serán el centro de protonterapia de Galicia, que aspira a ser el primero público en España y a trabajar en red, dando acceso a todos los radiofísicos de su área de influencia. Está previsto que atienda a pacientes no solo del Sergas, sino también de Asturias, buena parte de Castilla y León y quizá Portugal. Será el primer centro público que entre en funcionamiento en todo el sistema de salud a nivel estatal, y también será el único que cuente con un área destinada a la investigación, al margen de la meramente centrada en la terapia con los pacientes.
¿Cuáles son los retos que afronta la sanidad pública y en concreto el área sanitaria de Santiago?
El principal reto son los recursos humanos. Todos los avances que requieran un abordaje multidisciplinar exigen incremento de plantilla. Evidentemente se necesita incrementarla y no solo médicos, también enfermeras gestoras de casos, fisioterapeutas y otros profesionales sanitarios. Cada vez son más las profesiones sanitarias en las que no encontramos profesionales. En esta área este año tenemos 138 residentes de familia y hace cuatro años teníamos 32. Sabemos que necesitamos muchos profesionales de familia. La verdad que es hoy en día es lo que lo que necesitamos más y nos cuesta encontrarlos, por eso hemos incrementado las plazas de residentes.
Lo que intentamos es captar muchos más médicos con el fin de darle mejores condiciones. Actualmente hemos sacado a nivel del sistema público de Galicia plazas de 3 años, para los residentes que han acabado su formación este año, para los sitios donde detectamos la proximidad de jubilaciones. Estamos creando plazas tanto en atención primaria como en los hospitales comarcales, que es donde nos cuesta más encontrar especialistas. Sé que cada comunidad autónoma está haciendo esfuerzos porque tenemos un problema común que hay que solucionar: graduados en medicina salen, pero no pueden trabajar en el sistema público, así que tenemos que seguir incrementando plazas para poder formarlos.
Concretamente nuestra área a la hora de contratación tiene bastante facilidad porque hay una parte investigadora y docente atractiva a la hora de elegir las plazas. Pero competimos con muchas áreas que tienen condiciones similares y los nuevos profesionales también tienen otros valores, que no es solo el trabajo sino que además valoran su vida personal. Y creo que como sanidad pública debemos adaptarnos a los valores que tienen las nuevas generaciones.
El año pasado se aprobó el proyecto de ampliación del Hospital Clínico Universitario de Santiago (CHUS), ¿en qué punto se encuentra?, ¿qué supondrá el proyecto?
El año que viene hará 25 años de la apertura de este hospital clínico. Es un área sanitaria que ha crecido tanto en población como en alta complejidad, siendo referente para muchas patologías, no solo de Galicia sino también del resto de España.
Con esta ampliación, se va a incrementar la superficie del hospital en casi un 30%. La superficie del edificio aumentará cerca de 29.000 metros cuadrados y el Bloque C (consultas externas y pruebas funcionales) contará con casi 5.300 metros cuadrados de nueva superficie.
La ampliación del CHUS hará posible contar con cinco nuevas unidades de hospitalización con 36 camas cada una y una nueva unidad de hematología de 28 camas. Esto supone 208 camas más, que serán distribuidas en habitaciones dobles o individuales. El aumento de superficie del complejo permitirá, además, ampliar las urgencias pediátricas y reformar las de adultos, así como incorporar siete nuevos quirófanos. Estas obras incidirán de forma directa en otras áreas como el laboratorio de microbiología, un gran hospital de día único, unidad específica de mama, área de endoscopias, consultas externas…
Y también se habilitarán nuevas áreas como la de inmunología CAR-T, terapia avanzada para tratar linfomas, leucemias y otros cánceres hematológicos, que se ha desarrollado mucho en los últimos años y somos referencia desde el 2021.
¿Tienen previsto realizar proyectos de humanización en los próximos tiempos?
Sí, y para ello estamos apostando por un hospital de día independiente con el objetivo de hacer un área grande, un hospital de día único. Además, vamos a renovar todo lo que es la cirugía maxilofacial y plástica que está en el Hospital Provincial de Conxo y a hacer un cambio unificando la alta complejidad, la atención al crónico y la asistencia ambulatoria.
También trabajamos con las asociaciones de pacientes de manera bidireccional, porque se le debe dar voz al paciente. Estamos trabajando con las escuelas de pacientes, de hecho ahora disponemos de la escuela de mama, donde a los pacientes se les orienta en todo lo que conllevan las distintas especialidades: cómo tiene que hacer para cuidarse, tratamiento psicológico, etc.
¿Se están emprendiendo algún tipo de acciones desde el CHUS por la salud mental de sus profesionales?
Todos los cambios en cuanto a la detección de necesidades en salud mental han salido a raíz de la pandemia. A nivel profesional fue muy duro. Por lo tanto, en su momento implantamos un circuito para que los profesionales pudieran tener una atención psicológica si lo precisaban. A través de la intranet, el profesional puede solicitar una consulta y se intentaba dar cita en 24h-48h, y aún continúa en la actualidad.
¿Con qué sellos de calidad cuenta el CHUS?
Tenemos 18 sellos de calidad y principalmente se debe a la docencia, a tener aquí la facultad de Medicina. Es algo innato que tienen los propios servicios del hospital y nos quedan muy poquitos sellos por conseguir.
También tenemos aquí la Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica, que es una unidad de investigación conjunta formada principalmente por investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela, de la Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica, del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago y del Centro de Investigación en Red de Enfermedades Raras. Las principales líneas de investigación las comprenden la genética forense, poblacional y evolutiva y la genética de enfermedades complejas, así como la mejora continua de las tecnologías y metodologías analíticas empleadas en genómica.
Cabe recordar que en el Área Sanitaria de Santiago tenemos siete áreas de investigación (oncología, genética, endocrinología, neurociencias, cardiovascular, infectología y plataformas/metodología) con cerca de 1.200 profesionales entre clínicos e investigadores.
¿Qué opina de la colaboración público-privada?
Opino que es fundamental. Nuestra comunidad autónoma necesita a los hospitales privados con los que establecer conciertos para dar asistencia a todos nuestros pacientes. Creo que son sanidades complementarias y necesarias.