«La medicina perioperatoria será cada vez más personalizada”

Especialista en Anestesiología y Reanimación, el Dr. Óscar Díaz-Cambronero ha centrado su carrera en la medicina perioperatoria, liderando la Unidad de Medicina Perioperatoria en el Hospital Universitari i Politècnic La Fe de València. En los últimos años, ha impulsado programas innovadores como el PRIME, que utiliza telemonitorización para personalizar y mejorar la preparación y la recuperación postoperatoria de los pacientes. En esta entrevista para New Medical Economics, el Dr. Díaz-Cambronero aborda los desafíos y beneficios de estos programas y destaca el papel crucial de la tecnología y la personalización en la medicina perioperatoria.

¿Podría explicar en términos generales qué es la Medicina Perioperatoria y cuál es su impacto en el proceso quirúrgico?

La Medicina Perioperatoria (MPO) es un conjunto de estrategias y medidas que se implementan a lo largo de todo el periodo perioperatorio. Su finalidad es no solo optimizar la condición física y psicológica del paciente, sino también minimizar las complicaciones postoperatorias y mantener la calidad de vida tras la cirugía.

Como mencionó en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Anestesiología, las complicaciones postoperatorias son una de las principales causas de mortalidad. ¿Qué estrategias han desarrollado en su Unidad para hacer frente a este desafío?

Las complicaciones postoperatorias a los 30 días son la tercera causa de mortalidad de cualquier causa. Por ello las estrategias preoperatorias orientadas a mejorar la capacidad funcional son tan importantes. Se articulan en base a cinco pilares:

Ejercicio físico regular. Consta de ejercicio físico interválico individualizado a través de la escala DASI, asociado a ejercicios de tonificación y movilidad articular para mejorar la capacidad física funcional del y consolidar el hábito saludable de ejercicio físico regular. El paciente dispone de tutoriales en video en el canal de la Unidad de Medicina Perioperatoria del Hospital la Fe como estos: https://www.youtube.com/watch?v=CEHwKfuroko&t=19s, https://www.youtube.com/watch?v=Kb4Rbkg8QDQ&t=2s

Corrección de la anemia. Evaluación de la anemia y administración, si precisa, de hierro endovenoso en hospital de día para reducir el riesgo transfusional y mejorar la fatiga.

Soporte nutricional. Se realiza evaluación endocrinológica individualizada, inmunonutrición y administración de maltodextrinas preoperatorias. Adicionalmente, se dan instrucciones para una dieta equilibrada y saludable.

Soporte emocional a través de una psico-oncóloga en colaboración con la Asociación Española contra el Cáncer para adquirir herramientas para afrontar el proceso, mejorar el bienestar psicológico y también para el abandono de los hábitos tóxicos (tabaco/alcohol). También se les facilita el acceso a un programa de mindfulness en colaboración con el Servicio de Psicología del Hospital la Fe.

Hábitos saludables. El objetivo final de este proceso es consolidar unos hábitos de vida saludables que incluyen ejercicio físico regular, dieta equilibrada y abandono de hábitos tóxicos siguiendo las recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud).

En cuanto a la prehabilitación de los pacientes, ¿podría explicarnos en qué consiste exactamente este proceso y qué beneficios ofrece?

Entendemos por prehabilitación una intervención personalizada con un programa de entrenamiento físico preoperatorio asociado a un soporte nutricional, psicológico y la corrección de la anemia. Todo ello persigue aumentar la reserva funcional del sujeto para afrontar las consecuencias del estrés quirúrgico y, de esta manera, disminuir la incidencia y severidad de las complicaciones postoperatorias y acelerar la recuperación tras la cirugía

En cuanto a la humanización del proceso quirúrgico, hemos implementado medidas para hacer que el paciente se sienta acompañado. Desde permitirle elegir la música en el quirófano, hasta crear un ambiente más acogedor y asignarle una enfermera gestora de casos. Además, integramos escalas de calidad de vida y encuestas para obtener la perspectiva del paciente, lo cual nos permite mejorar y ajustar el cuidado según lo que el paciente realmente necesita. Este enfoque hace una gran diferencia en su bienestar emocional y físico

¿Cómo están utilizando la tecnología en la monitorización remota de pacientes? ¿Qué avances han logrado en este ámbito?

Habitualmente los beneficios de la prehabilitación se evalúan mediante test puntuales fundamentalmente orientados a la condición física. La introducción de monitorización remota nos permite no solo evaluar los parámetros fisiológicos relacionados con la condición física como frecuencia cardiaca, SaO2, Frecuencia respiratoria, sino también los que recogen un estado funcional del equilibrio entre el sistema simpático y parasimpático y de este modo nos aportan una información global del estado del paciente a nivel de stress, calidad sueño, energía…

Durante el Congreso también mencionó el uso de la monitorización remota en un programa que han denominado PRIME, por sus siglas Perioperative Remote Individualized Monitoring Programme. ¿En qué consiste este programa y qué resultados han observado hasta el momento?

El programa PRIME consiste en la introducción de herramientas de telemonitorización durante todo el perioperatporio. De este modo en el preoperatorio nos permitirían evaluar en tiempo real el impacto de las estrategias de prehabilitación individualizando las misma para cada paciente hasta identificar cuando se encuentran preparados para la cirugía (fit for surgery). En el postoperatorio nos permite evaluar la recuperación de la cirugía para cada paciente hasta que alcanzan su perfil de datos biométricos basal lo que nos permite un abordaje de recuperación individualizado (recover from surgery).

En cuanto a los retos del programa PRIME, tuvimos que articular un circuito que no es el habitual. A menudo, cada profesional se encarga de diferentes aspectos sin una comunicación constante. En este programa, procuramos dar continuidad a la información entre todos los profesionales, como si el paciente estuviera preparándose para una carrera. Utilizamos dispositivos médicos avanzados que monitorean diversos parámetros fisiológicos y nos permiten personalizar la preparación de cada paciente. El objetivo es que cada paciente esté en las mejores condiciones antes de la cirugía, y esto requiere una integración total de información que abarca desde la fase preoperatoria hasta el seguimiento postoperatorio.

El programa PRIME ha supuesto un desafío significativo, especialmente en términos de coordinación. Hemos tenido que desarrollar un circuito asistencial completo que permita a los diferentes profesionales colaborar de manera continua en el proceso perioperatorio. A diferencia del enfoque tradicional, donde cada área trabaja de forma aislada, en PRIME tratamos al paciente como si estuviera en un entrenamiento para la cirugía, personalizando su preparación y recuperación mediante dispositivos de monitorización remota. Esto implica escuchar sus necesidades y ajustar nuestros tratamientos en función de ellas.

La tecnología, el big data y la inteligencia artificial se están integrando cada vez más en la medicina. ¿Cómo están utilizando estas herramientas en su Unidad?

Gestionamos un gran volumen de datos de nuestros pacientes, más de medio millón por día. Estos datos se trasladan desde el dispositivo al móvil del paciente, de ahí a la nube, y finalmente a un servidor. Esto nos permite visualizar la evolución del paciente mediante un sistema de alerta tipo semáforo, que ayuda a identificar la recuperación funcional del paciente en tiempo real. Además, estamos trabajando en mejorar este proceso con inteligencia artificial, de forma que podamos ser predictivos y no solo descriptivos.

La cantidad de datos que se generan con la monitorización continua durante 30 días antes y 30 días después de la cirugía con datos biométricos cada segundo es enorme. Estamos hablando de más 500.000 datos cada día. La capacidad de análisis de los mismos permite el uso de herramientas de inteligencia artificial no solo para describir la evolución de los pacientes sino para identificar patrones que permitan diagnosticar las complicaciones de una manera precoz.

La cantidad de datos que generamos es enorme, y para gestionarlos usamos un sistema que transfiere la información desde el dispositivo del paciente a la nube, y luego a un servidor. Visualizamos estos datos mediante un sistema de alertas tipo semáforo que nos indica el estado de recuperación del paciente. Actualmente, estamos trabajando en que este proceso sea más predictivo gracias a la inteligencia artificial, lo que nos permitirá anticiparnos a complicaciones y personalizar aún más el tratamiento. Ser predictivos es el próximo gran paso.

¿Qué importancia tiene integrar la percepción del paciente en el circuito asistencial? ¿Cómo han logrado llevar esto a la práctica?

En los últimos años, hemos sido testigos de una evolución en el paradigma de la medicina: el modelo basado en la evidencia y en los resultados clínicos ha dado paso a un enfoque centrado en el valor, donde el paciente ocupa el eje central de la asistencia. Esto no solo implica un cambio en los objetivos clínicos, sino que también se otorga un papel protagonista a los resultados reportados por el paciente, en términos de calidad de vida y experiencia a lo largo del proceso asistencial. Estos resultados son ahora considerados tan relevantes como los clínicos tradicionales, y su integración en la práctica diaria es esencial para mejorar la calidad global de la atención sanitaria.

En colaboración con nuestros pacientes, hemos diseñado el programa “A tu lado en tu cirugía”, que busca acompañar a los pacientes sometidos a cirugía mayor abdominal desde el momento en que se indica la intervención, pasando por la preparación preoperatoria, hasta una recuperación funcional completa. Este enfoque permite al paciente tener un papel activo en su cuidado, mejorando su bienestar emocional y físico durante todo el proceso.

En nuestra Unidad seleccionamos unas escalas validadas EQ5D (EuroQol-5D) y DASI (Duke Activity Score Index) que permiten evaluar los resultados reportados por el paciente (patient reported outcomes_ PROMs) durante todo el proceso perioperatorio. Se valoran en la visita preanestésica antes de iniciar el programa y al alta del programa a los 30 días postoperatorios:

Escala EQ5D, evalúa la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en cinco dimensiones de salud (movilidad, cuidado personal, actividades cotidianas, dolor/malestar y ansiedad/depresión), y cada una de ellas tiene tres niveles de gravedad (sin problemas, algunos problemas o problemas moderados y problemas graves). El cuestionario EQ5D también valora la calidad de vida percibida por el paciente del 1 al 10.

Escala DASI es idónea para estimar la capacidad funcional de los pacientes al correlacionarse con los equivalentes metabólicos (METs) y el consumo de oxígeno (VO2max), permitiendo individualizar el ejercicio físico.

También evaluamos la experiencia reportada por el paciente (patient reported experience_PREMs) a través de una encuesta específica de calidad a través de QR durante la hospitalización y una entrevista personalizada el postoperatorio día 30 orientadas a evaluar la experiencia del paciente durante todo el periodo perioperatorio, su grado de satisfacción con el programa e identificar áreas de mejora.

El seguimiento postoperatorio a largo plazo también es una parte esencial de su trabajo. ¿Qué importancia tiene este seguimiento y cómo lo implementan?

En el postoperatorio durante la hospitalización se realiza una visita presencial diaria, hasta postoperatorio día 30 se realiza telemonitorización y vigilancia proactiva de complicaciones hasta la recuperación funcional completa o el retorno a las actividades de la vida diaria. A partir del día 30 se realiza seguimiento anual a través de revisión de historia clínica orientado a la evaluar la recidiva oncológica y/o mortalidad de cualquier causa.

¿Cómo cree que evolucionará la medicina perioperatoria en los próximos años, especialmente con los avances tecnológicos que se están produciendo?

En nuestra opinión las herramientas de telemonitorización han venido para quedarse y aportan un enorme valor añadido a los cuidados perioperatorios al permitir individualizar las medidas para optimizar a los pacientes, identificar una recuperación individualizada para cada paciente y detectar de manera precoz las complicaciones postquirúrgicas con objeto de procurar unos cuidados perioperatoprios más seguros.

Creo firmemente que la medicina perioperatoria será cada vez más personalizada. Los avances en monitorización remota y en análisis de datos nos permitirán ofrecer un cuidado mucho más individualizado, anticipándonos a complicaciones y ajustando el tratamiento a las necesidades específicas de cada paciente. La integración de datos de la historia clínica para ser predictivos será fundamental, y estos avances harán que el paciente se sienta más acompañado y seguro en todo el proceso.

¿Qué importancia tiene la formación y la actualización continua en un campo que está en constante evolución tecnológica?

La formación continuada es fundamental así como compartir las experiencias y los éxitos de otras unidades de manera que podamos trasladar esta innovación a nuestros hospitales.

Para finalizar, ¿le gustaría destacar algún mensaje sobre la importancia de la innovación en el ámbito perioperatorio?

Es fundamental que las gerencias de los hospitales crean en las posibilidades de integrar las nuevas herramientas de monitorización remota y el análisis predictivo en la práctica habitual. Aunque todavía es más importante que sean flexibles para rediseñar los circuitos asistenciales integrando que es lo que el paciente necesita o demanda para una procurar una asistencia integral. Nuestra trayectoria ha sido posible gracias al apoyo de la Dirección del Bloque quirúrgico, Dra. Argente Navarro y la Gerencia del Hospital, Dr. Poveda.