“El cáncer de próstata detectado a tiempo se cura muy bien, pero muchas veces llegamos tarde”
En el Hospital HLA Universitario Moncloa se han superado las mil intervenciones con el robot DaVinci XI, convirtiéndose en el hospital de la Comunidad de Madrid que más cirugía robótica ha realizado desde 2019. El 85% de estas intervenciones las ha realizado la Unidad de Urología del hospital que cuenta con un cuenta con un equipo humano con gran experiencia liderado por el Dr. Ángel Tabernero que, además, es referente nacional en la formación de futuros cirujanos robóticos.
El área de Urología del HLA en Madrid es un referente, ¿podría describirnos la configuración del Servicio en cuanto a sus profesionales?
En nuestro Servicio de Urología somos dos jefes de servicio desde hace 12 años y ocho urólogos. Somos un equipo humano superespeciado. Parte del personal nos enfocamos en la cirugía robótica y el resto, realiza otras técnicas de diagnóstico y tratamiento urológico como la enucleación de la próstata con láser holmium, biopsia por fusión de imágenes de resonancia de la próstata, fotovaporización láser de próstata, etc. La superespecialización del servicio permite conseguir mejores resultados.
¿Cuál es la formación y experiencia del equipo médico y otros profesionales que colaboran en su Servicio? ¿Cómo es la relación y la coordinación con las diferentes áreas hospitalarias implicadas?
Todos nuestros especialistas son urólogos, la mayoría nos hemos formado en el Servicio de Urología de La Paz hace muchos años. Después cada profesional ha continuado su formación en diversas especializaciones. Por ejemplo, nosotros empezamos a hacer laparoscopia en el año 2000, hace 23 años, y nos formamos en Burdeos (Francia). Durante muchos años nos enfocamos en la cirugía laparoscópica porque fuimos pioneros en poner en marcha la prostatectomía radical laparoscópica en España. En el 2017 comenzamos con el programa robótico en HLA Moncloa gracias al Grupo HLA y, a partir de ahí, el hospital ha llegado a la cifra de mil procedimientos robóticos, siendo más de 850 de mi Servicio de Urología.
Al tratarse de un ámbito multidisciplinar, hay múltiples servicios que realizan la cirugía robótica: Cirugía General, Otorrinolaringología, Cirugía Torácica, Ginecología, … pero cada uno lleva a cabo sus procedimientos.
¿Cuáles son las principales patologías que tratan desde el Servicio?
Hoy por hoy la cirugía prostática es en la que más trabajamos todos los urólogos. Por un lado, para el diagnóstico del cáncer de próstata realizamos la biopsia guiada por fusión de imágenes de resonancia, que lo pusimos en marcha hace cinco años y llevamos más de 2.000 procedimientos. Eso nos sirve para diagnosticar el cáncer de próstata, al realizar la biopsia de próstata por fusión de resonancia conseguimos diagnosticar mayor número de casos y, especialmente, aquellos casos que son más agresivos.
Por otra parte, está el tratamiento quirúrgico de la hiperplasia benigna de próstata, destinado a aquellas personas que no consiguen orinar adecuadamente, realizándoles una reducción del tamaño de la próstata aplicando procedimientos a través de la uretra. Cuando las próstatas no son demasiado grandes (de hasta 60 gramos aproximadamente) utilizamos la fotovaporización de la próstata con láser verde y cuando estamos ante próstatas demasiado grandes aplicamos el tratamiento de enucleación prostática con láser de holmium (HoLEP).
En casos en los que el diagnóstico es de cáncer de próstata, llevamos a cabo la prostatectomía radical robótica. La cirugía robótica en el cáncer de próstata no mejora los resultados oncológicos, no cura más que otras técnicas, aunque sí mejora sobremanera los resultados funcionales tanto en continencia como en mantenimiento de la potencia sexual.
¿Y qué nos podría decir de la aplicación de técnicas avanzadas en cáncer de próstata e hiperplasia prostática y su evolución en los últimos años?
A día de hoy los procedimientos descritos son la vanguardia para el tratamiento de la próstata. Se está empezando a hacer en la hiperplasia benigna de próstata con vapor de agua, pero todavía no ha demostrado unos resultados suficientemente buenos como para aplicarlo. Y en la cirugía del cáncer de próstata, la prostatectomía radical robótica realizada por alguien con experiencia es lo que genera hoy por hoy los mejores resultados en cuanto a curación y efectos funcionales.
¿De qué manera abordan el diagnóstico y la detección precoz?
Sin duda uno de los aspectos más importantes es la prevención. Los hombres debemos concienciarnos de que, a partir de los 50, tenemos que realizarnos una prueba de PSA (Antígeno Prostático Específico), ya que hoy por hoy es la técnica menos invasiva para diagnosticar el cáncer de próstata. En caso de que existan antecedentes familiares directos: hermanos, padres, hijos, … hay que comenzar con anterioridad la realización de pruebas. A los 45 años se deberían iniciar las revisiones, acudiendo al urólogo para controlar el nivel de PSA y, si hay sospecha, indicar una biopsia para poder llevar a cabo un diagnóstico precoz.
Los hombres tenemos que concienciarnos, las mujeres están mucho más concienciadas y acuden a su ginecólogo, pero nosotros apenas llegamos al 20% los hombres que a partir de 50 se realizan revisiones en el urólogo para hacer el diagnóstico precoz. Hay que destacar que el cáncer de próstata detectado a tiempo se cura muy bien, pero muchas veces llegamos tarde.
En cuanto al tratamiento intervencionista, ¿cuáles son los beneficios de la cirugía robótica frente a la técnica laparoscópica?
Los beneficios oncológicamente no mejoran los resultados de la laparoscopia, pero en lo que sí se mejora es en los aspectos funcionales. En nuestra experiencia existe una mejoría significativa en la continencia después de operar y en la continencia precoz, así como en el mantenimiento de la erección. Se trata no solo de curar al enfermo, sino de mantener su calidad de vida.
¿De qué manera se aborda el seguimiento tras la intervención?
Tras la intervención de cáncer de próstata el seguimiento normalmente se realiza mediante control del PSA, así como el PSA no es muy buen marcador previo para el diagnóstico de cáncer de próstata, sí lo es para un paciente que está operado. Mientras el PSA se mantenga en cifras por debajo de 0,10, cifras que llamamos indetectables, el cáncer de próstata está controlado. Es un marcador perfecto para el seguimiento.
¿Cómo piensa que va a seguir evolucionando la tecnología en este ámbito de la urología?
Ahora mismo la cirugía robótica es lo que se impone porque nos permite operar con mayor precisión y hacer las cosas mucho mejor. Pero bueno, hay muchos campos abiertos y yo me imagino que, en cáncer – en urología, como en todos los demás, la inmunoterapia acabará imponiéndose.
Hoy por hoy lo que se hace es la cirugía como alternativa a la radioterapia, aunque la cirugía solo se practica en aquellos pacientes que tienen una perspectiva de vida de más de diez años. De lo que se trata es de hacer una cirugía bien hecha para que el paciente se cure, no tenga problemas y que mantenga su calidad de vida.
¿Los pacientes que acuden al Servicio son todos de Madrid o acuden de distintas partes de España?
Hay más de 120 robots quirúrgicos (Da Vinci) en España ahora mismo, pero más del 60% de los pacientes que operamos en nuestro Servicio vienen de fuera de Madrid. Esto se debe a que el robot por sí solo no presta un buen servicio, necesita asociar la experiencia del humano que lo maneja y nosotros aportamos esa experiencia. Los pacientes saben que la experiencia es fundamental y busca un hospital con experiencia.
El área de Urología que coordina organiza cursos para especialistas en técnicas robóticas para el diagnóstico y tratamiento del cáncer de próstata ¿cuándo comenzaron a convocar estos cursos, a qué tipo de profesionales van dirigidos y qué materias son las más demandadas?
Estamos comenzando ahora mismo el 4º curso. Iniciamos la formación en cuanto adquirimos experiencia suficiente y organizamos un curso al año para los profesionales que quieran venir, pero además procuramos hacer cursos no demasiado masificados. El objetivo es que los alumnos estén con nosotros en el quirófano, para que puedan hacer una simulación y que tengan los primeros contactos con el robot. Vienen profesionales de todas partes para formarse.
La materia que más interesa es la cirugía de prostatectomía radical robótica. La cirugía del cáncer de próstata, a mi modo de ver y entender, es la cirugía más difícil que hace el urólogo. Y es la más difícil porque exige resultados funcionales. Además, es una de las cirugías más habituales porque el cáncer de próstata es el cáncer más frecuente que padecemos los hombres, por lo que la mayor demanda formativa la tenemos en prostatectomía radical robótica.
Me gustaría destacar que la cirugía robótica es una realidad en este país: ya hay más de 120 robots en España y en la Comunidad de Madrid unos 19 y, entre los hospitales privados, nuestro robot es el que más cirugía realiza. Pero debemos saber que, aunque los robots han venido para ayudar al cirujano a hacer las cosas mejor trayendo beneficio al paciente, se requiere tener la experiencia y la formación para manejar estos avances porque por sí solos los robots no solucionan nada.