El problema de la escasez de enfermeras y dotaciones mínimas de ellas en la atención directa a los pacientes y a los ciudadanos en general, es un tema recurrente y de tremendo impacto sobre la salud de la población.

Y a pesar de disponer de estudios robustos que han evidenciado cómo una baja dotación de enfermeras afecta directamente a la salud, la morbimortalidad, los eventos adversos, la calidad de vida o la experiencia de las personas en su proceso de salud, continúa siendo un problema por resolver.

Conscientes de que algunas barreras para hacer una Gestión Basada en la Evidencia son la dispersión del conocimiento, la dificultad en el acceso a este conocimiento o la habitual falta de tiempo, ofrecemos este repositorio de evidencias listo para su uso por parte de los gestores que les permita tomar conciencia de este problema en toda su magnitud, disponer de argumentos para elevar a los máximos decisores y tomar decisiones informadas y basadas en la investigación.

Ya en 1996 el Informe del Institute of Medicine’s (IOM) Committee Nursing staff in hospitals and nursing homes: is it adequate (Wunderlich, 1996) documentaron una nueva escasez sin precedentes de enfermeras vinculada al aumento de la demanda de servicios. Hacían especial hincapié en la urgencia de comprender la relación entre la atención a los pacientes con una escasa cobertura de enfermeras y los preocupantes resultados que esto conllevaba. Además, ponían de manifiesto el hecho de que los niveles de dotación de personal los establecen las administraciones, habitualmente basados exclusivamente en consideraciones presupuestarias (Clarke & Donaldson, 2008). Estos criterios economicistas desgraciadamente en 2020 continúan imperando, entendiendo la inversión en enfermeras como un gasto.

El último informe publicado por la OMS sobre la situación de las enfermeras en el mundo es contundente afirmando e indicando a los países que invertir en las enfermeras es un beneficio para la sociedad y no un gasto (World Health Organization, 2020).


En un artículo publicado recientemente (Castro-Sánchez & Santillán-García, 2020), los autores reflexionan acerca de otro elemento importante y es el de la homogeneización en la dotación de enfermeras entre países con condiciones económicas similares sin tener en cuenta otra serie de condicionantes sociales, culturales o profesionales que determinan directamente las necesidades de cuidados de la población.

Pero la investigación es contundente. Así, investigadores como la Dra. Aiken, Dr. Needleman, Dr. Kane, Dr. Morales Asencio, Dra. Saville, Dra. Fernández García, entre otros, en sus diferentes estudios han demostrado la asociación entre la relación nº enfermeras/nº pacientes a los que proporcionan cuidados, el tiempo real que pueden dedicar a cada uno de ellos, su grado de dependencia de cuidados, las horas de trabajo continuadas de la enfermera en un mismo turno, su nivel de capacitación, los criterios de asignación de pacientes en las unidades o el entorno de la práctica y los resultados en salud de la población. Resultados directamente relacionados con los cuidados que proveen las enfermeras.

Queda ampliamente demostrado que cuando estos factores se conjugan adecuadamente disminuye la tasa de infecciones como neumonía o infecciones urinarias, se producen menos hemorragias, disminuyen las paradas cardiacas, los eventos adversos en general, las caídas, las lesiones asociadas a la dependencia, disminuye la estancia media, los reingresos y la mortalidad. Definitivamente, a mayor número de enfermeras mueren menos pacientes. Y cuando esto se refiere a la Atención Primaria, mejora el control de enfermedades crónicas como la diabetes, la HTA, la insuficiencia cardiaca, disminuyen los ingresos y reingresos y desde luego también la mortalidad.

Sabiendo que 2020 es el Año Internacional de las Enfermeras y que uno de los objetivos de la campaña mundial Nursing Now es que los países hagan una mayor inversión para mejorar las condiciones laborales de las enfermeras, su formación y su desarrollo, pedimos a los máximos decisores en salud abordar y resolver definitivamente este problema crónico y poco atendido de la escasez de enfermeras en España y sus condiciones de trabajo.