Las enfermeras han sido vitales en la respuesta a la pandemia COVID-19 y son imprescindibles para afrontar los grandes retos asistenciales actuales ya que ocupamos una posición central en el Sistema de Atención Sanitaria. Nuestros ámbitos de responsabilidad se han expandido desde que Florence Nightingale constituyó la Enfermería como profesión, permitiendo nuestro progreso para asumir roles avanzados en cuidados ofreciendo a la ciudanía una respuesta ágil, eficaz y segura.
Nuestro compromiso con la mejora del cuidado a las personas, familias, comunidades y a la población es incuestionable.
Somos conscientes de que la sociedad confía en nosotras. Dentro de los equipos multidisciplinares, aportamos conocimiento extenso y global del paciente y de sus necesidades, así como de las familias y la comunidad. Estamos en primera línea del cuidado, en todas las transiciones y abogamos siempre por los intereses del paciente y la cohesión de los procesos. Nuestra práctica asistencial y gestora fomenta la atención integral y los modelos centrados en la persona e insistimos en la necesidad de reducir la fragmentación y dispersión del modelo de atención sanitario, para garantizar la continuidad de los procesos y mejorar los resultados de salud.
Nuestra capacidad para implementar los cambios que necesita el sistema de salud se sustenta en nuestra excelente preparación que ofrecen los programas actuales de grado, máster y doctorado en Enfermería, que nos posicionan como referentes imprescindibles en cuidados enfocados en la promoción y el mantenimiento de la salud y la prevención de enfermedades, complicaciones y discapacidades. La Enfermería española reivindica, además, una solución que palie el déficit crónico y estructural de enfermeras en España. La OMS en asociación con el CIE (Consejo Internacional de Enfermería) y Nursing Now también identificó este déficit en nuestro país al publicar en 2020 el primer informe sobre el “Estado de la enfermería en el mundo”, que ofrece una visión general del estado actual de la profesión enfermera, en relación a su formación, situación laboral, desarrollo profesional y liderazgo.
Las recomendaciones de Nursing Now España, que incorporan el conocimiento adquirido durante la experiencia española de la pandemia por la COVID-19, incluyen cinco estrategias esenciales para fortalecer el Sistema Nacional de Salud y afrontar con éxito los nuevos retos sanitarios y sociales:
Coordinación. Necesitamos mejorar la coordinación entre el gobierno nacional y los autonómicos para alcanzar una gestión adecuada de la actual crisis y de la recuperación, para fortalecer y mejorar el futuro sistema de salud. La integración social y sanitaria es necesaria para progresar en la gobernanza y la planificación estratégica. Cada territorio necesita fortalecer la colaboración entre la atención primaria, la comunitaria, los hospitales y los centros residenciales, considerando al paciente como elemento central y por tanto un participante activo. Debemos, además, implementar una estrategia proactiva de detección temprana de los problemas de salud y de la promoción de la salud. En este sentido, el Ministerio de Sanidad, las consejerías y las gerencias sanitarias y sociales deben tomar conciencia de que la solución a los desafíos que confrontamos pasa necesariamente por una mayor inversión en Enfermería. La creación de la Dirección de Cuidados en el Ministerio y en las consejerías de Sanidad, una recomendación de las Directrices estratégicas para enfermería 2021-2025 de la Asamblea Mundial de Salud OMS (2021), pendiente aún de implementación en nuestro país, será un elemento esencial para fomentar la coordinación en red de los cuidados estratégicos.
Competencia. España cuenta con profesionales de la salud, enfermeras y médicos, altamente formados en los grados, maestrías, especialidades y doctorados. Con relación a las enfermeras, es importante que los políticos y gestores sanitarios de otros perfiles conozcan nuestras capacidades y competencias para que consideren que la inversión sanitaria dirigida a la contratación digna y suficiente de enfermeras es la mejor estrategia para confrontar adecuadamente los actuales retos asistenciales. La cohesión del sistema sanitario depende, además y de manera esencial, del incremento del número de enfermeras que participen en la toma de decisiones, en el desarrollo de políticas sanitarias y en el diálogo político sobre la salud. Contamos con enfermeras altamente competentes y capaces para contribuir a resolver los desafíos de salud actuales. Las enfermeras, en estrecha colaboración con los médicos y otros profesionales de la salud, como miembros del equipo asistencial, y desde una posición simétrica, complementaria y de igual a igual, deben poder participar en la toma de decisiones para rediseñar el futuro sistema de atención sanitaria y social, como ya lo propuso en 2010 el informe del Institutes of Medicine.
Cobertura. Se necesitan más recursos económicos para fortalecer los sistemas de salud autonómicos para abordar las necesidades de la salud de la población, para aumentar la densidad de enfermeras para alcanzar como mínimo la media de los países de la OCDE y de Europa, y para crear e implementar posiciones asistenciales con responsabilidades de práctica avanzada y de especialista con reconocimiento formal, en las áreas que cuentan con programa formativo de la especialidad.
Estas incluyen la Enfermería en Salud Familiar y Comunitaria, Pediátrica, Geriátrica, de Salud Mental, Obstétrico-Ginecológica (matrona), del Trabajo, así como la de Enfermería en Cuidados Médico-Quirúrgicos, que en nuestro país, sorprendentemente, está aprobada únicamente para la Enfermería Militar. En ese mismo sentido, se necesita mejorar las condiciones de trabajo y el entorno laboral de las enfermeras, incrementando el número de enfermeras, estabilizando las plantillas y modernizando su contratación, a la par de promover su desarrollo profesional y reconocer como a las demás profesiones sanitarias con la categoría A1. Por otra parte, es necesario realizar cambios estructurales, que incorporen, por ejemplo, la creación de una reserva estratégica de emergencia, que cuente con equipos profesionales y equipamiento para responder a retos similares al de la COVID-19.
Adecuación de los cuidados geriátricos. El modelo de los centros geriátricos y los de atención sociosanitaria debe ser revisado y su estructura actualizada, dotándolo de personal competente para mejorar su gestión y coordinación con los centros de atención sanitaria. Este modelo debe pivotar sobre las enfermeras especialistas, con mayor capacidad para cubrir las demandas de cuidados de una población vulnerable y compleja fomentando el envejecimiento saludable.
Acceso a datos e información sanitaria. Todos los niveles del Sistema Nacional de Salud precisan del acceso a datos e información sobre la prestación de cuidados y de sus resultados en términos de salud, funcionamiento autónomo de los pacientes, actividad, mortalidad evitable, etcétera. Los sistemas de historia clínica electrónica utilizados no recogen adecuadamente, en muchos casos, el proceso íntegro de prestación de cuidados y sus resultados. De igual modo, los lenguajes estandarizados que se están empleando no permiten la obtención de información útil para informar en la toma de decisiones asistenciales, gestoras y políticas. Urgen actuaciones encaminadas a introducir cambios normativos y operativos en ese sentido, y así lo demuestran múltiples estudios publicados en revistas científicas nacionales e internacionales.
Teniendo en cuenta la urgente necesidad de implementar todas estas acciones de mejora en nuestro sistema de salud, Nursing Now España ha solicitado al Ministerio de Sanidad y a las Consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas, que consideren abordar estas propuestas como base para definir e implementar de forma urgente la “Estrategia Nacional de Cuidados Enfermeros”, por su intersección con las políticas de igualdad de género y su notable impacto en la sostenibilidad sanitaria, el desarrollo económico y los resultados de salud en los ciudadanos de nuestro país.