Y no es un capricho, es una necesidad.
Cuando los estudiantes de las diferentes disciplinas de ciencias de la salud, especialmente enfermeras y médicos finalizan sus estudios de Grado, el reto siguiente habitualmente es intentar acceder a alguna institución sociosanitaria, ya sea para continuar con la formación vía EIR/MIR o en el caso de las enfermeras que lo desean, como generalistas.
Pero ya en las instituciones, desde su inicio como profesionales, están obligados a desarrollar no solo su actividad asistencial, sino también a gestionar recursos, conocimiento, seguridad, es decir a hacer microgestión y a tomar decisiones informadas y responsables. Porque todas las decisiones de los profesionales tienen impacto sobre los pacientes/usuarios, pero también económicos, de calidad, etc.
También necesitan conocer la estructura organizativa y directiva de las instituciones sanitarias, quién es el director gerente y cuáles son sus responsabilidades y de las direcciones de enfermería, médica y de gestión. Entender que una supervisora de una Unidad o Servicio tiene la responsabilidad directa sobre la gestión de las personas que forman su equipo, es líder, facilitadora, gestiona cuidados, conocimiento, información, calidad, seguridad, recursos materiales, diseña, planifica, implementa y mide resultados, coordina, identifica áreas de mejora, pone en marcha estrategias de mejora, negocia, innova, etc. “La supervisora” de la que todos hablan y de la que algo menos se conoce y reconoce su enorme responsabilidad en las instituciones.
‘En el Grado de Enfermería, la formación en gestión es una asignatura obligatoria desde hace ya muchos años’
Y lo mismo ocurre con los jefes y responsables de otras disciplinas, también gestores, con una implicación clínica importante, pero una responsabilidad gestora prioritaria, de la que los estudiantes de sus disciplinas también están obligados a conocer su implicación en la gestión y a integrar esta materia en su formación académica desde el Grado.
“Sacar” profesionales de la salud de las universidades sin una formación básica en gestión es poner más en riesgo aún la sostenibilidad del sistema sanitario, no solo en términos económicos, sino también de modelo.
En el Grado de Enfermería, la formación en gestión es una asignatura obligatoria desde hace ya muchos años.
En mi caso, como profesora de la Universidad Europea de Madrid y precisamente coordinadora y docente, junto a Juan Carlos Fernández Gonzalo, de la asignatura de “Liderazgo, Gestión y Emprendimiento”, es una asignatura que todos los alumnos del Grado en Enfermería cursan en 4º, como materia anual y obligatoria.
La primera reacción de los alumnos suele ser preguntarse: “¿y esto que tiene que ver conmigo?”.
Enseñar gestión en el Grado es un reto, para que ellos lo consideren relevante, necesario y entiendan a la perfección la relación con su desempeño profesional. Deben entender su responsabilidad e implicación en la microgestión, pero también conocer otros niveles de gestión, la meso y la macrogestión como área de interés para su capacitación y desarrollo a futuro. La enseñanza la hacemos atractiva, significativa, experiencial, adaptada a los estudiantes de hoy en día. Inmersos en entornos profesionales nacionales e internacionales, porque viven la experiencia de grandes líderes gestores enfermeros que se han ido capacitando como tal de una forma global e internacional. Pero también desde nuestra realidad, desde el Sistema Sanitario Español y desde el entorno Sociosanitario.
Sus trabajos, sus proyectos hablan por sí mismos.
Sin ningún género de dudas, formar en gestión sanitaria desde el Grado a los profesionales de la salud es hoy en día una necesidad.
Las universidades tienen la responsabilidad de formar a los estudiantes de la forma más completa para poder desarrollar su actividad laboral y en el caso de los profesionales de la salud para su integración en el sistema sanitario, que sabemos que es tremendamente complejo y pilar fundamental para la sociedad.
Insisto, en el Grado en Enfermería, la formación en gestión es una asignatura obligatoria desde hace ya muchos años. Las disciplinas que aun no lo hacen tendrán que repensar la inclusión de al menos una asignatura de gestión en sus currículos académicos, porque desde luego lo que está claro es que la capacitación de los profesionales de la salud no puede estar dirigida única y exclusivamente a la parte clínica.