De forma habitual, últimamente en casi todos los foros relacionados con la atención a la salud de los ciudadanos se habla de la importancia de medir, analizar y evaluar la experiencia del paciente/usuario y los resultados en salud. Los términos PREM y PROM son por ello ya una constante en el lenguaje de los profesionales de la salud.
Ambos parten del enfoque propuesto por Michael Porter y Elizabeth Teisbergel para hacer una atención a la salud basada en el valor1.
Los Patient Reported Outcome Measures, medidas de resultado informadas por el paciente o resultados en salud reportados por los pacientes (PROMs), miden los resultados en salud que realmente son importantes para los pacientes a diferencia de los PREM (Patient Reported Experience Measures) que se centran en experiencia informada por el paciente2,3.
En referencia a los PROMs podemos distinguir aquellos que son específicos, consecuencia de la propia enfermedad y otros que se consideran genéricos a cualquier proceso. Los específicos se refieren a síntomas, estado funcional o calidad de vida relacionada con la enfermedad. Los genéricos determinan aspectos generales como autocuidado o movilidad2.
Respecto a la forma de medir los PREMs, existen cuestionarios como el Picker Patient Experience Questionnaire, dirigido específicamente a pacientes ingresados, el IEXPAC para pacientes con procesos de salud crónicos o bien indicadores dirigidos a algunas de las 12 dimensiones identificadas por Escarrabill et al4,5, entre otros.
Pero lo que es capital es que esta medición de resultados sea sistemática y rigurosa, contando para ello con estándares globales de las medidas de resultado que más les interesen a los pacientes. En ello trabaja activamente el International Consortium for Health Outcomes Measurement (ICHOM) desarrollando conjuntos de estándares para medir resultados en determinadas condiciones de salud3,6.
Y como enfermera me surge la pregunta, en este nuevo escenario de atención basada en el valor y medición de resultados, ¿alguien se plantea la excelente aportación de la Nursing Outcomes Classification o Clasificación de Resultados de Enfermería; medición de resultados en salud (NOC)?
Es curioso porque el uso de los resultados en salud como medida de la calidad de los cuidados enfermeros se inicia en la década de los 60 del pasado siglo XX y es a partir de entonces cuando se empiezan a desarrollar medidas adicionales de resultados sensibles a la práctica enfermera, aunque ahora parezca que esto ha empezado recientemente para el conjunto de los profesionales.
La Nursing Outcomes Classification, la NOC, fruto del trabajo de un equipo de investigación de la Universidad de Iowa, de forma sistemática nombra, estandariza y promueve medios para medir los resultados del cuidado en los pacientes. Los resultados incluyen desde el bienestar y el confort del paciente, los cambios en su estado fisiológico, hasta la prevención de molestias. Y no miden únicamente estados funcionales o fisiológicos, sino que valoran también el estado psicosocial, de conocimientos y de conducta, y lo hacen para el paciente, la familia o la comunidad, ofreciendo resultados para unos cuidados holistas como signo identificativo de la enfermería, que centra su atención en la persona en conjunto, no solo en el aspecto biofísico, sino también psicológico, social y espiritual.
Estos resultados NOC pueden también ser utilizados por otras disciplinas de la salud para evaluar la atención prestada a la persona 7,8. Además, estos indicadores han sido también utilizados por investigadores para construir, con éxito, herramientas clinimétricas en distintos campos y haciendo así un uso más amplio de estos resultados de lo que era el propósito inicial9,10.
Los resultados NOC son conceptos que reflejan la condición, percepción o conducta real de un paciente/usuario, cuidador, familia o comunidad. Son neutros y no especifican el estado deseado, lo que permite medir la situación de la persona en cualquier momento. Actualmente la taxonomía de la NOC recoge 540 resultados, precisamente centrados en los pacientes/usuarios.
Cada resultado consta de una etiqueta, definición, una escala de medida o un conjunto de escalas tipo Likert de 5 puntos y una lista de indicadores asociados para el concepto.
Algunas fortalezas de la Nursing Outcomes Classification y que refuerzan aún más la idea de utilizarla para medir resultados, PROM y PREM, es que es una clasificación internacional, traducida y utilizada a nivel mundial desde hace ya muchos años, los componentes de cada resultado son estandarizados, está codificados e incluidos en la mayoría de los sistemas informáticos de los centros asistenciales y pueden ser perfectamente reportados por los pacientes/usuarios.
Si lo más relevante es utilizar las mismas herramientas para medir y que la recogida y la codificación de los datos este estandarizada para que realmente de esa forma se puedan comparar resultados en salud, hacer un verdadero intercambio internacional de conocimiento y poder tomar decisiones informadas y compartidas con los pacientes, parece poco lógico obviar el valor de la Nursing Outcomes Classification (NOC) para la medición de PREMs Y PROMs.
Bibliografía
Michael E. Porter, Elizabeth Olmsted Teisberg. Redefining Health Care: Creating Value-based Competition on Results. Harvard Business School, editor. Boston; 2006.
Black N. Patient reported outcome measures could help transform healthcare. BMJ (Clinical research ed). 2013 Feb 23;346(7896).
ICHOM. A new definition of success. 2020.
Escarrabill J, Almazán C, Barrionuevo-Rosas L, Moharra M, Jiménez J. Elements clau que influeixen en l’experiència del pacient. Barcelona; 2020.
Escarrabill J. El sentido de las PREMS [Internet]. Web de la Fundación iSYS. 2020.
Grau I. Medidas de valor en salud por condición. Fundación iSYS. 2019.Moorhead S, Swanson E, Johnson M, Maas M. Clasificación de Resultados de Enfermería (NOC).
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Madrid; 2019.Morales-Asencio JM, Porcel-Gálvez AM, Oliveros-Valenzuela R, Rodríguez-Gómez S, Sánchez-Extremera L, Serrano-López FA, et al. Design and validation of the INICIARE instrument, for the assessment of dependency level in acutely ill hospitalised patients. Journal of Clinical Nursing. 2015 Mar 1;24(5–6):761–77.
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