Cuando veo la situación actual de nuestra sanidad, pienso y pienso, ¿cómo podemos mejorar y ayudar a que las cosas mejoren?

La situación tan angustiosa que están sufriendo los pacientes en España hace que de una vez por todas tomemos cartas en el asunto.

Lo que están viviendo los pacientes de Muface me parece un maltrato sin precedentes, funcionarios, la mayoría del sector de la educación que con sus patologías crónicas ahora mismo viven con angustia una situación que nunca hubieran imaginado. ¿Qué va a ser de ellos?

Hablemos de Muface, pero con la tranquilidad y el sosiego de que cualquier decisión se pueda aplicar con el tiempo y las garantías de recibir una atención de calidad. No podemos tener de rehenes a los pacientes en medio de esta negociación de sí, sí, o de sí, no.

Otro asunto que no ha hecho más que comenzar es el nuevo marco estatutario de los médicos, sí, esos profesionales que se dedican a trabajar para cuidar nuestra salud, que dedican toda su juventud al estudio y la formación, para tener las mejores competencias y convertirse en grandes profesionales.

No se puede maltratar a un colectivo de la forma en la que se está haciendo, con un salario insuficiente, unos recursos escasos, realizando guardias y soportando una presión asistencial sin precedentes.

‘Nos encontramos en una situación crítica y es hora de tomar una decisión o muchas, pero hay que hacerlo ya’

Nadie se debe extrañar que muchos de nuestros jóvenes médicos vean un futuro mejor fuera de nuestro país.

Por último, porque no quiero extenderme, las listas de espera, que superan los mas de 6 millones de pacientes y que la primera consecuencia es el enorme trasvase de los ciudadanos a la privada, más de dos millones en los últimos tres años.

Una privada cada vez más presionada y que comienza también a alargar los plazos de las citas.

Y ante todo esto me viene una pregunta.

¿Cuánto tiempo aguantas debajo del agua sin respirar?

Lo pregunto poque cuando estamos sumergidos dentro del agua llega un punto en el que tienes que tomar una decisión, la de respirar y si no lo haces las consecuencias serán graves y te ahogarás.

Así que, desde mi punto de vista, nos encontramos en una situación crítica y es hora de tomar una decisión o muchas, pero hay que hacerlo ya.

Un pacto de estado es algo que muchos hemos empleado alguna que otra vez, pero sinceramente a estas alturas yo no veo otra solución.

El maltrato que está sufriendo nuestra sanidad nos lleva a de una vez por todas a decidir que es la hora y el momento de respirar, sacar la cabeza del agua y trabajar por los pacientes y por ese orgullo perdido de nuestro Sistema Nacional de Salud.