La inequidad de la sanidad en España según el lugar de residencia de cada ciudadano no es un tema nuevo. Sin embargo, y a pesar de ser un tema que desde hace años se habla de abordar y acabar con estas diferencias entre CCAA, sigue persistiendo, generando un enorme prejuicio en el nivel de la calidad asistencial del Sistema Nacional de Salud (SNS).

A día de hoy seguimos teniendo una sanidad descentralizada y esta “desconexión” provoca que no haya un criterio único en las CCAA, dando lugar a que las prestaciones que los ciudadanos reciben en una autonomía no sean las mismas que en otra región. Nos encontramos con gestores de todo tipo, contratos de adjudicación de material distintos, formas de evaluar o puntuar productos sanitarios diferentes y estrategias en nuevas tecnologías con diversos grados de implantación; y esto no tiene más que una definición: inequidad.

‘La sanidad en España es un derecho y debemos defenderla proactivamente’

Pero, además, y en medio de todo esto, para nuestra sorpresa, escuchamos que el paciente debe y tiene que estar empoderado y formado, y que debe ser el protagonista de su propia patología. Ahora bien, con este escenario, ¿cómo se pretende que se haga? Estamos cansados de escuchar a muchos de nuestros representantes públicos hablar de la igualdad de todos los españoles, cuando en la práctica no es así.

Ante esto, desde la Federación Española de Diabetes (FEDE) sería clave realizar, no solo un pacto por la diabetes, sino un Pacto de Estado por la Sanidad en el que recoja, de una vez por todas, una asistencia sanitaria de calidad e igualitaria entre todas las CCAA y entre todos los ciudadanos.

La sanidad en España es un derecho y debemos defenderla proactivamente, con hechos, con propuestas. No podemos consentir inequidades, pero tampoco debemos solo exigir; también debemos actuar y ser protagonistas, no solo de nuestra patología, sino también del cambio.