El big data, la robótica y, en general, el uso de Internet por parte de los médicos y pacientes y profesionales sanitarios está revolucionando el sector de la salud en los últimos años. La llegada de la COVID-19 ha propiciado un cambio en el intercambio de información gracias a medidas preventivas como la videollamada, consultas o la atención telefónica.
Además, los avances tecnológicos permiten el análisis de datos más rápidos y precisos que ponen a disposición de los profesionales sanitarios la información del paciente a tiempo real. Con la digitalización nace un nuevo modelo sanitario que hace posible diagnósticos, tratamientos e intervenciones impensables hace solamente unos años.
Junto a ello, el año pasado nace la Estrategia de Salud Digital del Sistema Nacional de Salud, con la aspiración de contribuir al mantenimiento de un buen nivel de salud en la población española y de fortalecer el sistema sanitario público mediante la capacidad transformadora de las tecnologías digitales dirigidas a personas, profesionales de la salud, organización, proveedores de servicios sanitarios y el resto de agentes relacionados para debatir y trabajar sobre el futuro y la sostenibilidad del sistema sanitario, apostando por la innovación y la tecnología como la base fundamental del nuevo modelo de gestión y asistencia.
Es precisamente para lo que New Medical Economics en colaboración con AstraZeneca organizó un Grupo de Trabajo y Debate presencial con retransmisión en streaming. Para ello, contó con expertos de primer nivel.
Susana García Cordero, goverment affairs de AstraZeneca fue la encargada de dar la bienvenida y presentar este encuentro que acogió el Recinto Modernista de Sant Pau (Barcelona). “Tenemos que conseguir que la salud digital sea un hecho más que un proyecto, como era hasta entonces. Los grandes avances que proporciona la salud digital, redundan en mejorar la salud y el bienestar de los ciudadanos. Es un objetivo muy claro que tiene AstraZeneca y estamos convencidos de que la investigación, la ciencia y la innovación son los pilares fundamentales para mejorar la salud de las personas y, por tanto, transformar el mundo”, señaló en su intervención.
Estrategia de salud digital
Tras la bienvenida institucional, José María Martínez García, presidente ejecutivo de New Medical Economics y moderador de la jornada, dio paso a los primeros cuatro ponentes, donde se habló de la “Estrategia de Salud Digital”. El panel de expertos que compuso esta primera parte fue: Manuel Arellano Armisen, vicepresidente de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP); Marta Aymerich Martínez, vicerrectora de Planificación Estratégica e Investigación y presidenta ejecutiva del eHealth Center de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC); Montserrat Daban Marín, directora de política científica e internacionalización de Biocat; y Cristian Pascual Forcada, presidente de Barcelona Health Hub (BHH).
Para romper el hielo, José María Martínez preguntó a todos los ponentes sobre la situación de España en salud digital y su comparación con los países de alrededor. Desde la perspectiva de los pacientes “no estamos mal, pero se puede estar mejor”, dijo Manuel Arellano, y continuó: “La pandemia nos ha dado un impulso para reforzar la situación de España en materia de salud digital, pero queda mucho camino por recorrer, tiene que estar dirigido a las necesidades de los pacientes y todavía no lo está”. En cuanto a la comparación con otros países europeos, el vicepresidente de la POP ve “que estamos todos en una situación muy parecida”.
Marta Aymerich explicó que si nos comparamos con Asia o Norteamérica vamos tarde en esta materia, pero si la comparación es con Latinoamérica vamos un poco por delante. Según la experta habría que poner el foco en la palabra “transformación”, lo que “requiere bastante trabajo, en adaptar nuestras formas de ver y nuestra relación con los pacientes, nuestra relación con los otros profesionales de salud y de fuera del sistema de salud que cada vez son más necesarios”, indicó.
Por su parte, Montserrat Daban enfocó su respuesta en dos puntos de vista: por una parte, en el sistema de salud con la estrategia salud digital, “que además se solapa con las estrategias de cada comunidad autónoma”, y, por otro lado, en la industria de ciencias de la vida y de la salud “no hay solo que transformar el sistema, sino intentar que la digitalización llegue a todos los ámbitos de este sector que al final acabará nutriendo el sistema de salud”.
En la misma línea, Cristian Pascual considera que estamos “en la eclosión de un nuevo sector dentro de las ciencias de la vida. Nadie hablaba de salud digital hace diez años”. El presidente de la BHH piensa que estamos en los inicios de una transformación, “donde hay que diferenciar entre sanidad pública y sanidad privada, la adopción de la salud digital hoy se produce en la sanidad privada, estamos muy retrasados en sanidad pública”. El experto claramente apuesta por la telemedicina e inteligencia artificial, “las dos tecnologías más disruptivas que afectan a muchas situaciones del mundo de la Sanidad”.
La siguiente pregunta que se puso sobre la mesa fue: “¿en qué momento se encuentra la aplicación de la inteligencia artificial a nivel clínico?”. Para Cristian la inteligencia artificial tiene que pasar por los mismos canales que pasa cualquier dispositivo médico “la aplicación es muy dispar”. Según el ponente, “la experiencia de la Sanidad tiene que ser omnicanal, la información tiene que fluir y tiene que ser presencial y no presencial, con debates o sin debates, todo integrado y estamos muy lejos de esto. El canal digital tiene que ser un canal más”.
En este sentido, Montserrat Daban matizó: “La inteligencia artificial es una herramienta para la lectura y gestión de datos a gran escala para la toma de decisiones sobre estos. Es lo que ya está sucediendo a nivel asistencial en hospitales y en ensayos clínicos. Por lo tanto, sí existe la inteligencia artificial como herramienta de next step en el ámbito clínico, tanto a nivel más asistencial como de los propios ensayos”.
“¿Cómo se aplica la salud digital en la prevención y detección temprana de enfermedades?”, cuestionó el moderador. La directora científica del Biocat comentó que la prevención es uno de los puntos clave para el próximo periodo en la estrategia a nivel europeo en salud. ““Estamos convergiendo en todos los ámbitos de salud hacia conseguir sistemas más resilientes y preparados para detectar tempranamente. Y aquí el entorno asistencial de primaria tiene un papel decisivo”, explicó.
Por otro lado, Marta Aymerich indicó que “la salud no empieza cuando vamos al médico, empieza mucho antes. Lo que a menudo entendemos por salud, en realidad es enfermedad”. Para la experta, la idea es poder tener ese propio conocimiento de uno mismo de su propia salud y de interconexión con el resto del mundo “ahora nos preocupa mucho la interoperabilidad, cómo los datos pueden entenderse. La salud es mucho más frecuente que la enfermedad”.
“¿Cómo ve un paciente que vaya a la consulta y le receten una app?”, preguntó José María a Manuel Arellano. El paciente lo ve tan bueno como que le receten un medicamento si beneficia a su salud, sin embargo, la brecha digital en este sentido está muy latente. Para el vicepresidente de la POP, el reto está en “empezar a construir. Hagamos que las cosas sean fáciles. Sobre todo, porque lo digital es un canal que es un medio no es un fin. El concepto no es la enfermedad, el concepto es la salud, por ello, tenemos que adaptar los medios a las necesidades de las personas y no las de las personas a los medios existentes”.
Otro de los temas tratados fue la participación de los profesionales sanitarios en la creación de apps. Ante esta cuestión, Cristian Pascual afirmó que la mayoría de empresas que él conoce tienen un médico en su equipo, “tiene que existir el componente médico integrado, ya sea un médico o un biomédicos, tienen el conocimiento técnico y el médico a la vez”.
En cuanto a la integración de la salud digital en la educación médica general, Montserrat Daban opinó que debería integrarse mucho mejor. “Es necesario que los nuevos perfiles que se generen tengan un set amplio de capacidades funcionales distintas. Cada vez más los perfiles son capaces de adaptarse y de afrontar aspectos muy distintos”, subrayó. Por otro lado, Daban también destacó la importancia “cuando hablamos de salud digital o de atención digital, de telemedicina, que tanto el paciente como el médico estén satisfechos con el sistema”. En la misma línea, Marta Aymerich abogó por la interdisciplinariedad y “que aprendamos a enfrentarnos a la incertidumbre, eso es fundamental”.
Para finalizar con esta primera parte, se habló de la protección de datos del paciente. Cristian Pascual cree que “en realidad mis datos médicos no son míos. Yo no actúo sobre ellos, yo no decido quién los tiene y cuándo los tiene y eso tiene que cambiar. Tengo que tener total disponibilidad de mis datos en tiempo real y accionable”. Por su parte, el representante de los pacientes considera que “los pacientes en general no saben qué pasa con sus datos”.
Innovación: presente y futuro
La segunda parte del encuentro giró en torno a la “Innovación: presente y futuro”, y al igual que en la anterior mesa, José María Martínez García dio paso a los cuatro ponentes. El panel de expertos que compuso esta segunda parte fue: Laia Arnal Arasa, directora de Desarrollo de Negocio del Instituto de Investigación del Vall d’Hebron (VHIR); Joan Bigorra Llosas, director de Innovación del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal); Julieta D’Anna Razzetti, gerente de cuenta España en Wefight; y Jorge Pou Burgos, innovation, strategy & experience lead en AstraZeneca.
“¿Cómo está impactando e impactará la innovación o transformación digital en el sector salud?”, preguntó José María Martínez. Laia Arnal Arasa explicó que la “innovación y transformación digital no son sinónimos, ni siempre van intrínsecamente unidos, y seguramente se necesitan entre ellos. La innovación impacta en transformar, en generar riqueza, en la sociedad, en la creación de nuevos puestos de trabajo, en crear soluciones a las necesidades clínicas no resueltas, en la creación denuevos tratamientos y nuevos sistemas de gestión”.
Por otro lado, Joan Bigorra Llosas señaló que “está impactando mucho menos de lo que debería, porque realmente la capacidad de la innovación y con la tecnología incluida la digital, es más un medio que un fin. Según un estudio de Boston Consulting para conseguir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible se necesitaría una aportación de 2,5 trillones al año por encima de lo que se está aportando”.
“¿Cuáles son los servicios y beneficios que una persona puede obtener de un sistema de salud digitalmente transformado?”, cuestionó el moderador del encuentro. Jorge Pou Burgos afirmó que “la tecnología va a permitir a todos los pacientes tener acceso a muchos más servicios que van más allá de un puro medicamento a la hora del tratamiento holístico de una patología. Estamos avanzando hacia un tratamiento transversal de las patologías que mezcla tanto medicamentos como servicios digitales, en el que el paciente se involucre mucho más y tenga un valor y sea mucho más participativo en ese tratamiento”.
“El paciente cuando sale del hospital va a seguir conectado al sistema sanitario, cosa que hasta ahora no pasaba. Vamos a tener mejor monitoreo de los pacientes. Vamos a poder prever crisis de los pacientes y también conseguir una menor saturación hospitalaria”, añadió Julieta D’Anna Razzetti.
La siguiente cuestión que se abordó fue: “¿Esa monitorización la van a realizar profesionales sanitarios o gente que no es personal sanitario y está formada para ello?”. Jorge Pou Burgos matizó que hay múltiples ejemplos de cómo abordar la integración en el proceso asistencial. Uno de ellos sería “un chatbot basado en inteligencia artificial que le va realizando preguntas y cuestionarios al paciente sobre su enfermedad y le ofrece determinadas respuestas”. Aunque advirtió de que “no hay ningún caso en el que esta tecnología sustituya al profesional sanitario”.
“¿Qué proyectos de innovación están en desarrollo?”, preguntó José María Martínez a los participantes. “Wefight Junto con AstraZeneca hemos desarrollado y lanzado en el año 2020 una aplicación que es un chatbot de acompañamiento a pacientes de asma, pero también lo hacemos en otras enfermedades como en oncología. Y, por otro lado, como startup desarrollamos todos nuestros proyectos en colaboración con partners Industriales, que es a través de ellos como podemos aportar un valor al paciente basado en necesidades reales que vienen de la industria”, explicó la gerente de Cuenta España en Wefight.
Por su parte, Joan Bigorra Llosas indicó que “en el Hospital Clinic se utilizan más de 30 apps de manera interna y nos encontramos en continua colaboración con partners. Algunos ejemplos son el uso de la inteligencia artificial en un proyecto para saber cuándo recibimos inmigrantes en Europa en función del país de dónde vienen y los países que han atravesado y sus circunstancias, puedes predecir las necesidades de esta persona desde el punto de vista sanitario. Otro ejemplo concreto es el uso de ultrasonidos para el diagnóstico de la meningitis en lactantes en África subsahariana, donde hacer una punción lumbar es todo un reto, porque en Mozambique, que es donde trabajamos más para 19 millones de habitantes, no llega a mil médicos”.
“¿Y la innovación todavía no está desarrollada en el sistema formativo español?”, cuestionó el moderador. “Ha habido algún intento. En la Barcelona School of Management hubo un Máster en Liderazgo y Gestión de la Ciencia de la Innovación que formó a más de 100 personas. Ese es un modelo que ahora ya no es válido, pero hay gente, yo estoy entre ellos, que estamos diseñando formaciones muy adaptadas a las necesidades actuales, que no son los 60 créditos ECTS, porque nadie tiene tiempo”, comentó el director de Innovación del ISGlobal.
Según Laia Arnal Arasa la clave está en diseñar modelos colaborativos. “Estamos hablando de grandes retos. Por tanto, necesitamos grandes soluciones y pasa por ser eficientes y trabajar centros tecnológicos con soluciones digitales, con grandes farmacéuticas y startups”. “La innovación trasciende al sector salud y al de la industria farmacéutica, porque lleva un componente de transformación y una resistencia al cambio muy grande. La innovación tiene que suceder de una manera abierta y colaborativa y si no, no tiene sentido. Hay que sentarse con todos los agentes y buscar esas soluciones”, apuntó Jorge Pou.
Como colofón a la jornada, se dedicaron los minutos finales a un turno de preguntas donde los asistentes tantos presenciales como por streaming pudieron trasladar sus cuestiones a los expertos en innovación en salud digital.