Un año más, la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR) ha celebrado su Congreso Nacional. El Palacio de Congresos de Valencia acogió este encuentro durante tres intensos días (del 18 al 20 de abril) donde se reunieron profesionales de la salud e investigadores con el objetivo de compartir conocimientos y experiencias relacionadas con la mejora de la calidad en la práctica clínica en la especialidad de la anestesiología y la reanimación.
Este 2024, el XXXVII Congreso Nacional de la SEDAR ha batido récord de asistencia, con más de 1700 personas inscritas. Además, ha sido testigo de la destacada participación de renombrados profesionales sanitarios y se pusieron encima de la mesa diversos temas de actualidad como: la sedación y analgesia en cuidados intensivos y paciente de alto riesgo; el dolor post operatorio como la variable clave en la calidad; la fragilidad en el perioperatorio; el big data y anestesia; anestesia pediátrica; la cirugía ambulatoria en paciente de alto riesgo; la humanización en anestesiología y la gestión de la innovación en anestesia, entre otros.
La innovación en la recuperación intensificada
La necesidad de abrazar la transformación digital y la innovación en el ámbito de la gestión de la actividad quirúrgica, además de la recuperación intensificada del paciente fue uno de los puntos clave del Congreso y, por ello, se desarrolló una mesa redonda en torno a esta cuestión, que llevó por título: “Gestión de la innovación en anestesia”. El Dr. Óscar Díaz-Cambronero, coordinador de la Unidad de Medicina Perioperatoria del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de València, adscrita al área clínica que dirige la Dra. M. Pilar Argente, fue uno de los participantes de esta mesa redonda y moderador de la misma.
Durante su intervención, el Dr. Díaz-Cambronero habló sobre la innovación en la recuperación intensificada y en el circuito asistencial: “Las complicaciones postoperatorias son la tercera causa de muerte a nivel global. Las estrategias que podemos implementar van ligadas a asumir la responsabilidad integral de los cuidados perioperatorios. Desde la inclusión en lista de espera quirúrgica, gestionando la optimización del paciente a través de la prehabilitación, el control intraoperatorio del estrés quirúrgico, hasta el seguimiento proactivo a largo plazo del paciente, durante al menos 30 días, para evaluar el impacto de la optimización y detectar precozmente estas complicaciones necesitamos datos.”, explicó el experto.
El Dr. Díaz Cambronero detalló el funcionamiento de la Unidad de Medicina Perioperatoria del Hospital La Fe de Valencia: “Hay que innovar en los circuitos y disminuir el tiempo desde que el paciente se incluye en lista de espera quirúrgica hasta que comenzamos el programa de prehabilitación. La monitorización remota nos permite individualizar el programa de prehabilitación así como evaluar la recuperación postoperatoria”.
El segundo pilar de la innovación que señaló el doctor fue la necesidad de integrar la percepción del paciente en este circuito asistencial. En este sentido, el Dr. Díaz Cambronero especificó cómo lo están poniendo en marcha en el Hospital Universitari i Politècnic La Fe de València, “con el objetivo de que los pacientes lleguen a quirófano con la mejor forma física y mental, estamos trabajando en un programa piloto de monitorización remota continua con un reloj inteligente grado médico».
“En este caso utilizamos el dispositivo Masimo SafetyNet y el reloj inteligente Masimo W1 grado médico, permite una monitorización continua de uso clínico, integrado en un programa de cuidados de atención médica digital, así como la vigilancia remota de los pacientes”, indicó el experto. La implementación de innovaciones de monitorización remota Masimo SafetyNet forman parte del programa de recuperación intensificada que recibe el nombre de Prime, por sus siglas Perioperative Remote Individualized Monitoring programme, y está en sintonía con otra iniciativa de Vigilancia Postquirúrgica (VIP).
Los pacientes que se pueden beneficiar de este sistema son los que se van a someter a una cirugía abdominal mayor y que cumplan con al menos tres semanas de programa de prehabilitación a la cirugía. Aquí se contemplan indicaciones individualizadas sobre actividad deportiva, pautas de sueño, corrección de anemia, así como soporte nutricional y emocional.
Durante esas tres semanas, el reloj inteligente registra de forma continua cómo evolucionan diferentes variables biomédicas como “la frecuencia cardíaca, la variabilidad de la frecuencia de pulso, la frecuencia respiratoria y la saturación de oxígeno en función del programa de cuidados que la persona realiza”, añadió el Dr. Díaz-Cambronero.
Esa información la visualiza el paciente en su teléfono móvil y se envía de forma automática a su historia clínica para que el equipo multidisciplinar realice el seguimiento y los ajustes necesarios para llegar a quirófano de la mejor manera posible. Después de la operación, se continúa la monitorización continua del paciente durante un mes para evaluar su recuperación y detectar precozmente complicaciones.
Además, se prevé que la información recopilada permita hacer minería de datos y, por ejemplo, desarrollar algoritmos que determinen el mejor momento para operar a una persona en función de cuáles sean sus indicadores de salud basales, evaluar su recuperación, así como anticipar complicaciones postoperatorias.
Este tipo de avances tecnológicos permiten un diagnóstico proactivo de las complicaciones postoperatorias, mejorando la seguridad del paciente y el alta hospitalaria temprana en pacientes quirúrgicos.
Innovación en gestión de la actividad quirúrgica
Por su parte, el Dr. Julián Roldán Osuna, especialista en anestesiología y reanimación del Hospital Universitario General de Cataluña fue el encargado de hablar sobre la innovación en la gestión de la actividad quirúrgica.
El especialista detalló el crecimiento exponencial de la tecnología debido al desarrollo del metaverso, la realidad virtual, la realidad aumentada, el big data y la inteligencia artificial: “Van a revolucionar absolutamente todo. Debemos incorporar estas nuevas tecnologías que no son futuro, sino presente”.
El Dr. Roldán Osuna animó a vivir esta transformación dentro del ámbito sanitario como una oportunidad y no como una amenaza. A dejar de lado el papel pasivo de usuario o de víctima y pasar a ser protagonistas para descubrir las posibilidades que ofrece la tecnología. “Nos encontramos trabajando en un programa con algoritmos para el seguimiento y la gestión de pacientes preoperatorios”, añadió.
Sin embargo, también destacó las dificultades que presenta la incorporación de las nuevas tecnologías como son la financiación y el rendimiento del quirófano. “Hoy en día lo gestionamos por medio del factor humano, algo que no es óptimo para la toma de decisiones. En el bloque quirúrgico, la innovación tiene una asignatura pendiente”.
No cabe duda de que quien sea capaz de aprender a recopilar y trabajar con datos para tomar decisiones coherentes, fiables, precisas y rápidas tendrá la posibilidad de innovar.
La innovación en el futuro de la especialidad
Para finalizar con el turno de intervenciones, la Dra. Esther Méndez Arias, especialista del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Universitari de Bellvitge (Barcelona), trató la innovación en el futuro de la anestesiología mediante la explicación de diversos proyectos en marcha.
La Dra. Méndez Arias afirmó que nos encontramos en un momento clave con la explosión del big data y remarcó la importancia de la formación de los profesionales sanitarios en este ámbito. “No podemos innovar solamente en el bloque quirúrgico, esta innovación tiene que ser global”, señaló.
También indicó la importancia que tiene para los anestesiólogos la comunicación entre profesionales de diferentes ámbitos como los informáticos o con los diferentes stakeholders que participan en el proceso de innovación.
La evaluación fue otro de los asuntos que destacó la Dra. Méndez Arias durante su intervención, “evaluar nuestras intervenciones es lo más importante”. En el Hospital Universitari de Bellvitge lo están haciendo mediante dos proyectos: con un proyecto de inteligencia artificial en la consulta preoperatoria cuyo objetivo es realizar preoperatorios más sencillos; y con la incorporación de una app de chat.
Como conclusión, la Dra. Méndez Arias señaló que “en la era industrial éramos trabajadores manuales, posteriormente, en la era de Internet pasamos a ser pensadores del conocimiento. Sin embargo, en la actualidad hemos pasado a ser trabajadores del pensamiento porque podemos obtener las respuestas, pero las preguntas y las valoraciones que redefinen las respuestas las haremos nosotros, los anestesiólogos”.