Hoy quería hablar del voluntario, una figura que, aunque algunas personas conocen, la realidad es que la gran mayoría desconocen cuál es el papel y el trabajo que realizan en esta sociedad.
El trabajo del voluntario es un trabajo completamente altruista y del que estar siempre agradecido. Da igual el tiempo que le dediquen porque no debemos olvidar que se lo quitan de estar con su familia y el tiempo pasa y no vuelve, de estar haciendo su trabajo que luego lo tendrán que hacer el fin de semana o quitando parte de su tiempo libre y eso afecta a su salud.
Hay un episodio en mi vida que recuerdo con cierta frecuencia y es un día que acudí por mi trabajo al notario, una persona que me conoce desde hace muchos años y que cuando estaba firmando una póliza de repente me preguntó: “Oye Andoni, ¿y tú por qué te metes en estos líos si ya tienes la vida resuelta?
Rápidamente le respondí, le conté mi historia, mi vivencia, cómo comencé, el por qué y lo que con el paso de los años he ido viendo, de las dificultades que muchos pacientes tienen y se encuentran en la vida y de por qué dedico parte de mi tiempo y de mi vida a trabajar de voluntario.
Pero luego reflexionando, con el paso de los días, las semanas y los meses uno tiene la impresión de que parece que tienes que ser voluntario por alguna otra razón, sí, alguna otra razón que a las personas se les escapa y que no logran entender y este es precisamente el motivo por el que escribo esta editorial, porque quiero reivindicar el papel y el trabajo de la figura del voluntario.
Un trabajo desinteresado en su persona y volcado en los demás.
En estos 20 años lo que más me duele son las críticas, los bulos, la crítica destructiva que lo único que busca es dañar tu imagen y uno no sabe muy bien por qué.
No deja de sorprenderme cómo los ciudadanos, pero también las personas que nos rodean en nuestro día a día no entienden o critican la vocación real y sincera que tenemos las personas que nos dedicamos al voluntariado.
¿Cómo es posible que no entiendan esta vocación que algunas personas tenemos por querer ayudar a los demás? Por querer mejorar su calidad de vida, sus derechos, su bienestar.
Afortunadamente, esto va cambiando poco a poco, pero si ya resulta difícil todo este esfuerzo, ese sacrificio, esas horas de no dormir, esos largos viajes, esos disgustos o frustraciones porque no consigues los objetivos para los pacientes, pero si además haces tu trabajo de una forma seria y profesional, firme en tus reclamaciones las críticas pueden aumentar.
Y claro que podríamos realizar nuestro trabajo mucho mejor, pero que a nadie se le olvide las enormes dificultades económicas que tienen muchas asociaciones de pacientes.
Hoy más que nunca quiero reivindicar el trabajo que realizan los voluntarios que defienden los derechos y la calidad de vida de los pacientes y les doy las gracias a todos ellos.
Los voluntarios nos encontramos con enormes dificultades, pero nunca dejaremos de trabajar y ayudar a los demás porque nuestro esfuerzo se ha convertido en una vocación, una forma de entender la vida de ayudar y trabajar por el que más lo necesita, el paciente.