La EPOC es una enfermedad respiratoria caracterizada por síntomas persistentes y limitación crónica del flujo aéreo, causada principalmente por el tabaco. Es un trastorno que causa una gran morbilidad y mortalidad a escala global, con un elevado impacto económico, en parte debido a su infradiagnóstico que hace que la mayoría de los pacientes llegue a estadios avanzados de la enfermedad sin diagnóstico previo ni tratamientos adecuados.
Se estima que cada año mueren en España más de 18.000 personas a causa de la EPOC. Constituye la quinta causa de muerte entre los varones, con una tasa anual de 60 muertes por 100.000 habitantes, y la séptima para las mujeres, con una tasa anual de 17 muertes por 100.000 habitantes. Estos datos sitúan a España en un rango intermedio dentro de la Unión Europea, encabezada por algunos países de Europa del Este y anglosajones.
La evolución creciente de la prevalencia de la EPOC depende, además de la exposición tabáquica, de otros factores, fundamentalmente al envejecimiento paulatino y progresivo de la población. Extremadura tiene una población cada vez más envejecida con un Índice de envejecimiento que ha aumentado progresivamente desde el año 1997, y superior a la media nacional en el 2015; actualmente el 20% de la población extremeña tiene 65 y más años, dentro de 15 años habrá un 27% de extremeños en este rango de edad. Por ello, se prevé que, en el mundo, en España y en concreto en Extremadura, asistiremos a una verdadera epidemia de esta enfermedad en las próximas décadas. El problema seguirá en el futuro y en veinte años, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica duplicará su prevalencia, al aumentar la esperanza de vida de la población.
Para debatir sobre el modelo asistencial y la estrategia dirigida a los enfermos con EPOC de Extremadura, New Medical Economics en colaboración con Chiesi, la Junta de Extremadura y el Servicio Extremeño de Salud ha organizado un Grupo de Trabajo y Debate titulado: “Convivir con la EPOC: pacientes, clínicos y Administración”.
El encuentro tuvo lugar el pasado 23 de mayo en Mérida y contó con la presidencia de José María Vergeles Blanca, vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura; Vicente Alonso Núñez, director general de Asistencia Sanitaria del Servicio Extremeño de Salud (SES); Luis María Barbado, coordinador de APEPOC Extremadura (Asociación de Pacientes con EPOC); José Vicente Galindo, pricing & market access associate director en Chiesi España; Nicole Hass, portavoz y asesora técnica de APEPOC; Juan Antonio Riesco, neumólogo del Hospital San Pedro de Alcántara (Cáceres); y José Luis Vicente Torrecilla, director general de Planificación, Formación y Calidad Sanitaria y Sociosanitaria de la consejería de Sanidad y Servicios Sociales de Extremadura. El presidente ejecutivo de New Medical Economics, José María Martínez, fue el encargado de moderar la jornada.
Durante la presentación del Grupo de Trabajo y Debate, el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura expuso la situación de los pacientes con EPOC en su región “es un problema muy relevante y frecuente en Extremadura”. Vergeles abogó por la televigilancia y telemonitorización de los pacientes con EPOC, además de fomentar la parte social de la persona. Para el consejero, otra rama muy importante en este sentido es la prevención y el infradiagnóstico.
En la misma línea, Vicente Alonso contó que en Extremadura tienen un conocimiento de cuál es la prevalencia bastante aproximada gracias a los registros que se realizan en Atención Primaria y en Hospitalaria, “tenemos aproximadamente 23.000 pacientes diagnosticados con EPOC y un 29% de estos utilizan terapias respiratorias”.
“La diferencia de tratamiento y diagnóstico a los pacientes con EPOC en los distintos centros de nuestra comunidad autónoma nos impulsó a diseñar el Proceso Asistencial Integrado (PAI) de la EPOC”, afirmó el director general de asistencia sanitaria del SES.
Por su parte, el director de Planificación de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de Extremadura considera que el PAI pide ya una renovación: “hay que darle una vuelta porque los instrumentos que tenemos son mejorables”.
Desde APEPOC han contactado con los pacientes de toda Extremadura para saber cuál es la situación real. Según Luis María Barbado “algunos están muy contentos con sus médicos, otros no tanto porque se encuentran con muchas dificultades y una es la consulta telefónica, “nos encontramos con la brecha digital, hay que pensar en las personas mayores”. Nicole Hass indicó el incremento del coste en la factura de la luz de los pacientes con EPOC e instó a los profesionales sanitarios a que “vuelvan las espirometrías en Atención Primaria”.
A Juan Antonio Riesco le preocupa que Extremadura sea la segunda en prevalencia de EPOC en España, después de Cataluña. “El factor etiológico de esta enfermedad es el tabaquismo y en Extremadura tenemos la prevalencia más alta de tabaquismo. Estamos en estratos de edad por encima de lo esperado y esto es muy peligroso.
Otro problema, según el experto, es que “estamos llegando tarde al diagnóstico, 36.000 pacientes en Extremadura están sin diagnosticar”. “Esta enfermedad exige una visión multidisciplinar, tenemos que hacer algo para pararla, pero lo primero es diagnosticar para no llegar tarde”. El neumólogo considera necesario introducir en el PAI como elemento fundamental la precocidad.
El siguiente punto que el moderador puso sobre la mesa fue la formación. Desde Chiesi “intentamos ayudar a los pacientes. Hemos hecho un estudio de retorno de la inversión para pacientes con EPOC, el dato es muy llamativo, por cada euro que se invierte se recuperarían 3”. Además, según José Vicente Galindo la adherencia terapéutica de los pacientes se podría mejorar a través de la formación.
Por su parte, Nicole Hass subrayó que los propios pacientes “tenemos que automanejar la patología”. Hass cree que los pacientes de EPOC son cada vez más jóvenes, pero “no todo es tabaquismo, hay gran porcentaje de niños que ya de por sí tienen una predisposición a desarrollar EPOC”. La portavoz y asesora técnica de APEPOC considera necesario potenciar al máximo el conocimiento de la EPOC en la sociedad.
El visado también estuvo presente durante el encuentro al cumplirse más de un año de la aprobación de la enmienda que suspendió temporalmente el visado impuesto por el Ministerio de Sanidad a la triple terapia en EPOC; disposición que se aplicó con ‘carácter excepcional’ y su vigencia se extiende hasta la finalización de la emergencia sanitaria. La ‘gripalización del COVID-19’ inquieta a los participantes ya que podría terminar con la excepcionalidad para acceder de forma sencilla al tratamiento. En este sentido, Vergeles apuntó que desde Extremadura no se iba a apoyar la reinstauración del visado, a no ser que se justificase desde la seguridad de los pacientes.
En cuanto a la espirometría, José Luis Vicente Torrecilla señaló que se debe realizar en Atención Primaria. Torrecilla también considera que hay que mejorar la relación entre la AP y la Especializada.
En la misma línea, Vicente Alonso dijo que costó mucho la introducción de la espirometría en Primaria, “no se utiliza muchas veces por falta de tiempo. Ha habido una caída de espirometrías muy importante por el COVID, pero tenemos que aprovechar las nuevas tecnologías para que estas pruebas sean más fáciles de hacer y de comunicar resultados”.
La comunicación con el paciente fue otro de los asuntos que salieron a luz, José María Barbado contó que “los pacientes no acabamos de entender muy bien al médico”, por lo que “repercute en la adherencia claramente”, reflexionó Juan Antonio Riesco.
El último punto que se puso sobre la mesa fue la prevención. Por su parte, Luis María Barbado considera que se podría integrar de una forma estructurada en la educación. Y José María Vergeles dijo “en la escuela de cuidados de salud, se pretende, a través de herramientas formativas cortas, pero útiles no solo formar a pacientes sino también formar a la población general para que se sensibilice con este tema”.