En la actualidad, la cirugía robótica ha revolucionado la forma en que se abordan diferentes procedimientos médicos, siendo la urología una da las especialidades que se ha visto beneficiada por la cirugía asistida por robot. Con el uso de estos sistemas avanzados, los urólogos pueden realizar intervenciones quirúrgicas con mayor precisión, control y flexibilidad, combinando los conocimientos y las habilidades médicas del cirujano, con la destreza de un sistema robotizado. Es ahí donde se encuentra la diferencia con las técnicas convencionales, que, aunque son una alternativa, requiere de un mayor esfuerzo.
Hoy podemos decir que la nueva era de la cirugía ha comenzado y hemos pasado de operar con robot a la robotización total del quirófano, lo que abre la puerta al abordaje de un gran porcentaje de las patologías urológicas. Pues, los sistemas robóticos, como el sistema Da Vinci, que consta de brazos robóticos altamente precisos y una cámara 3D de alta definición y Hugo, que combina instrumentos de muñeca, visualización en 3D y una opción de grabación de videos quirúrgicos que además es compatible con otras tecnologías utilizadas en la actualidad para la cirugía laparoscópica y abierta, brindan una visión tridimensional más ampliada y una mayor flexibilidad de movimientos, que permiten incrementar la eficacia de los procesos.
Al ser un procedimiento de mayor precisión, la cirugía robótica beneficia al paciente al tratarse de una táctica mínimamente invasiva, de precisión y segura, ofreciendo resultados menos traumáticos. El postoperatorio es menos doloroso y la recuperación más rápida, brindando al paciente una mejora de la calidad de vida.
‘Debemos seguir investigando y evolucionando en la tecnología y así continuar desempeñando un papel crucial en la atención médica moderna’
Características como las anteriormente mencionadas, hacen que la intervención robótica sea idónea para la próstata, la cirugía de vejiga y la cirugía renal, al igual que en los trasplantes. En el caso de pacientes que padecen cáncer de próstata, adicional a los resultados oncológicos, el realizar una intervención robótica, por ejemplo, con Hugo-RAS, mejora los resultados funcionales, permitiéndole mejorar la incontinencia y la disfunción eréctil posterior al tratamiento.
Es importante recordar que, en Europa Occidental, alrededor del 2% de las intervenciones se realizan por medios robóticos, mientras que aproximadamente el 65%, son cirugías abiertas. Por esta razón, debemos seguir investigando y evolucionando en la tecnología y así continuar desempeñando un papel crucial en la atención médica moderna, brindando mayores beneficios tangibles tanto a pacientes como a los profesionales de la salud.
Javier Romero Otero, Director del Departamento de Urología de HM Hospitales en Madrid y director médico del Grupo ROC Clinic