La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que suele cursar en forma de brotes. Se puede presentar en sujetos de todas las edades, pero es mucho más frecuente en la edad pediátrica.
La calidad de vida de estos pacientes suele verse afectada por la enfermedad, como consecuencia de síntomas como el picor, la interrupción crónica del sueño y los problemas psicológicos, a lo que se suma el estigma que supone su padecimiento, especialmente en sus formas más graves
El diagnóstico de la DA suele ser clínico, a través de un examen completo de la piel, además de interrogar a los pacientes por antecedentes personales y familiares sobre atopia y otros posibles síntomas acompañantes.
Pero al no existir pruebas específicas para determinar si una persona tiene o no dermatitis atópica, las pruebas están encaminadas a descartar otras enfermedades.
Para debatir sobre el modelo asistencial y la estrategia dirigida a los enfermos con dermatitis atópica, así como la colaboración con la Administración y las entidades de pacientes, contando con la participación de todos los agentes implicados y para conocer las perspectivas de las diferentes comunidades autónomas en este ámbito, New Medical Economics en colaboración con Pfizer ha organizado este ciclo de reuniones, esta vez centrada en Madrid.
ILUNION-Grupo Social ONCE acogió esta jornada que tuvo lugar el pasado 15 de junio de 2022, los expertos con los que se contaron fueron: Maria José Calvo Alcántara, subdirectora general de Farmacia y Productos Sanitarios de la Consejería de Sanidad de Madrid; Belén Delgado Díez, vicepresidenta de AADA (Asociación de Afectados por la Dermatitis Atópica); Mª Ángeles Gómez Mateos, jefa de Área de Coordinación de Proyectos de Humanización de la DG de Humanización y Atención al Paciente de la Consejería de Sanidad de Madrid; Pedro Herranz Pinto, Jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de La Paz; y Francisco J. Rebollo Laserna, senior medical manager Inflamación e Inmunología – Área de Dermatología en Pfizer Spain. El encuentro estuvo moderado por José María Martínez García, presidente de New Medical Economics.
La primera pregunta que el moderador lanzó a los ponentes fue sobre la situación de Madrid en relación con los pacientes con dermatitis atópica. En este sentido, María José Calvo subrayó que desde el ámbito de la gestión de la farmacia “las líneas fundamentales de nuestra estrategia son la información y la formación a todos los médicos, tanto de Atención Primaria como de hospital. En dermatitis tenemos la suerte de contar con nuevos medicamentos que hasta ahora no teníamos y esto nos facilita alternativas de tratamiento”. Por su parte, Mª Ángeles Gómez dijo que: “en Madrid se acaba de presentar el segundo plan de humanización. Se trata de planes ambiciosos, transversales y en los que han participado, tanto en el primero como en el segundo: pacientes, familiares, asociaciones de pacientes, además de profesionales y directivos. Esto le da una visión muy importante de todos los actores implicados”. En la misma línea, Belén Delgado comentó que “es cierto que en los últimos tiempos hemos ido mejorando en la implicación que tenemos los pacientes en la elaboración de los planes de humanización”.
“¿Cómo está evolucionando la financiación de los medicamentos?”, cuestionó el moderador a los expertos. En este punto María José Calvo indicó que los medicamentos que hay concretamente en dermatitis atópica grave están dando buenos resultados, sin embargo, “es verdad que el coste por paciente es alto, pero este es el precio de la innovación. Si el valor que aportan realmente cubre ese coste, habrá que asumirlo”. “Madrid, en cuanto a accesibilidad a la innovación estaría entre las comunidades más punteras”, añadió María José.
Pedro Herranz Pinto se mostró ilusionado por los avances que se están cumpliendo en el tratamiento de la enfermedad, pero detalló que “queda un enorme camino porque estamos hablando de una enfermedad tan clásica en dermatología como desconocida”. Como bien explicó este experto “es vital disponer de fármacos avanzados, que son capaces de cambiar la vida a la gente, pero tenemos la responsabilidad de gestionarlo entre todos”. Sin embargo, Belén Delgado lamentó que no exista financiación para las cremas y los emolientes, “que son un producto básico para los pacientes con dermatitis leve, moderada o grave y que terminan suponiendo un gran gasto”. Por su parte, Francisco J. Rebollo señaló que “desde el punto de vista de la industria, se está trabajando en dos líneas: una a nivel de los tratamientos y otra a nivel de dar a conocer más información sobre la patología, sobre la propia enfermedad”.
José María Martínez preguntó sobre un estudio cuyas conclusiones muestran un bajo consenso entre los diagnósticos que realizan los profesionales. Pedro Herranz explicó que los dermatólogos se encuentran ante un gran desafío puesto que “estamos aprendiendo que el paciente con dermatitis atópica es un paciente que tiene tantas manifestaciones clínicas asociadas y tan polimorfo que posiblemente estamos hablando de más enfermedades”. “Puede aparecer la enfermedad en una edad temprana, pero también encontramos a pacientes adultos que sin ninguna comorbilidad atópica debutan de una forma terrible y es difícil asociar estos pacientes a un diagnóstico diferencial común porque cada uno tiene sus peculiaridades”, añadió el jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario La Paz.
La siguiente cuestión que formuló el moderador fue sobre si el médico de Atención Primaria está preparado para diagnosticar cuando hay una dermatitis atópica. Pedro Herranz señaló que “tenemos los mejores especialistas de Primaria y que están trabajando diez veces más, al límite de su capacidad. Están interesadísimos en la formación en dermatitis atópica porque ellos ven el problema y para los especialistas son un apoyo fundamental. Además, el flujo de pacientes es bidireccional entre la Especializada y Atención Primaria”. En la misma línea, María José Calvo añadió que “la relación y la continuidad asistencial para el paciente es fundamental y disponemos de grandes mejoras, porque ahora tenemos e-consulta, en la que un médico de familia puede hacer una consulta telemática al especialista, le puede adjuntar una foto y el especialista le puede responder”. “Es verdad que hay que poner estas herramientas telemáticas en manos de los pacientes y formarles en las mismas, porque no toda la población puede acceder a ellas”, añadió Calvo.
La cuestión sobre la realización de pruebas genéticas fue otro de los puntos álgidos de este encuentro de expertos. Pedro Herranz confirmó su realización, pero señaló que “los pacientes no pueden esperar a la prueba genética. Debemos centrarnos en la piedra filosofal que es categorizar a los pacientes y biomarcarlos de forma que lo que cada paciente requiera podamos ofrecérselo desde el minuto cero”. En cuanto a la sensibilización por parte de la sociedad con esta enfermedad, Belén Delgado explicó que se trata de uno de los pilares básicos de la asociación: “Nos enfocamos en informar al paciente, apoyarlo y sensibilizar a la población porque es una enfermedad frecuente en términos leves de la que todo el mundo tiene alguna opinión y muchas veces se banaliza”.
Como conclusión, Mª Ángeles Gómez Mateos subrayó que “dentro del plan estratégico de humanización le estamos dando mucha importancia a demostrar que hay evidencia científica detrás del concepto de humanización. Cada vez hay más vivencia de que todo esto es importante, que la calidad de vida es importante y cómo este tipo de medidas que tienen que ver con la humanización, con este trato individualizado al paciente, con una atención holística, con los equipos multidisciplinares, en entornos adecuados, con accesibilidad, con información, tiene mucho sentido. Para nosotros es fundamental demostrar que repercute en la emoción del paciente y produce al final un resultado en su salud”.