Las matronas somos profesionales que acompañamos a la mujer desde antes de la edad fértil hasta la menopausia. La práctica más común y por la que se nos conoce, es por la asistencia en los partos, pero nuestro trabajo va mucho más allá. Por esta razón, a veces sentimos que somos las grandes olvidadas y tan solo aparecemos unos días antes del momento del parto. Sin embargo, si tenemos en cuenta que nosotras formamos parte del nacimiento de un hijo junto a un ginecólogo/a, ¿lo más lógico no sería que formáramos parte del momento desde antes?
El problema es que en las plantas de posparto no hay matronas y las enfermeras no están especializadas en el parto, sin menospreciar su labor, que bastante hacen con todos los pacientes que tienen que llevar y la falta de personal que existe en los hospitales. En el último año, la falta de matronas en España se ha vuelto una realidad. Las estadísticas indican que en nuestro país faltan más de 1.000 matronas para cubrir adecuadamente la cantidad de nacimientos.
Necesitamos anticiparnos a los riesgos, y por lo tanto es fundamental que el estado tenga el compromiso de fomentar la formación de calidad a más profesionales en esta área, garantizando y aumentando las plazas para hacer la residencia, puesto que es una de las razones de abstinencia de las enfermeras al momento de elegir su especialidad, sumado a la precariedad que hay en los contratos que hace que las matronas que están formadas, decidan no ejercer y dedicarse a otra cosa que le dé más estabilidad.
Es primordial poner sobre la mesa las necesidades reales de las mujeres y la evaluación que hacen del actual modelo de sistema sanitario en España. En Maternify, hemos hecho recientemente una encuesta a la que han respondido 1.500 mujeres y los resultados son inquietantes. La mayoría de madres coinciden en que la atención sanitaria y profesional recibida durante la maternidad es deficiente. Otra de las principales conclusiones a las que llegamos con la encuesta, fue que el 88% de las mujeres consideran necesario un mayor apoyo psicológico durante la maternidad, pero especialmente, durante los primeros días en casa.
«Ser matrona es una profesión muy vocacional»
La falta de tiempo y la desinformación que hay por parte de los médicos a las pacientes hacen que se incrementen los síntomas de depresión durante la etapa de gestación y posparto. Miedo, frustración y culpabilidad son algunos de los sentimientos más habituales y que comparten muchas de estas madres. El asesoramiento y acompañamiento de una profesional en estos momentos tan íntimos y delicados “es indispensable” y ahí es donde intervenimos con Maternify y nuestras matronas.
Por otra parte, además de la escasez de estudiantes para matronas, los contratos en los centros de salud son precarios por lo que cuando una matrona cumple con sus días festivos, su puesto no es reemplazado en muchas ocasiones, simplemente la consulta permanece cerrada y cuando se incorpora de nuevo, tiene el doble de trabajo. Esto hace que haya una falta de atención a las madres con todo lo que eso conlleva.
Traer una vida al mundo es un regalo mágico que no se puede explicar. Ser matrona es una profesión muy vocacional. La situación que vivimos las que nos dedicamos a la profesión, es muy dura y precaria. Necesitamos ayuda, estamos desbordadas, queremos que se nos valore por lo que hacemos y por eso decimos basta.
Carla Quintana Caballero, (@matronaparami), Matrona y Fundadora de Maternify