Introducción: la salud de los directivos y la importancia de los estilos de vida
La salud, según la OMS “es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
En España, el aumento de la esperanza de vida, las mejoras en salud pública y atención sanitaria, así como la adopción de determinados estilos de vida han condicionado que, en la actualidad, el patrón epidemiológico dominante esté representado por las enfermedades crónicas que, además de limitar la calidad de vida de las personas afectadas y de las personas cuidadoras, son causa de mortalidad prematura y ocasionan efectos económicos negativos importantes en las familias, las comunidades y la sociedad.
Las enfermedades crónicas más frecuentes están relacionadas con determinantes comunes de la salud sobre los que se puede actuar con medidas de promoción de la salud y actividades preventivas. Algunos de estos determinantes son el consumo de tabaco, el consumo nocivo de alcohol, una dieta inadecuada, la inactividad física y el estrés.
En el presente estudio se ha tratado de analizar el estado general de salud de los directivos en España. Al hablar de directivos, no nos referimos solo a la “élite”: gerentes, consejeros delegados y presidentes de grandes empresas. También se tiene en cuenta a mandos intermedios -directores de departamento o sucursal-, con personas a su cargo y cuyo estado de salud física y emocional, por tanto, no solo afecta directamente a ellos y sus familias, sino también a sus subordinados.
Pasamos muchas horas al día en el trabajo, por lo que resulta evidente que las relaciones con los compañeros y con los superiores tienen una incidencia importante en el bienestar de los empleados. En este sentido, se puede asegurar que es tan importante un buen directivo como un buen médico ya que el directivo tiene un doble papel: por un lado, es el garante del resultado económico de la compañía; por otro, es responsable de las personas a su cargo.
El estudio Towers Perrin (The Wall Street Journal, Gary Hamel), en el que participaron 90.000 empleados de 18 países, arrojó dos conclusiones principales: una, que las compañías con mayor nivel de compromiso entre sus empleados tienen mayores crecimientos y mayores resultados; dos, que solo el 21% (2 de 10 empleados) está verdaderamente comprometido con la empresa donde trabaja.
También algunos estudios correlacionan la salud con el nivel de compromiso en el trabajo, y señalan que en personas no comprometidas con su trabajo son superiores los niveles de estrés, presión arterial y glucosa, y tienen el doble de probabilidad de desarrollar problemas de depresión y ansiedad en los próximos años. Mientras, las personas comprometidas muestran un mayor nivel de felicidad a lo largo del día y tienen menor nivel de colesterol y triglicéridos.
En definitiva, el bienestar profesional es una de las prioridades para mantener la salud a largo plazo. El de los directivos es un colectivo tan interesante como desconocido, ya que en nuestro país apenas se dispone de información acerca de sus condiciones y hábitos de salud. Por ello, DKV, en colaboración con la Universidad Europea de Madrid (UEM), ha realizado una encuesta para analizar la adopción de estilos de vida saludables entre los directivos de empresas y entidades en España.
El índice de vida saludable y sus dimensiones
Quiero cuidarme, de DKV, es una herramienta de salud que persigue orientar a la ciudadanía sobre la evolución de su salud y estimularles a adoptar estilos de vida saludables como corresponsables de su salud individual a lo largo de su vida.
El Índice de vida saludable permite saber si uno va por buen camino en la adopción de un estilo de vida saludable, a través la puntuación de 0 a 1.000 obtenida en estos 9 indicadores:
• Indicador de calidad de sueño
• Indicador de actividad física
• Indicador de alimentación saludable
• Indicador de bienestar emocional
• Indicador de masa corporal (IMC)
• Indicador de colesterol
• Indicador de glucosa
• Indicador de presión arterial
• Indicador de consumo de tabaco
Objetivos y metodología del estudio
Objetivo general
Estimar el estado general de salud -Índice de vida saludable (IVS)- de los directivos de empresas u organizaciones en España.
Objetivos secundarios
– Describir los hábitos de alimentación saludable, actividad física, calidad de sueño y bienestar emocional de este colectivo.
– Comparar el Índice de vida saludable (IVS) de hombres y mujeres.
– Comparar el Índice de vida saludable (IVS) entre distintos grupos de edad.
– Comparar el Índice de vida saludable (IVS) entre distintos niveles profesionales.
– Comparar el Índice de vida saludable (IVS) en función del número de personas a cargo.
Metodología
El protocolo de investigación de este estudio observacional, descriptivo, prospectivo y transversal recibió el dictamen favorable del Comité de Ética de la Investigación con medicamentos Regional de la Comunidad de Madrid en la reunión celebrada el día 08/07/2019 (acta nº 07/19).
Durante los meses de julio y agosto de 2019, se invitó a participar en el estudio a directivos de empresas y organizaciones de ámbito nacional a partir de una campaña segmentada a través de correos electrónicos de contactos de los directivos de DKV, de la agencia Apple Tree (la agencia de comunicación de DKV), de algunas asociaciones sectoriales de directivos (DIRSE, SEDISA, etcétera), así como de OMD.
Las personas identificadas como posibles participantes recibieron en su correo una breve descripción del estudio y el enlace que les conducía a una pantalla desde el que acceder a la de información sobre el estudio y donde poder dar su consentimiento informado. Únicamente aquellos participantes que dieron su consentimiento informado a participar en el estudio accedieron al cuestionario. Se excluyó del estudio a aquellos participantes que llevaran menos de 1 año en el cargo de dirección.
El cuestionario constaba de un total 42 preguntas, 28 de las cuales se emplean en el cómputo del IVS. Las preguntas del cuestionario se organizaron en 7 bloques:
• Datos personales y del puesto de trabajo
• Cuestiones generales de salud
• Cuestiones sobre calidad de sueño
• Cuestiones sobre bienestar emocional
• Cuestiones sobre el hábito de actividad física
• Cuestiones sobre el consumo de tabaco
• Cuestiones sobre alimentación saludable
Los participantes contestaron al cuestionario de forma anónima (no se recogió ningún dato que permitiera la identificación de los participantes). Las respuestas se descargaron de la propia herramienta en un Excel/csv.
Se revisó la calidad de los datos remitidos y se realizó el análisis descriptivo y de las posibles relaciones existentes entre las variables y el análisis de los factores que explicarían las diferencias observadas en el valor obtenido del IVS total para los grupos de personas.
Para el análisis descriptivo de cada una variables codificadas y recogidas se utilizaron las frecuencias absolutas (n) y relativas (%) para expresar las variables cualitativas, y la media ± desviación estándar (SD) (o la mediana y rango intercuartílico, RIC) para expresar las variables cuantitativas en función de su comportamiento paramétrico (prueba de normalidad de Shapiro Wilk). Se calculó la media, mediana, desviación estándar, rango intercuartílico y extremos mínimo y máximo del índice de vida saludable para el conjunto de los participantes. Adicionalmente se calcularon los intervalos de confianza al 95%.
Para comparar el IVS entre distintas variables de interés (sexo, grupos de edad, sector, cargo, etcétera…) se emplearon pruebas de T de Student o de ANOVA o las correspondientes pruebas no paramétricas.
Se consideró la existencia de significación estadística cuando el p-valor sea inferior al 5%. El análisis de los datos se realizará con las herramientas estadísticas del software SPSS (IMB SPSS, versión 21).
Imputación de datos desconocidos
En aquellas encuestas en las que uno o varios valores de las dimensiones clínicas presión arterial, glucosa y colesterol total eran desconocidos, se imputó el valor promedio de cada dimensión obtenido en las encuestas con valores conocidos.
Estandarización de las puntuaciones de las distintas dimensiones del IVS en hombres y en mujeres
Dado que las puntuaciones en las distintas dimensiones del IVS son diferentes entre hombres y mujeres, se realizó la estandarización previamente al análisis comparativo de las puntuaciones de cada dimensión entre hombres y mujeres. Así, se realizó un proceso de estandarización de la puntuación de cada dimensión a 1000 puntos, y la existencia de diferencias estadísticamente significativas en la puntuación de las dimensiones de IVS entre hombre y mujeres se realizó a partir de la puntuación estandarizada.
La comparación entre sexos del valor global del IVS no requirió de estandarización previa.
La comparación de las puntuaciones de las distintas dimensiones del IVS entre participantes con distinto rango de edad, distinto nivel profesional o distinto número de empleados a cargo, se realizó por separado para hombres y para mujeres. La puntuación global del IVS se comparó entre participantes con distinto rango de edad, distinto nivel profesional o distinto número de empleados a cargo considerando el conjunto de los encuestados (hombres y mujeres).
Conclusiones
El Índice de Vida Saludable (IVS)
El valor medio del IVS para los 255 directivos de empresa que participaron en este estudio fue de 655 puntos. El valor del IVS observado en la encuesta fue 10 puntos mayor en hombres (media= 658) que en mujeres (media= 648), esta diferencia no fue estadísticamente significativa.
Cuando comparamos los datos del IVS en hombres y mujeres obtenidos en esta encuesta, con el IVS obtenido por aquellas personas que han utilizado la app Quiero cuidarme de DKV (662 para hombres, y 664 para mujeres) y con los de estudio realizado en 2018 sobre el Índice de vida saludable de los autónomos (658 puntos en hombres, y 708 en mujeres) encontramos datos muy similares, excepto en mujeres, ya que las directivas tienen una puntuación 60 puntos menor que las mujeres autónomas.
Por dimensiones:
– Consumo de tabaco:
El 76,1% de los encuestados no era fumador.
– Índice de Masa Corporal:
Más del 70% de los encuestados presentó sobrepeso u obesidad
– Alimentación saludable:
Destaca el alto consumo de frutas (el 56% de los encuestados declaró consumir dos o más piezas de fruta al día) y verduras (el 29,4% dijo consumir dos o más raciones de verdura al día) y bajo de repostería industrial (el 85,5 % de los encuestados no consume o consume muy poca repostería industrial) o bebidas azucaradas (el 77,2 % asegura no tomar bebidas azucaradas); si bien el 22,7% de los encuestados declaró consumir más de dos bebidas azucaradas por semana.
Sin embargo, resulta preocupante el elevado consumo de carnes rojas y embutidos (el 39,6 % ingiere tres o más raciones semanales), y bajo de pescado (el 63% de los encuestados consume menos de dos raciones) a la semana.
– Actividad física:
El nivel de actividad física es más que aceptable: el 89% de los directivos había realizado algún tipo de actividad física en la semana previa. La actividad física que con mayor frecuencia dijeron practicar fue caminar (66,7%), seguida de practicar ciclismo/spinning (16,1%) y correr a intensidad moderada (16,1%).
Sin embargo, encontrar tiempo libre entre semana para actividades de ocio sigue siendo una asignatura pendiente (tan solo el 21,6% afirmó conseguirlo).
– Calidad de sueño:
Destaca la alta calidad del sueño de los encuestados. El 78% afirmó dormir entre 5 y 8 horas diarias y no tener problemas para conciliar el sueño, dormir y despertarse, aunque cabe reseñar que solo un 23% declaró que raramente (algunas veces o nunca) se encontraba descansado al despertar.
Resulta especialmente relevante que más de un 15% de los participantes en el estudio dijo tomar medicación para dormir.
– Bienestar Emocional:
Los niveles de estrés son alarmantes. El 91% de los encuestados declaró sentirse estresado, y una amplia mayoría consideró que su salud se veía afectada por el estrés. De hecho, más del 80% de los directivos reconoció haberse sentido “desbordado por el estrés” en algún momento.
Respecto a la comparativa del IVS y sus dimensiones en relación con las características de los encuestados es reseñable que mientras las directivas encuestadas eran más saludables (puntuación de IVS más elevada) en las dimensiones relacionadas con el IMC y la Presión arterial, los hombres presentaron puntuaciones estandarizadas superiores (más saludables) que las mujeres en las dimensiones relacionadas con el colesterol y exposición al tabaco. Además, las mujeres tendieron a seguir una alimentación más saludable que los hombres (mayor puntuación estandarizada de la dimensión IVS relacionada con la dieta) y los hombres tendieron a presentar menores niveles de estrés (mayor puntuación estandarizada en la dimensión del IVS relacionada con el bienestar emocional).
Por otro lado, los valores del IVS disminuyeron de forma progresiva (aunque no estadísticamente significativa) conforme aumentaba la edad de los participantes (lo que implica un mejor estado de salud en los directivos más jóvenes que en los más longevos).
En los hombres, la puntuación de la dimensión IMC del IVS fue significativamente mayor en gerentes y directores que en mandos intermedios. Además, se observó que los directores (gerentes tendían a presentar una puntuación en la dimensión relacionada con la presión arterial más alta (más saludable) que los mandos intermedios. Esto no se evidenció en las mujeres.
El estudio completo está disponible en: http://dkv.es/estudio-directivos