Una vida equilibrada se basa en un conjunto de aspectos que nos complementan y hacen que nos desarrollemos correctamente, cognitiva y emocionalmente. Permitidme que os explique mi experiencia personal, me ayudará a poner en contexto aquello que quiero explicar en este artículo.
Imaginad un chaval normal, un adolescente ávido de experiencias que intenta estar en sintonía con el mundo que le rodea. Según me habían educado esto significaba estar con la familia, cumplir con mis estudios y mantener una actividad deportiva que me garantizara unos mínimos de salud. Por ahora nada destacable… Practicaba remo, ciclismo, baloncesto, estudié la carrera de química, hice un máster experimental y me saqué el doctorado de bioquímica en una universidad inglesa. Mis padres estaban muy contentos con mi trayectoria, a pesar de multitud de errores humanos no relevantes para esta historia.
Lo tenía todo más o menos controlado, pero aún sentía que me faltaba algo, mi seguridad y autoestima no eran completas. La falta de autoestima y mis inseguridades me provocaban sufrimiento y me hacían actuar contrariamente a mis principios y creencias. Fui consciente que para encontrar el equilibrio necesitaba desarrollar una aptitud adicional, que me ayudara a conectar con mis emociones y conmigo mismo. Pensé en aprender una disciplina artística, y como soy bastante extrovertido creí que podría disfrutar del teatro. Un día de fin de año, compartiendo la celebración con unos amigos, me recomendaron que fuera a clases de payaso, ¡incluso me insistieron! Al parecer relacionaban mi personalidad con dicha práctica artística. A mí la idea del ridículo me asustaba horrores, pero decidí probar. Me apunté a una escuela de Clown y cursé los 3 años que dicha academia proporcionaba.
Nuestra salud emocional es importante en cualquier aspecto de nuestra vida, debemos invertir en educación emocional para entendernos mejor, conocernos y saber gestionarnos para convivir con nosotros mismos y con los demás de una forma equilibrada
En el instante en el que empecé a hacer Clown mi vida cambió, el proceso de aprendizaje me ayudó a conocerme y a aceptarme, por fin las emociones estaban presentes de forma consciente, aprendí a comprender mis reacciones, incluso las podía anticipar. Sobre todo, aprendí a aceptar mis defectos y mis debilidades, y por tanto aceptar a los demás desde el amor en lugar de vivirlo como una amenaza.
El Clown promueve valores de humildad, perseverancia y emocionalidad. Durante el aprendizaje de clown tuve que conectar con mis emociones, explorar mis inseguridades y defectos, y ponerlos al servicio de la dramaturgia. La conexión y exposición de mis debilidades se convirtió en una fortaleza, ya que cuando eres consciente de tu fragilidad y lo muestras esta deja de ser una amenaza. Nuestra salud emocional es importante en cualquier aspecto de nuestra vida, debemos invertir en educación emocional para entendernos mejor, conocernos y saber gestionarnos para convivir con nosotros mismos y con los demás de una forma equilibrada.
La historia que os acabo de contar me sirve para poner en contexto la necesidad que tenemos de aprender y conectar con nuestras emociones. Debido a la escasa educación que recibí sobre el tema, carecía de las aptitudes que deberíamos tener para reconocer, entender y gestionar nuestras emociones y las de la gente que está a nuestro alrededor.
Todos tenemos emociones y sentimientos, forman parte de nuestro sistema de supervivencia, por tanto, es de vital importancia aprender al respecto.
El Posgrado de Educación Emocional y Bienestar de la Universidad de Barcelona me permitió conectar y relacionar todas mis experiencias emocionales, darles un sentido científico acorde y conectarlas a diferentes marcos teóricos, como las Competencias Emocionales (Bisquerra y Pérez, 2007) o la Inteligencia Emocional (Goleman, Boyatzis y McKee, 2002), que podremos introducir y discutir más adelante.
La consciencia, la regulación y la autonomía emocional, las competencias sociales y las competencias para la vida y el bienestar, nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida, definen quienes somos y cómo nos relacionamos, cómo vivimos y cómo organizamos nuestra vida. Factores como la autoestima, el respeto por nosotros mismos, la confianza, la autoimagen, el autoconcepto, condicionan las decisiones que tomamos y por tanto el camino de nuestra vida.
Nuestras inseguridades son parte activa en la definición en que vivimos, nuestras creencias, nuestros valores, e incluso en ocasiones nos urgen a condicionar a los demás. Desde mi más humilde opinión, lo considero un tema capital para todo ser humano, la educación emocional es parte del cambio de este mundo, para aprender a escucharnos y ser más humanos.
La finalidad de Clown Science Dreams es promover los mismos valores que nosotros hemos aprendido a través del Clown, humildad, emocionalidad, empatía, escucha… A través de la educación emocional y la práctica del teatro y el clown conectamos con nuestra esencia y nuestras emociones, aprendemos de los demás y los respetamos.
Jaume Seuma Morlanes
Presidente y co-fundador de Clown Science Dreams
