Ya nadie duda que la inteligencia artificial (IA) y el análisis de datos conforman una simbiosis perfecta para el avance de las ciencias, entre ellas las relacionadas con el área de la salud. Por lo tanto, aquellos proyectos e iniciativas que impulsen y promuevan este ámbito sin duda que están dando un paso importante en el diseño del futuro a través de construir estructuras digitales que permitan extraer conclusiones válidas en aras a una medicina más personalizada, precisa y predictiva fundamentalmente.
La Comisión Europea ha definido la IA como aquellos “sistemas diseñados por humanos que, ante un objetivo complejo, actúan en la dimensión física o digital percibiendo su entorno, a través de la adquisición e interpretación de datos estructurados o no estructurados, razonando sobre el conocimiento, procesando la información derivada de estos datos y decidiendo las mejores acciones para lograr el objetivo dado. Los sistemas de IA pueden usar reglas simbólicas o aprender un modelo numérico, y también pueden adaptar su comportamiento al analizar cómo el medio ambiente se ve afectado por sus acciones previas”.
En este contexto es donde se enmarca el “Programa Misiones de I+D en Inteligencia artificial, en el marco de la Agenda España Digital 2025 y de la Estrategia Nacional de Inteligencia artificial”, una iniciativa recogida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Uno de los aspectos que marca dicha Estrategia es la de tratar de eliminar a través de la tecnología las múltiples brechas que subyacen en nuestra sociedad relacionadas con las cuestiones de género, edad, lugar de residencia (entorno rural o urbano), de nivel económico y formativo alcanzado entre otras.
Este programa “Misiones de I+D en Inteligencia Artificial” trata de “financiar proyectos de investigación industrial o desarrollo experimental en materia de inteligencia artificial para abordar los grandes desafíos sociales o misiones de país a los que hace referencia la ENIA – Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial – en sectores de gran relevancia y alta capacidad de disrupción e impacto”. El programa está siendo gestionado por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia artificial.
Agricultura, salud, medio ambiente, empleo y energía del siglo XXI conforman los cinco sectores estratégicos en los que deben enmarcarse los proyectos para formar parte del programa y recibir financiación. En lo relativo a la salud, se trata de generar un sistema inteligente de análisis de datos que permita desarrollar al máximo el carácter predictivo de la medicina de tal forma que sea posible anticiparse y actuar de forma temprana ante las enfermedades más relevantes teniendo en cuenta las connotaciones de descentralización de nuestro sistema sanitario y la tendencia al envejecimiento progresivo de la población y la cronicidad asociada.
El programa “Misiones de I+D en Inteligencia artificial” busca financiar iniciativas y proyectos de carácter colaborativo y para ello el consorcio que se pueda establecer debe contar con al menos, una gran empresa, un organismo de investigación y difusión de conocimiento y cinco pequeñas y medianas empresas. Elementos clave como la reducción de la brecha de género en el ámbito de la Inteligencia Artificial, la vertebración territorial del país, la participación de las pequeñas y medianas empresas como entidades finales que participen en los casos de uso, la transición ecológica, la difusión de resultados y conocimientos o el empleo generado son aspectos a tener muy en cuenta en estos proyectos.
Dentro del citado Programa enmarcado en la Agenda España Digital 2025 y en la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial financiado por la Unión Europea a través de los fondos NextGenerationEU, la Consellería de Sanidad de la Xunta de Galicia, a través de la Agencia Gallega de Conocimiento en Salud, participa en el proyecto TARTAGLIA que consiste en la “creación de una red federada de inteligencia artificial para fomentar y acelerar la investigación clínica y sanitaria”.
El proyecto cuenta con la participación de varias organizaciones e instituciones nacionales de carácter público y privado. Las 15 entidades que conforman el proyecto son: GMV Soluciones Globales Internet, S.A.U., Accexible Impacto SL, Barcelona Supercomputing Center (Centro Nacional de Supercomputación), Dasel SL, Fundació ACE, Institut Català de Neurociències Aplicáis, Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana, Fundación Canaria Instituto de Investigación Sanitaria de Canarias, Fundación para la investigación del Hospital Universitario y Politécnico La Fe – Comunidad Valenciana -, Entrepreneur Capital SL, Pixelabs SL, Agencia Gallega para la Gestión del Conocimiento en Salud (ACIS), Universidad Complutense de Madrid, PricewaterhouseCoopers Asesores de Negocios SL, Fundació Hospital Universitari Vall D’ Hebron Institut de Recera y Veratech for *Health, SL.
Este modelo colaborativo en el que la iniciativa pública y privada se imbrican, sin duda que es un buen ejemplo de los resultados que se pueden alcanzar mediante el establecimiento de sinergias y complementariedades entre los diferentes agentes y operadores del sector salud con el objetivo último de aportar valor en forma de resultados sanitarios y de salud a la población en general y al individuo en particular.
“Agricultura, salud, medio ambiente, empleo y energía del siglo XXI conforman los cinco sectores estratégicos en los que deben enmarcarse los proyectos para formar parte del programa y recibir financiación”
En este mismo contexto colaborativo, la cooperación público-privada en el terreno asistencial sanitario y sociosanitario, y también en materia de innovación es clave para avanzar hacia una mejor Sanidad que produzca los mejores datos posibles de Salud; de hecho, algunas de las experiencias europeas alcanzadas a través de los denominados proyectos IMI – Ministerio de Ciencia e Innovación – así lo ratifican.
En esta línea de actuación, EHDEN con la creación de una comunidad en torno a datos federados del mundo real en proyectos de ciencia abierta que revierten en el bienestar de los ciudadanos europeos; PIONEER mediante la mejora del diagnóstico y el tratamiento del cáncer de próstata a través del poder del big data en Europa; HARMONY con la construcción del primer mapa europeo de neoplasias hematológicas aplicando big data e inteligencia artificial; u OPTIMA cuyo objetivo es diseñar, desarrollar y entregar la primera plataforma de generación de evidencia y datos oncológicos del mundo real, interoperable y compatible con el Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD), para avanzar en el tratamiento de pacientes con tumores sólidos como el cáncer de próstata, mama y pulmón son ejemplos evidentes de cooperación público-privada en materia de investigación e innovación.
Es importante subrayar que estas iniciativas apoyan a su vez el European Health Data Space (EHDS), una realidad impulsada desde la Comisión Europea cuyo objetivo es “promover un mejor intercambio y acceso a diferentes tipos de datos sanitarios (historias clínicas electrónicas, datos genómicos, datos de los registros de pacientes, etcétera), no solo para apoyar la prestación de asistencia sanitaria (el uso primario de los datos), sino también para la investigación sanitaria y la elaboración de políticas en el ámbito de la salud (el uso secundario de los datos)”.
La creación de un espacio europeo de datos, también en el sector sanitario, es sin duda una de las prioridades de la Comisión para el período 2019-2025 y su construcción está basada según expone el propio organismo comunitario en tres ejes fundamentales: “Un sistema sólido de gobernanza de datos y de normas para su intercambio, la calidad de los datos y una infraestructura sólida y la interoperabilidad”.
En este ámbito de la innovación disruptiva que cambia el statu quo de las cosas y colaborativa una breve referencia al tercero de los proyectos estratégicos del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia que ha sido anunciado por el Gobierno, me refiero al Proyectos Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) relacionado con la “Salud de Vanguardia” en referencia al “desarrollo de procedimientos innovadores para mejorar la prevención, diagnóstico, tratamiento o rehabilitación de los pacientes de forma personalizada con el fin de realizar una transformación del sector salud con acciones en las que la ciencia, la innovación y la digitalización vayan de la mano para afrontar los nuevos retos sanitarios”.
El citado proyecto estratégico habla de personalización, pero también de precisión a través del análisis integrado de la información proveniente de múltiples fuentes de datos “ómicas” o no, que pueden contribuir a la toma de decisiones tanto en el terreno de la salud como en el de la salud pública y en este sentido el carácter predictivo es fundamental.
El PERTE para la salud de vanguardia según han explicado desde la Administración tiene cuatro objetivos específicos: “Posicionar a España como país líder en la innovación y desarrollo de terapias avanzadas orientadas a la curación de enfermedades como la diabetes, las enfermedades neurodegenerativas, o el ELA, entre otras; impulsar la puesta en marcha de una medicina personalizada de precisión de forma equitativa, favoreciendo el desarrollo y la creación de empresas competitivas basadas en la generación de conocimiento para impulsar este campo de la medicina; desarrollar un Sistema Nacional de Salud digital, con una base de datos integrada que permita la recogida, el tratamiento, el análisis y la explotación de los datos procedentes de las distintas fuentes para mejorar la prevención, el diagnóstico, el tratamiento, la rehabilitación y la investigación; y potenciar la atención sanitaria primaria a través de la transformación digital, con la aplicación de tecnología avanzada para todas las actividades que impliquen relación con la ciudadanía y la gestión de los recursos en cualquier punto del país y en todos los ámbitos asistenciales, en condiciones de ciberseguridad”.
Organizaciones como el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), entidad constituida por la mayoría de las empresas sanitarias de titularidad privada de España, se han pronunciado al respecto y consideran acertados los objetivos del proyecto teniendo en cuenta y presente que contar con la industria farmacéutica, las empresas de tecnología sanitaria, el ámbito hospitalario privado y, en general con todos los agentes implicados del sector, es clave para el desarrollo de las líneas de actuación propuestas.
Por otro lado, el refuerzo de la cohesión territorial, incorporando a todas las comunidades autónomas en un proceso de transformación dirigido a todo el sistema para favorecer que la innovación y las oportunidades de desarrollo técnico e industrial se extiendan a todos los territorios del Estado es una prioridad y una necesidad una vez que la cohesión territorial es sin duda un elemento clave.
En definitiva, organizaciones como la Fundación IDIS confían en que su implementación contemple la participación activa de todo el tejido empresarial privado para de esta forma y con este carácter inclusivo ayudar a transformar de una forma definitiva el sistema sanitario, con el fin último de mejorar la asistencia y la calidad de vida de los ciudadanos.