Miguel Ángel Calleja, Presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH)

En esta entrevista para New Medical Economics, Miguel Ángel Calleja ha hecho un repaso de su trayectoria profesional, de la evolución de la farmacia hospitalaria y de los proyectos y retos que tiene a corto plazo con la Sociedad que actualmente preside.

 

Tras pasar más de 11 años en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada, el pasado 1 de diciembre de 2016 comenzó un nuevo proyecto como jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Virgen Macarena de Sevilla. ¿Qué ha podido aportar hasta la fecha?

Durante este periodo fundamentalmente hemos estructurado internamente el Servicio con una organización por áreas terapéuticas, de forma que cada farmacéutico de hospital es líder en algún área concreta y es el referente para una serie de servicios concretos. Por ejemplo, tenemos farmacéuticos que están super especializados en un área concreta y también hay farmacéuticos que llevan la UCI y digestivo, otro farmacéutico que lleva oncología y hematología, otro farmacéutico que lleva salud mental, otro que lleva cardiología…ellos tienen una formación más especial en esa área y son el referente para todo, aunque luego no den solución a todo. Esta es la reorganización que hemos hecho fundamentalmente.

Luego, hemos ampliado todo lo que es el área de gestión de uso racional del medicamento e investigación clínica. Ahí hemos hecho un cambio también estructural, con una zona nueva que ha permitido tener más espacio para trabajar, hemos automatizado todo lo que es la preparación de medicamentos y también todo lo que es la parte del reenvasado. Además, he querido potenciar mucho todo lo que es la formación de los profesionales, la investigación (que cada profesional tenga su proyecto de investigación), y luego hemos trabajado mucho lo que son las alianzas con otros servicios. De forma que tenemos proyectos colaborativos con la uci, con neurología, digestivo…Como ejemplo, hemos colaborado con un ensayo clínico que dentro de 3 meses puede ser la tesis doctoral de una traumatóloga del hospital.

¿Qué unidades de gestión clínica piensa que puede dirigir el farmacéutico de hospital?

El lugar razonable del farmacéutico para trabajar es la Unidad de Gestión Clínica de Farmacia, pero es verdad que muchos farmacéuticos, yo mismo durante parte de este periodo, estamos en tareas de gestión de otro tipo. Por ejemplo, yo he estado coordinando todo lo que es la estrategia de investigación del hospital, tengo compañeros que durante una temporada de su desarrollo profesional tienen cargos directivos llevando los servicios generales…y dado que la farmacia también es un área de inversión del hospital muy importante, normalmente tenemos una mentalidad que te permite de forma fácil hacerse con un cargo de gestión.

Tras 8 años en la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, entre vicepresidencia y presidencia, ¿cómo ha evolucionado, desde su punto de vista, la farmacia hospitalaria?

Considero que la farmacia hospitalaria ha sufrido una auténtica transformación, una metamorfosis. Ha habido un cambio que ha generado unos profesionales de hoy en día que no tienen nada que ver con los que teníamos hace 8 años, pero en la farmacia si bien en la parte logística y de tecnología, es decir, la parte de todo el circuito del medicamento logístico y la preparación del medicamento eran actividades que ya se hacían de forma habitual, lo que ha habido es un cambio hacia más automatización y por tanto, más facilidad, seguridad y más trazabilidad en la realización de sus tareas. El cambio es radical y esa automatización permite dedicarte a otras tareas. Yo creo que en las tareas donde ha habido un cambio mayor han sido en las tareas clínicas, de cercanía, con el equipo clínico y con el paciente, con el paciente no solo ingresado sino también externo o en hospital de día, de manera que ya el farmacéutico forma parte de ese sistema habitual y de ese equipo habitual cuando el paciente va a un hospital. Hemos ido trabajando en eso, pero todavía nos queda mucho por hacer. Aún hay muchas altas hospitalarias que no son informadas por el farmacéutico, todavía hay muchos pacientes que van a operarse y no ven al farmacéutico…y en esto yo creo que todavía tenemos que mejorar. Es verdad que las plantillas habrán de adecuarse, pero mientras se adecúan nosotros tenemos que reorganizarnos, y en ello estamos; estamos en un proceso de salir de la estructura interna de la farmacia y estar más cerca del paciente.

El farmacéutico durante estos 8 años ha mantenido y mejorado su papel de aliado con la Dirección en cuanto a compartir experiencias que mejoran la eficiencia, pero se le ha sumado el que también está siendo aliado de los clínicos cada vez más preocupados por la gestión. Yo creo que esa alianza dual con la Dirección y con los clínicos, digamos realza más la actividad del farmacéutico.

Por otro lado, también hemos incluido al paciente en todas las actividades que hacemos. El año pasado, por ejemplo, publicábamos el plan de humanización de la SEFH y este plan se está aplicando en los centros hospitalarios. La idea que tenemos es que cualquier cambio pequeño o grande de los servicios de farmacia implicamos a los pacientes preguntándoles hacia dónde quieren ese cambio, de forma que son agentes activos en esa transformación y el resultado posterior lo ven como propio y de ese modo se empodera también al paciente. Durante estos 8 años de la SEFH, ha habido un cambio importante en la visibilidad de la actividad de la farmacia hospitalaria, creo que la visibilidad ha mejorado sustancialmente porque ha permitido que muchos profesionales conozcan mejor el servicio que pueden dar desde la farmacia además de los servicios clásicos que ya venían haciendo.

Esta colaboración no solo es la asistencia, sino también en la docencia y en la investigación. El farmacéutico tiene que formarse en determinadas áreas, y así lo estamos haciendo, desde la SEFH hemos potenciado mucho la superespecialización para ese servicio adicional, pero también el farmacéutico se puede convertir en un agente formador importante en todo lo que es el uso adecuado del medicamento, el uso racional, medidas de selección de medicamentos más adecuados. En cuanto a la eficacia, seguridad sobre todo y en cuanto a la conveniencia para el paciente y lógicamente a aspectos de eficiencia.

¿Habéis participado en programas de la Escuela Andaluza de Salud?

Sí, tenemos un convenio firmado con ellos desde hace 4 años cuando José Luis Poveda era el presidente y lo hemos podido ir desarrollando desde mi presidencia, sobre todo se ha materializado en actividades formativas para formar competencias que no son habituales en la formación tradicional del farmacéutico como el liderazgo, trabajo en equipo… y eso lo hemos trabajado en la Escuela Andaluza con distintos talleres que se han ido dando en varias CCAA. Y, por otro lado, también hemos trabajado con ellos en todo lo que es el empoderamiento de pacientes, ellos tienen una universidad de pacientes muy potente y hemos trabajado especialmente con Joan Carles March.

¿En qué se basa el programa de humanización que está abordando la SEFH?

Nosotros hace varios años, en el congreso de la SEFH de Madrid había un itinerario formativo, y de los 4 que había uno era la humanización. Ahí se pudieron poner en común muchas experiencias de muchos hospitales que habían trabajado en este tema. A partir de ahí nos pusimos a trabajar en el plan de humanización que se presentó en el Congreso pasado, y en el próximo Congreso la idea que tenemos es que como ese plan ya se ha materializado en muchos hospitales, poder exponer experiencias concretas de cómo se aplica. Este plan ha sido elaborado por un grupo de trabajo no solo de farmacéuticos sino multidisciplinar; se han hecho muchísimas entrevistas a pacientes sobre cómo debía cambiar el Servicio de Farmacia y dan las claves para poder hacer una transformación orientada a mejorar el servicio. También lleva implícito el que cada Servicio de Farmacia que lo aplica incorpora a sus propios pacientes en el proceso de cambio de mejora, y la respuesta por parte de los pacientes ha sido muy buena. Esa mentalidad de humanización incorporando al paciente, creo que los servicios de farmacia tenemos que ir incorporando también en el servicio que damos al resto de clientes que tenemos. Esto puede que enlentezca algunos procesos de cambio, pero te garantiza el éxito.

¿Cuál sería el rol ideal del farmacéutico hospitalario para mejorar los resultados en la experiencia de los pacientes?

Yo creo que el farmacéutico centrándose en todo lo que es el uso adecuado del medicamento puede ser un aliado del paciente excepcional. Por un lado, para que el paciente esté correctamente informado del tratamiento que tiene, seguramente ya le haya informado el médico pero nosotros podemos centrarnos un poco más en esa información del tratamiento antes de empezar a utilizarlo y durante la utilización, en todo el proceso de incorporación de nuevos medicamentos por diferentes especialistas y la posibilidad de que interaccionen con ese tratamiento, también podemos intervenir anticipándonos y previniéndolo o una vez que ha ocurrido solucionarlo. Siendo unos acompañantes del paciente en todo su proceso terapéutico, y que ante cualquier desviación del objetivo terapéutico que se había planteado el médico con la prescripción, poder hacer que ese paciente vuelva a la línea que había trazado nuestro compañero de las diferentes especialidades, de forma que en algunos casos podamos informar al médico prescriptor de que ha habido una alteración, de que podamos hacer una intervención directa con el paciente, educativa o con otros hábitos de vida que pueda tener y que puedan facilitar el proceso.

De este tema, me gustaría destacar el proyecto MAPEX, que es un proyecto que trata de sistematizar la atención que desde la farmacia se aporta a los pacientes en todo el proceso y lleva implícito una forma de trabajar que la llamamos CMO, la C originalmente venía de costes, la M de medicamentos y la O de organización y lo hemos cambiado. Ahora la C es capacidad, la M motivación y la O oportunidad. Con este nuevo CMO nosotros lo que queremos es empoderar al paciente motivándolo, y, por otro lado, estratificarlo porque hay algunos pacientes que no necesitan más que otros y que ese que no necesita más puede estar estratificado y priorizado en función de un chek list que hemos hecho para cada patología, esto sería la capacidad. La motivación e implicación del paciente la hemos trabajado con algunos pacientes y en algunos proyectos como el de Pacientes 2.0, en el que hay pacientes que se forman especialmente y forman a otros, y es muy complementario con la formación que damos los profesionales porque te lo explican de otro modo, lo han vivido, y por mucho que sepamos de la enfermedad el que lo ha vivido tiene una perspectiva diferente. Y la oportunidad, es la oportunidad de utilizar las nuevas tecnologías para poder acompañar al paciente de una forma más efectiva, más real, más constante y sobre todo que el paciente perciba la gran accesibilidad que eso le permite con su farmacéutico, con su médico o con los profesionales del hospital. Si alguna información que queramos trasladarle, a través de las nuevas tecnologías le va a llegar más rápido, pero el paciente debe entender que está a un clic del sistema sanitario, porque a veces los circuitos los tenemos muy bien estructurados en la Sanidad, pero a veces no son ágiles desde el punto de vista del paciente.

Ahora en el Hospital Virgen Macarena estamos con un proyecto de telefarmacia, en el que ya hay más 100 pacientes que se están beneficiando de consultas virtuales, para poder hablar con el farmacéutico en horas pactadas o una hora específica, e incluso que aquellos pacientes que ya cumplen unos criterios en cuanto a adherencia y control de la enfermedad, y dispersión geográfica con dificultad para ir al hospital, puedan recibir esa medicación de una forma telemática y con el apoyo de diferentes estructuras que permiten que el medicamento se le pueda entregar físicamente en casa o en su centro de salud, o en algunos casos en la farmacia comunitaria. Yo creo que esta forma de trabajar está muy bien. No es para todos los pacientes, es decir, no digo que vayan a dejar de ver al paciente en la farmacia hospitalaria ni el objetivo es que haya menos, el objetivo es que los que cumplan los criterios puedan sentirse beneficiados y satisfechos con esta forma de trabajo.

¿Piensa que la crisis que está sufriendo el SNS ha supuesto un crecimiento en la importancia de la farmacia hospitalaria?

Yo creo que ha supuesto un crecimiento en la importancia, no solo de la farmacia hospitalaria, sino del mayor perfil gestor de cualquier clínico del hospital. Lo que he vivido durante estos años es que efectivamente la situación de crisis ha hecho que todos los agentes sanitarios se involucren más en ser más eficientes. Yo hace 8-10 años escuchaba expresiones de mis compañeros médicos del hospital que hoy quedarían fueran de lugar. La clave está en trabajar conjuntamente para seleccionar lo más efectivo, lo más seguro y lo más conveniente. Y si hay alternativas que sean similares en cuanto a todas esas cuestiones pues entonces sí hay que abordar el aspecto económico como una variable más. Yo creo que el farmacéutico ha cobrado una especial importancia en ese aspecto, en el aspecto de ser aliado de Gerencia y también de los clínicos en buscar acciones de eficiencia. En el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ahora mismo lo que estamos haciendo son planes de eficiencia en cada Servicio y esos planes de eficiencia van desde tratar un tipo de tumor en mantenimiento 6 meses en vez de 12, porque hay un ensayo clínico que demuestra que la eficacia es igual…son medidas de eficiencia, pero porque la eficacia es la misma. Algunas medidas de eficiencia suponen gastar más hoy para gastar menos mañana.

¿En qué se diferencia el farmacéutico de hospital español respecto a otros países europeos?

La farmacia hospitalaria española está muy bien posicionada a nivel internacional y en todo lo que es automatización y robotización de los servicios en el aspecto logístico y de tecnología farmacéutica, es decir, en la preparación de los medicamentos, y todo lo que es distribución y dispensación de medicamentos. En esto somos un modelo a seguir por otros países tan desarrollados como Alemania o Estados Unidos.

También tenemos muchas cosas que aprender de otros países, por un lado, en lo que estamos trabajando ahora de farmacéutico referente, lo tienen mucho más implantado en el Reino Unido y en EE. UU. y es un modelo que estamos intentando seguir. De hecho la SEFH beca a muchos farmacéuticos al año para ir a estos lugares y aprender esa actividad de ser referente, también tenemos que aprender mucho de países como Holanda en todo lo que es la individualización de los tratamientos y España ha trabajado mucho en aspectos de farmacocinética, es decir, de monitorizar el fármaco en función del nivel de fármaco, pero los holandeses han trabajado mucho en la predicción, es decir, en anticipar el uso de un medicamento para según el perfil genético usar ese u otro, o una dosis u otra. En el Hospital Virgen Macarena hemos podido incorporarnos a todo este proceso sobre todo en cáncer de colon, en el cáncer de colon tipificamos al paciente antes del tratamiento porque la toxicidad es muy alta, pero para un porcentaje de pacientes muy bajo, lo que hacemos es que a los pacientes que sabemos que van a tener una toxicidad muy alta se les trata con otro medicamento. Yo creo que esta línea de futuro es muy interesante.

¿Qué opina de que la farmacia hospitalaria pueda asumir nuevas responsabilidades como adquirir el rango de subdirección médica?

La verdad es un paso por la tarea de gestión de los hospitales lo veo muy positivo en todos los profesionales que estén dispuestos a tener esa actitud generosa y de entrega al propio hospital. La farmacia clásicamente ha tenido esa actitud de entrega y de compromiso, quizás no se nos ha visto en algunas ocasiones tan implicados en el circuito normal del hospital y por eso ha habido menos casos que de otras especialidades. Pero realmente en los últimos tiempos sí que ha habido compañeros que son subdirectores, directores, gerentes. Yo creo que el farmacéutico tiene el perfil gestor muy desarrollado, y el perfil clínico lo estamos desarrollando cada día más. Quizás sea la situación contraria a muchos compañeros médicos, que tienen el perfil clínico muy desarrollado y el perfil gestor menos. En cualquiera de los casos, una vez que se está en esos cargos, se puede formar en el área que tenga mayor necesidad.

¿Qué función desempeña la farmacia hospitalaria en la evaluación y selección de medicamentos en los Comités FCT de las CC. AA?

Yo creo que tanto en los comités regionales como los locales donde los hay, el papel de la farmacia es un papel motor. Los comités son multidisciplinares, hay profesionales de diferentes especialidades y realmente mi experiencia es que el Servicio de Farmacia, o bien por la implicación de la elaboración del informe, también por la formación, ya que tenemos una formación muy amplia en metodología en la evaluación de medicamentos. La verdad es que acabamos teniendo un papel fundamental y yo creo que eso tiene que ir reforzándose e incluso incrementándose.

A mí me gustaría que las decisiones de utilización de un medicamento fueran homogéneas para todo el país, pero es muy complicado.

¿Qué necesidades tiene en estos momentos la Farmacia Hospitalaria para seguir desarrollándose (formación en … u otros temas)?

Por un lado, seguir trabajando en la superespecialización, necesitamos que la formación sea a nivel experto. Luego, priorizar los resultados en salud en vida real, es decir, estamos muy acostumbrados y tenemos un grupo que se llama Génesis que es fabuloso en la selección y evaluación de medicamentos, pero a mí me gustaría tener un Génesis en vida real. Me gustaría que igual que evaluamos los fármacos al inicio de su comercialización para ver si se incluyen en la guía, me gustaría una reevaluación al año o a los dos años donde ya no valoremos los ensayos clínicos y valoremos a nuestros pacientes en la vida real, para saber cómo han respondido ante esa situación.

De hecho, promovemos mucho que las comisiones de farmacia tengan una parte de evaluación de fármacos y otra parte de reevaluación de los ya existentes. En mi hospital lo hacemos así desde hace dos años y nos estamos llevando gratas sorpresas, hay veces que los pacientes responden mejor que los del ensayo, aunque todo tenga su explicación, y otras veces que no, lo que lleva a reposicionar ese fármaco.

Esto es muy importante, hasta ahora desde la SEFH ha sido difícil el poder reevaluar con resultados en salud, pero recientemente hemos hecho un programa en el que hemos contratado a varias personas más, precisamente para que se pueda orientar a este aspecto.

¿Qué función desempeña la Farmacia Hospitalaria en la investigación de fármacos?

El farmacéutico de hospital está implicado en todo el circuito del medicamento, desde el principio, y el principio es cuando se está investigando. Entonces, cuando se está investigando, la farmacia de forma habitual participa en los ensayos clínicos de dos formas diferentes, por un lado, en la evaluación con los comités éticos de ese ensayo y, por otro lado, en la gestión de las muestras de ensayo. Pero yo lo que les pido a los servicios de farmacia es que también se impliquen con la promoción de esos ensayos clínicos, es decir, en captar ensayos para el centro o colaborar en la mayor inclusión de pacientes en un ensayo, es una labor que los servicios de farmacia pueden hacer perfectamente.

La farmacia tiene que invertir más tiempo en recursos en la parte de investigación. En cuanto al uso de medicamento, hay veces que el medicamento se usa en indicaciones que no están en ficha técnica, por ejemplo, y esto es una oportunidad de oro para realizar un ensayo, para solicitar el registro de esa nueva indicación… A veces no se hace porque el laboratorio no tiene esa línea de trabajo, pero esto genera mucha línea de investigación con los investigadores propios del centro.

Nosotros tenemos dos tipos de ensayos: los comerciales que son la mayoría y luego todos los proyectos o ensayos clínicos que son independientes y nacen de la inquietud e iniciativa de la farmacia o los clínicos.

¿Qué nuevos retos tiene marcados la SEFH a corto y medio plazo?

Los retos que yo destacaría son, por un lado, la mayor implicación en todo el circuito de terapias celulares, desde la investigación hasta la utilización final y por eso hemos publicado el documento de gestión de las CAR-T. Por otro lado, en el aspecto de formación plantearía la actualización del programa de formación de la especialidad, porque nuestro programa es del 1999 y aunque lo que hacemos en los hospitales ya no es eso, nos gustaría actualizarlo y clarificar la situación de la especialidad en cuanto a la propuesta del Ministerio de ampliar los horizontes y el alcance de nuestra especialidad a otros entornos asistenciales como son la Primaria o lo sociosanitaria. Esos temas yo creo que son los que van a definir los próximos años de trabajo de la SEFH. Y luego seguir trabajando mucho en la selección y posicionamiento, que todos los hospitales tengan profesionales dedicados expresamente a este tema, incorporando la reevaluación con resultados en salud. Estas líneas de trabajo son fundamentales y son el futuro. Y luego el tema de la individualización de los tratamientos, la cinética y la genética, yo creo que el farmacéutico ha trabajado mucho en protocolización y tenemos que seguir trabajando en ello, pero tenemos que trabajar mucho más en la individualización, en creernos de verdad que no hay dos pacientes iguales. Y que esto no significa tener todos los fármacos, pero sí significa tener unos criterios muy bien establecidos y entender que ni hay dos pacientes iguales, ni un paciente es igual toda su vida, y esto obliga a trabajar mucho más de la mano del paciente y de la mano de nuestros compañeros clínicos.