Hay coincidencia general a la hora de valorar nuestro sistema sanitario como uno de los más avanzados y potentes del mundo, pero también que ha llegado la hora de profundas reformas para asegurar su sostenibilidad y la calidad asistencial.
Para abordar reformas se requiere transparencia a todos los niveles de gestión y ser capaces de identificar los problemas y reconocer los hechos como son, sin sentirse condicionados por “aprioris” ideológicos o corporativos.
Esto, entre otras cosas, debería implicar que arraigue la cultura de la transparencia institucional, desde las auditorías hospitalarias a la dación de cuentas en sede parlamentaria sobre los resultados en salud del sistema sanitario en su conjunto.
A día de hoy hay que ser transparentes y entre todos analizar las causas de que haya 750.000 pacientes en listas de espera, más de 500 días de demora para acceder a un medicamento autorizado por la EMA, opacidad absoluta sobre la tramitación de precios y financiación y desigualdades territoriales más que notorias. Los informes anuales del SNS no aportan datos de interés para hacerse una idea precisa.
“Para abordar reformas se requiere transparencia a todos los niveles de gestión”
Para avanzar en transparencia y encontrar soluciones sería fundamental la existencia de datos comunes compartidos por todas las CCAA y un sistema de información permanente para sociedades científicas y asociaciones de pacientes. La Estrategia de Salud Digital podría facilitarlo. Las propuestas y reclamaciones contribuirán a dar luz.
Es mucho lo que hay pendiente de hacer en el SNS en cuanto a financiación, reorganización, gestión y coordinación o política de recursos humanos. Pero si no hay transparencia para abordarlos, estos problemas seguirán siendo cuellos de botella.
En suma, la transparencia permitirá abrir el camino a las reformas que el SNS necesita. Sería positivo para ello:
-Hacer públicos los debates en el Consejo Interterritorial.
-Incorporar cuanto antes al Comité Consultivo a las asociaciones de pacientes y sociedades científicas.
-Establecer un conjunto de datos básicos comunes compartidos para incluirlos en el Informe Anual del SNS, incorporando una valoración de resultados en salud.
-Establecer la dación de cuentas y debate del Informe Anual del SNS en el Congreso y Senado.
Son medidas que fortalecerían el funcionamiento del SNS en beneficio de todos.