No solo de tecnologías sanitarias vive el hombre

Todo pareciera indicar que existe una apuesta todo o nada respecto a la evolución tecnológica y su ansiado correlato de avance social. Si esta tendencia se aplica a las tecnologías sanitarias y la mejora de la salud de las personas, podríamos decir que el escenario de prosperidad y deseada felicidad hubiera de multiplicarse casi de forma exponencial. Todos sabemos que es relativamente fácil poder perderse entre falacias, prejuicios, posverdades y, sobre todo, esa sensación tan humana de creer que en este convulso siglo XXI siempre habrá una solución para casi todo. Llegados a un punto de exacerbadas expectativas, en mi opinión, merece la pena recordar la definición clásica de

2024-12-02T13:00:44+00:002 de diciembre de 2024|

El futuro ya llegó, ¿te subes o te bajas?

El sintagma “el futuro ya llegó” parece una de las múltiples expresiones prefabricadas que nos inundan en estos mares de sobreinformación en los que, las personas y, por ende, los profesionales de la salud y nuestros pacientes han de navegar de forma estrepitosa y con embarcaciones de dudosa solvencia. Se trata de uno de los múltiples síntomas que afectan a la sociedad del siglo XXI.  La gran aceleración de la llegada del futuro está imbricada a las rápidas transformaciones socioeconómicas y biofísicas; realmente se iniciaron a partir de mediados del siglo XX, como consecuencia del enorme desarrollo tecnológico y económico acontecido tras el final de la Segunda Guerra Mundial

2024-05-16T07:12:46+00:0016 de mayo de 2024|
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