No todo es el cambio climático
El hambre no es provocada por el cambio climático: es provocada por el hombre. La crisis alimentaria y el cambio climático son dos de los desafíos globales más urgentes en el siglo XXI. Si bien existe un vínculo entre el cambio climático y la seguridad alimentaria, atribuir exclusivamente el hambre a los efectos del clima es una simplificación que oculta las verdaderas causas estructurales de la pobreza y la desigualdad. Los efectos del cambio climático, como sequías e inundaciones, pueden agravar la situación, pero no son la causa raíz del hambre en el mundo. Este artículo explora cómo el hambre es, en última instancia, una consecuencia de decisiones humanas.