19 de mayo, Día Mundial de la EII
- El doctor Martín de Carpi lidera un estudio que trata de evaluar la eficacia de la granulocitaféresis (GMA) en la disminución del riesgo de pérdida de respuesta a otros fármacos contra la colitis ulcerosa en pacientes pediátricos.
- La GMA es la única terapia dirigida a los neutrófilos, las principales células inmunológicas desencadenantes de la patología en la colitis ulcerosa
Aunque no es una enfermedad común si la comparamos con otras enfermedades digestivas de aparición en la infancia, la colitis ulcerosa también afecta a la población pediátrica. De hecho, “esta patología crónica ha experimentado un importante aumento en su incidencia en niños y adolescentes en los últimos años”. Así lo afirma el doctor Javier Martín de Carpi, gastroenterólogo Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y presidente de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHNP).
Este aumento de casos ha propiciado que la patología esté cada vez más presente en las consultas de los pediatras que se dedican a la gastroenterología. En los últimos años estos casos se diagnostican cada vez antes y se establece un tratamiento de manera precoz, con todas las ventajas que ello conlleva. Sin embargo, el abordaje de esta enfermedad inflamatoria intestinal sigue siendo un reto para el especialista. El gastroenterólogo pediátrico debe conseguir un perfecto equilibrio entre eficacia y seguridad ene le tratamiento que recomiende al paciente.
El doctor señala que un hecho que hay que tener en cuenta a la hora de elegir tratamiento individualizado es que el niño va a precisar tratamiento durante periodos muy largos de su vida. Pero, además, a la hora de buscar que ese perfil de seguridad se pueda mantener en el tiempo también debe valorar la necesidad de preservar determinados procesos biológicos como son el crecimiento, el desarrollo y la maduración psicológica. “Nos interesa que dichos procesos no se vean afectados ni por la enfermedad en sí ni por los tratamientos que instauremos. Es, por tanto, que el abordaje debería controlar la inflamación y sus efectos de manera rápida, segura y mantenida. Así, no solo tenemos en cuenta que el tratamiento sea realmente eficaz. Es clave que sea bien tolerado y seguro, y que el paciente lo acepte y tolere adecuadamente”, subraya el gastroenterólogo pediátrico.
El doctor De Carpí advierte que “algunos fármacos pueden incidir negativamente en el crecimiento de los niños si se usan de manera prolongada (como son los esteroides), y otros que por su propio mecanismo de acción (control y modificación de la respuesta defensiva del organismo y de sus consecuencias sobre el intestino), pueden condicionar efectos adversos en relación a un mayor riesgo de infecciones o incluso de procesos tumorales a largo plazo, lo que afortunadamente aparece de manera excepcional”.
La granulocitaféresis: eficacia y seguridad
Actualmente, el doctor Martín de Carpi está liderando el estudio GUITART: Granulocyte and monocyte/macrophage apheresis added to infliximab in paediatric patients with steroid- refractory ulcerative colitis to asses the efficacy and safety of the combined treatment, una investigación que trata de evaluar la eficacia de la granulocitaféresis (GMA) en la disminución del riesgo de pérdida de respuesta a otros fármacos. Concretamente, se trata del tratamiento biológico infliximab. “Infliximab es altamente efectivo, pero, lamentablemente, en un porcentaje importante de pacientes pierde su eficacia a lo largo del tiempo”, explica
Además, es autor de la reciente publicación: Granulocyte and monocyte/macrophage apheresis in paediatric patients with ulcerative colitis: a case series in Spain, en una prestigiosa revista médica en la que expone su experiencia en el uso de la GMA en diferentes perfiles de pacientes con en su práctica clínica y los resultados obtenidos en términos tanto de eficacia como de seguridad. También se detallan los múltiples efectos inmunomoduladores de la GMA que llevan a la reducción de la inflamación intestinal.
La GMA es un procedimiento no-farmacológico para el tratamiento de la colitis ulcerosa -entre otras enfermedades inmunomediadas-. Es la única terapia dirigida a los neutrófilos, las principales células inmunológicas desencadenantes de la patología en la colitis ulcerosa. Este tratamiento consiste en la retirada selectiva de los neutrófilos y monocitos activados del torrente sanguíneo mediante el paso de la sangre del paciente a través de una columna externa, fomentando su reemplazo por granulocitos y monocitos inmaduros (no activados). Esta acción reduce la migración de estas células hacia las zonas de inflamación en el colon que, a su vez, reduce la inflamación en el tejido. Además, el paso a través de la columna induce la secreción de citoquinas antiinflamatorias, la sustitución de las células inflamatorias retenidas en la columna por células inmaduras de fenotipo antiinflamatorio. Adicionalmente, los neutrófilos y monocitos apoptóticos que retornan al torrente sanguíneo desencadenan la proliferación de células T y B reguladoras antinflamatorias. Todas estas acciones inducen un reset inmunológico hacia un fenotipo antinflamatorio en el sistema inmune del paciente.
El especialista comenta que “lo importante, como médico implicado en el tratamiento de estos pacientes, es tener presente que, de cada tratamiento, se puede encontrar algún beneficio”. Sobre la GMA, señala que “ha demostrado su eficacia en diferentes escenarios clínicos y muestra un excelente perfil de seguridad. No modifica de manera inadecuada la respuesta inmunológica del paciente ni altera otros procesos fisiológicos. Además, permite la posibilidad de individualizar el tratamiento en cuanto a frecuencia y duración de la técnica a lo largo del seguimiento. Por último, es una técnica muy bien tolerada y exenta de efectos adversos relevantes. Obviamente, por las características de la técnica, requiere un acceso a venas de suficiente calibre como para que se pueda realizar en condiciones adecuadas. Y esto en niños no siempre es fácil. Antes de prescribirla y llevarla a cabo, es necesario evaluar en cada paciente”.
En opinión del experto, hay otra ventaja que fomenta la buena adherencia y aceptación de la técnica: “Por la naturaleza “amigable” de la técnica (equivale a una “limpieza y purificación” de la sangre, eliminando y reemplazando células que actúan agrediendo al intestino), aporta un extra de confianza y de seguridad al paciente que le hace confiar en ella y en sus efectos”.