El envejecimiento creciente de la población y el incremento del número de pacientes crónicos y pluripatológicos que aspiran a disfrutar de una buena calidad de vida, hacen fundamental una revisión y adaptación del actual modelo de prestación sanitaria con el fin de dar respuesta a las necesidades de este tipo de pacientes con necesidades complejas. Con esta premisa como punto de partida, la Fundación Tecnología y Salud y la Fundación Edad & Vida se han unido para poner en marcha el Proyecto HomeCare, y han elaborado un informe denominado ‘Modelo de futuro: tecnología domiciliaria para el apoyo de la atención social y sanitaria’. El objetivo de este informe es poner de manifiesto la importancia de la atención domiciliaria y plantear soluciones que mejoren el acceso y conocimiento acerca de las tecnologías sanitarias vinculadas a este ámbito, incidiendo en el control, bienestar y la mejora de la calidad de vida de los pacientes. Asimismo, a través de este proyecto, ambas fundaciones pretenden sensibilizar a los agentes sanitarios y sociales y a la población en general sobre la importancia de la Tecnología Sanitaria en el ámbito domiciliario.
En las últimas décadas, se han producido importantes avances que han favorecido que los cuidados a las personas mayores y pacientes crónicos no estén tan ligados al hospital y que se avance hacia un sistema sanitario más centrado en el ámbito comunitario. A este respecto, el profesor Fernando Bandrés, presidente de la Fundación Tecnología y Salud, recalca la preferencia de los ciudadanos de manera mayoritaria por vivir en sus domicilios el máximo tiempo posible y ser tratados en él. “Las continuas innovaciones tecnológicas y las soluciones de salud digital han permitido la aparición y la evolución de nuevas formas de atención hospitalaria no presenciales que dan preferencia a la asistencia ambulatoria y en el domicilio” señala. Así como ha resaltado “el papel imprescindible de las tecnologías sanitarias como modulador entre las necesidades y preferencias de las personas y los recursos del sistema”.
Por su parte, el presidente de la Fundación Edad y Vida, Joaquim Borrás explica cómo estos avances han impactado significativamente en la vida de los pacientes «esto se produce en un contexto como el actual, con un aumento significativo de la longevidad, en el que se ha conseguido cronificar enfermedades que hasta hace poco eran mortales y, además, se ha logrado retrasar la aparición de las limitaciones en la autonomía personal asociadas a estas enfermedades. Por otro lado, se ha reconocido la importancia de atender y responder de manera conjunta a las necesidades integrales de las personas, teniendo en cuenta sus deseos, preferencias y valores personales».
Para la secretaria del Patronato de la Fundación Tecnología y Salud, Margarita Alfonsel, “la importancia de este tipo de atención es máxima, porque compatibiliza un adecuado control de la enfermedad con la integración de la misma en la vida diaria de los pacientes y de su entorno social y familiar, ya que, de la mano de la Tecnología Sanitaria, hoy en día es posible que los pacientes estén muy lejos y al mismo tiempo muy cerca de sus hospitales”. Y también recalca el potencial de la atención domiciliaria para aliviar la carga asistencial de un sistema especialmente tensionado tras la pandemia, “ventajas y oportunidades que deberían ser exploradas desde la visión compartida con los Servicios de Salud, los profesionales sanitarios, los pacientes y las empresas de Tecnología Sanitaria”.
Joaquim Borrás también pone en valor la aportación de este trabajo: “Con el informe analizamos el modelo ideal de atención domiciliaria social y sanitaria y, por supuesto, el papel que desempeña la Tecnología Sanitaria al actuar como un modulador entre las necesidades concretas de las personas y los recursos del entorno, buscando que este sea el adecuado para permitir que la persona viva en él sin recurrir a otros recursos asistenciales como un centro residencial o a cambiar de domicilio», declara.
Tal como describe el documento, la atención domiciliaria es el conjunto de actividades de carácter sociosanitario y de ámbito comunitario que se realiza en el domicilio de la persona con la finalidad de detectar, valorar, dar apoyo y hacer un seguimiento de la persona con problemas de salud y de su familia, potenciando su autonomía y calidad de vida. El objetivo es que esta asistencia domiciliaria responda a las necesidades integrales del paciente, que se anticipe al deterioro físico, psicológico y social de las personas, manteniendo un estilo de envejecimiento activo y saludable.
Recomendaciones para el futuro de la atención domiciliaria
Tras analizar la situación actual de la atención domiciliaria en nuestro país, el informe realiza unas recomendaciones para la evolución y mejora del modelo actual de prestación sanitaria con el fin de adaptarlo a las personas con necesidades complejas:
-Una de ellas es que se apueste por políticas públicas de atención social y sanitaria, con una mejora de la organización, formación, distribución y dotación de recursos.
-También se ve necesaria una mayor coordinación entre los ámbitos social y sanitario. Los servicios sanitarios a domicilio en estos momentos sufren una fragmentación excesiva, y para evitarla se apuesta por estructuras de gobernanza compartida donde participen representantes del ámbito social y el sanitario, para tratar de generar una visión y estrategia comunes y compartidas en el abordaje de las necesidades de la población. En este punto, el informe propone la realización de un mapa de recursos.
-La transformación digital es otra de las piezas clave en el futuro de la atención domiciliaria. Tal como se ha puesto de manifiesto durante la pandemia de la COVID-19, las soluciones digitales pueden ser una ayuda fundamental en la asistencia a las personas mayores o con enfermedades crónicas. En este entorno, según se apunta en el informe, el uso y tratamiento de los datos de los ciudadanos es un reto al que hay que dar respuesta, así como el desarrollo de infraestructuras suficientes y sistemas compartidos e interoperables con cuadros de mando integrales y la necesidad de formación en tecnologías, tanto de pacientes como de profesionales.
-Compartir la información generada es otro de los desafíos que plantea la digitalización de la Sanidad, en el que tienen que implicarse los diferentes agentes sanitarios y administraciones sea cual sea su nivel. Del mismo modo, facilitar la incorporación de tecnologías digitales emergentes es otra de las necesidades a las que dar respuesta para un modelo de atención domiciliaria eficiente.
-El diseño de programas integrales de actuación y seguimiento para pacientes con necesidades específicas – como la telemonitorización de pacientes crónicos o programas de prevención y detección del deterioro cognitivo – se contempla como otro de los elementos clave de la atención domiciliaria del futuro. Asimismo, el documento resalta la importancia de contar con la Tecnología Sanitaria y formación necesarias para atender a los pacientes en su domicilio con productos como material de cura de heridas, absorbentes y soluciones de incontinencia de orina, terapias respiratorias, equipos para la diálisis domiciliaria, soluciones para la administración de medicamentos, programas de nutrición clínica domiciliaria y aplicaciones o softwares para el control y seguimiento remoto de los pacientes por parte de los profesionales sanitarios.
-Entre las recomendaciones que se realizan en el informe, también se encuentra la dirigida a implicar a los pacientes en el cuidado de su propia salud y potenciar su participación en la toma de decisiones que les afectan. Asimismo, se considera esencial contar con procesos transparentes y públicos de evaluación de las estrategias y servicios de atención social y sanitaria en el domicilio, en el marco de un proceso de mejora continua.
“La atención domiciliaria debe ser considerada también como una importante inversión generadora de riqueza que fomenta la creación de puestos de trabajo de calidad, así como en el aumento del consumo de las personas atendidas como consecuencia de la promoción de su salud, bienestar y calidad de vida”, concluye el documento.
Fundación Tecnología y Salud con el apoyo de FENIN