El evento «Código Migraña», organizado por New Medical Economics con la colaboración de Osakidetza y Pfizer, se llevó a cabo el 24 de octubre en Bilbao. Esta jornada reunió a expertos de diversas especialidades para debatir sobre la migraña, una enfermedad neurológica crónica que representa una de las principales causas de discapacidad y absentismo laboral en España.

Participaron en el encuentro Silvia González Carranza, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) del País Vasco; José María Martínez García, presidente de New Medical Economics; Juan Carlos García Moncó, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Basurto; Isabel Colomina Casaus, presidenta de la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE); Fabiola Cavazos Villarreal, especialista en Medicina del Trabajo; y Miriam Páramo Gómez, farmacéutica de atención primaria en Bilbao.

Silvia González Carranza abrió la jornada destacando la significativa carga que la migraña impone tanto a nivel individual como colectivo. «La migraña es una de las cefaleas primarias más frecuentes, con una prevalencia anual del 15% en la población general, afectando especialmente a las mujeres con una proporción de tres a uno frente a los hombres», explicó González Carranza. La experta subrayó cómo esta condición influye en la comorbilidad con otros trastornos, incluyendo enfermedades cardiovasculares, alteraciones del sueño y trastornos psiquiátricos como la ansiedad y la depresión. «El impacto social y económico es innegable, ya que muchos pacientes ven su vida laboral y personal gravemente afectada por esta enfermedad», añadió.

José María Martínez García, presidente de New Medical Economics, resaltó que la migraña es la séptima enfermedad más prevalente en el mundo y enfatizó el desconocimiento generalizado que existe sobre ella. «Es preocupante que el 40% de los casos no se diagnostiquen. Esto refleja una falta de concienciación tanto social como médica», señaló Martínez García.

El diagnóstico: un pilar fundamental y una asignatura pendiente

Uno de los puntos más discutidos en el evento fue la dificultad en el diagnóstico y la falta de formación en atención primaria. Juan Carlos García Moncó, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Basurto, explicó que «el diagnóstico de la migraña es clínico, basado en la entrevista y la exploración del paciente. Sin embargo, el desconocimiento y la falta de pruebas específicas hacen que muchos pacientes sigan sin ser diagnosticados correctamente». García Moncó insistió en que, sin un diagnóstico adecuado, los tratamientos preventivos y sintomáticos no pueden aplicarse de manera efectiva, y esto perpetúa el infradiagnóstico.

Silvia González Carranza subrayó la falta de formación específica en migraña en el ámbito de la atención primaria: «Muchos de mis compañeros no cuentan con la formación adecuada y, debido a las limitaciones de tiempo en consulta, a menudo caemos en el error de recetar analgésicos sin profundizar en la causa subyacente del dolor».

El acceso a terapias avanzadas fue otro tema central de la reunión. Isabel Colomina Casaus, presidenta de AEMICE, destacó las desigualdades al disponer de tratamientos en las diferentes comunidades autónomas: «Es inaceptable que en algunas regiones los pacientes tengan acceso a múltiples opciones de tratamiento, mientras que en otras apenas tienen una». Colomina subrayó que los tratamientos con anticuerpos monoclonales, aunque efectivos, están limitados a la dispensación hospitalaria, lo que añade una barrera más para los pacientes que no residen cerca de hospitales especializados.

García Moncó apoyó esta perspectiva al afirmar: «En el País Vasco, tenemos la fortuna de contar con un acceso razonable a las unidades de cefalea y terapias avanzadas, pero esto no es representativo de toda España. Las inequidades en el acceso al tratamiento son un problema estructural que debemos resolver».

El papel del entorno laboral y la importancia de la sensibilización

Fabiola Cavazos Villarreal aportó una visión integral desde el ámbito laboral: «En muchos casos, la migraña es vista como una excusa para evitar responsabilidades, lo que contribuye a la estigmatización de los pacientes. Debemos educar tanto a empleadores como a compañeros para que comprendan que esta es una enfermedad discapacitante». Cavazos subrayó la importancia de adaptar los entornos laborales, promoviendo la flexibilidad horaria y minimizando los factores desencadenantes, como la iluminación y el ruido. «No es lo mismo tener un trabajo que permita teletrabajo u horarios flexibles, que uno que no lo permita; debemos ajustar las condiciones para apoyar al trabajador».

Isabel Colomina añadió que desde AEMICE se han realizado esfuerzos para apoyar a los pacientes en el entorno laboral mediante la creación de guías como Migraña y Trabajo, diseñadas para sensibilizar a empleadores y compañeros de trabajo sobre las necesidades de los pacientes con migraña.

El papel crucial de la coordinación entre profesionales sanitarios

Miriam Páramo Gómez, farmacéutica de atención primaria en Bilbao, destacó la falta de protocolos claros y comunicación fluida entre farmacéuticos, médicos de atención primaria y especialistas. «Muchas veces, los pacientes llegan a la farmacia buscando un alivio rápido sin haber recibido un diagnóstico adecuado. Si tuviéramos un flujo de información más directo, podríamos derivar a los pacientes de forma más eficiente y evitar complicaciones a largo plazo», afirmó Páramo.

García Moncó añadió: «El flujo entre atención primaria, especializada y farmacias es vital para gestionar adecuadamente a los pacientes. Un neurólogo puede dar un tratamiento avanzado, pero si el paciente no está correctamente gestionado desde el inicio, la carga sobre las unidades especializadas se vuelve insostenible».

Además, durante el encuentro se alcanzó un consenso sobre la necesidad de establecer un Plan Nacional de Migraña que incluya formación para los médicos de atención primaria, acceso equitativo a tratamientos avanzados y una mejor coordinación entre los diferentes niveles asistenciales. «Debemos trabajar juntos para que la atención a la migraña sea integral y multidisciplinar», afirmó González Carranza.

El evento se clausuró con un turno de preguntas, en el que los ponentes coincidieron en la urgencia de implementar un Plan Nacional para la Migraña que garantice el acceso equitativo a los tratamientos y fomente la colaboración entre los diferentes ámbitos de la salud. “La migraña necesita un enfoque multidisciplinar en el que todos trabajemos alineados para mejorar la calidad de vida de los pacientes”, concluyó José María Martínez.