Trabajar en el mar es una de las profesiones más desafiantes del mundo. A menudo aislados en embarcaciones a cientos o miles de kilómetros de la costa, los trabajadores del mar enfrentan desafíos únicos, y la atención médica no es una excepción. En España, el Instituto Social de la Marina (ISM) ha creado una red de asistencia médica para las tripulaciones que no tienen acceso inmediato a hospitales o centros de salud. A través del Centro Radio Médico, junto con dos buques asistenciales, el Esperanza del Mar y el Juan de la Cosa, el ISM garantiza que los trabajadores del mar puedan contar con atención médica donde sea que se encuentren.
El ISM que se fundó en 1930 con el objetivo de proteger la salud de los trabajadores del mar ha evolucionado para satisfacer las necesidades específicas del sector marítimo y proteger a sus trabajadores de los riesgos a los que se exponen. Según José Mª Pérez Toribio, subdirector general de Acción Social Marítima del Instituto Social de la Marina, el ISM comenzó centrándose en la realización de reconocimientos médicos a los marineros, y con el tiempo ha asumido un papel más amplio que incluye la formación, la prevención y la asistencia médica de emergencia. “La sanidad marítima se institucionalizó en España hace décadas, pero es un campo en constante evolución. Hoy, nuestro objetivo es ofrecer un servicio de asistencia médica integral que permita proteger a los trabajadores en cualquier parte del mundo”, explica.
La sanidad marítima en España: un servicio con historia
Durante sus primeros años, el ISM se enfocó en brindar servicios de salud básicos y, con el tiempo, desarrolló sistemas para atender a los marineros a distancia. Las consultas médicas por radio comenzaron en la década de 1920, estableciendo las bases de la telemedicina marítima que hoy conocemos. Estas primeras consultas permitían a los médicos ofrecer orientación básica a los tripulantes que se encontraban lejos de la costa. José Mª Pérez Toribio menciona que, aunque rudimentarias, estas consultas lograron salvar muchas vidas y sentaron un precedente importante para el desarrollo de la sanidad marítima.
En 1983, el ISM consolidó un Programa de Sanidad Marítima con el propósito de cumplir con los estándares internacionales y adaptarse a las normativas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Marítima Internacional (OMI). Esto permitió que el ISM asumiera un rol más activo en la atención médica en alta mar, proporcionando asistencia tanto preventiva como asistencial. “El Programa de Sanidad Marítima nos permite ofrecer un sistema de atención completo. No solo atendemos las emergencias, sino que también trabajamos en la prevención de enfermedades y el seguimiento de la salud de los trabajadores del mar”, menciona Pérez Toribio.
La telemedicina: una línea de vida para los marineros
La telemedicina ha sido fundamental para el desarrollo de la sanidad marítima. El Dr. Fernando Gómez Muñiz, médico con casi 40 años de experiencia en el Centro Radio Médico, destaca que las consultas por radio son la forma más antigua de telemedicina, y que esta práctica comenzó hace más de un siglo. “Estamos practicando la telemedicina desde el pasado siglo XX. Lo que empezó como consultas por radio, hoy se ha transformado en un sistema de comunicaciones satelitales y videollamadas”, explica el Dr. Gómez Muñiz. “Esto nos permite no solo escuchar a los tripulantes, sino también recibir imágenes en tiempo real, lo que mejora enormemente la calidad de la atención”.
El Dr. Gómez Muñiz recuerda cómo comenzaron los servicios de asistencia con tecnologías mucho más rudimentarias: “En nuestros inicios, la comunicación se realizaba principalmente a través de radiofonía, lo cual limitaba mucho la calidad de la interacción. Hoy en día, el 99% de las consultas se realizan mediante telefonía satelital y, en algunos casos, videollamada, lo cual nos permite ver lesiones en tiempo real. Esto es algo que hace unos años era impensable y ha mejorado enormemente nuestra capacidad de respuesta”.
El Centro Radio Médico se encuentra en Madrid y está disponible las 24 horas del día, los 365 días del año. Los médicos de guardia responden a llamadas de emergencia de barcos que navegan en cualquier parte del mundo. Este servicio se basa en un sistema de comunicación por satélite, el cual permite una transmisión de datos rápida y eficiente. Gómez Muñiz describe el procedimiento que siguen al recibir una llamada: “Lo primero que hacemos es recopilar información sobre el paciente, su historial médico y su estado a bordo. Luego evaluamos la situación y decidimos si podemos atender el caso con los recursos disponibles en el barco o si es necesaria una evacuación”.
Con el paso de los años, el ISM ha implementado equipos médicos básicos a bordo de los barcos para mejorar la atención médica a distancia. Los tripulantes cuentan con tiras reactivas para pruebas de orina, test de COVID y pulsioxímetros para medir los niveles de oxígeno en sangre. Según el Dr. Gómez Muñiz, estos dispositivos permiten realizar diagnósticos más precisos y determinar si el paciente necesita una atención más avanzada. “Estos equipos proporcionan datos cruciales que nos ayudan a determinar el mejor curso de acción. Con esta información, podemos ofrecer recomendaciones precisas y asegurarnos de que el paciente reciba el tratamiento adecuado”.
Como la mayoría de los barcos no tienen personal médico a bordo, el ISM ha implementado un sistema para capacitar a los responsables sanitarios. Estos son tripulantes que reciben formación en primeros auxilios, técnicas de emergencia y manejo del equipo médico básico disponible en el barco. Pérez Toribio explica que: “estos tripulantes reciben una formación extensa. Aprenden desde la toma de signos vitales hasta la administración de medicamentos. Son nuestros ojos y manos en el barco, y desempeñan un papel fundamental en nuestra capacidad para ofrecer atención en el mar”.
El Dr. Gómez Muñiz también ha hablado de la presión que implica trabajar en el CRM. “Cuando recibes una llamada, no siempre sabes qué esperar. Puede ser un simple dolor abdominal o una emergencia crítica. La responsabilidad es enorme, especialmente porque en alta mar no hay margen de error. Cada decisión cuenta”, comenta. “La clave es la experiencia y conocer el medio marino. No es solo medicina, es también saber cómo se vive y trabaja en la mar”.
El ISM ha comenzado a utilizar tecnologías de realidad virtual para mejorar la formación de los responsables sanitarios. Estas herramientas permiten que los tripulantes practiquen en situaciones de emergencia simuladas, lo que facilita el aprendizaje sin los riesgos de una situación real. Pérez Toribio destaca que esta tecnología permite a los responsables sanitarios desarrollar sus habilidades en un entorno controlado: “La realidad virtual nos permite recrear emergencias reales y ayudar a los tripulantes a ganar confianza y experiencia. Es una herramienta muy útil que mejora la retención del conocimiento y prepara a los tripulantes para actuar de manera eficaz”.
La formación en sanidad marítima tiene sus desafíos. Los responsables sanitarios deben retener una gran cantidad de información y tener la capacidad de actuar bajo presión. El ISM trabaja constantemente para mejorar sus métodos de enseñanza, y asegura que los tripulantes reciban actualizaciones periódicas en sus conocimientos. Pérez Toribio indica que “el mar es un entorno complicado, y los tripulantes necesitan estar preparados para enfrentar cualquier situación. Por eso, nuestra formación incluye no solo las habilidades técnicas, sino también la capacidad de mantener la calma y trabajar bajo presión”.
Uno de los mayores retos de la atención médica en alta mar es la falta de personal sanitario a bordo. En la mayoría de los barcos mercantes, pesqueros y ferrys, no hay médicos o enfermeros, por lo que la responsabilidad de la atención inicial recae en un tripulante con formación en primeros auxilios. Esta persona, conocida como el responsable sanitario a bordo, recibe instrucción tanto básica como avanzada en formación sanitaria a través del ISM, y es el enlace directo entre la tripulación y el CRM.
“El responsable sanitario es nuestras manos en el barco”, explica Gómez. Este tripulante sigue las instrucciones del médico desde tierra, ya sea para realizar una exploración física del paciente o para administrar el tratamiento necesario. Los buques también están equipados con botiquines obligatorios que incluyen medicamentos y equipos básicos, como pulsioxímetros y tiras reactivas para realizar pruebas de diagnóstico rápido. La formación sanitaria específica constituye la base de la función asistencial de la sanidad marítima.
El Dr. Gómez Muñiz enfatiza la importancia de la formación constante: “La situación en alta mar cambia rápidamente. Los responsables sanitarios a bordo necesitan estar preparados para enfrentar cualquier tipo de emergencia, desde una fractura hasta quemaduras graves. La formación no solo incluye técnicas de primeros auxilios, sino también el manejo del estrés y la coordinación en situaciones críticas”.
José María Pérez Toribio también destaca la necesidad de una formación continua: «Nuestros tripulantes son los primeros en responder ante cualquier emergencia. Queremos que se sientan capacitados y seguros. Por eso hemos desarrollado programas de formación que abarcan desde técnicas básicas hasta simulaciones de escenarios complejos, utilizando incluso tecnologías como la realidad virtual. Nuestro objetivo es que ningún marinero se sienta solo ante una emergencia médica”.
Emergencias y evacuaciones: los desafíos de la atención en alta mar
El Centro Radio Médico atiende una variedad de emergencias, desde accidentes graves hasta problemas respiratorios y dolencias gastrointestinales. El Dr. Gómez Muñiz comenta que aproximadamente el 20% de las llamadas que reciben están relacionadas con accidentes a bordo, mientras que otras emergencias comunes incluyen dolores musculares y problemas digestivos. “Es difícil prever qué tipo de emergencia vamos a atender. Hemos recibido llamadas por quemaduras, fracturas y hasta crisis respiratorias. El mar es impredecible, y eso es lo que hace nuestro trabajo tan desafiante”.
Cada emergencia es diferente, y el Dr. Gómez Muñiz describe cómo toman decisiones en el Centro Radio Médico. “Cuando recibimos una llamada, lo primero es evaluar la situación. Si el problema puede resolverse con el botiquín a bordo, damos las indicaciones necesarias. Pero si la situación es grave y no contamos con los medios para atenderla, optamos por una evacuación”, explica. Esta toma de decisiones es clave para garantizar la seguridad del paciente y minimizar los riesgos.
Las evacuaciones médicas son complejas y requieren una coordinación minuciosa. Cuando se decide evacuar a un paciente, el Centro Radio Médico se comunica con el Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Marítimo (CNCS) para organizar el traslado. Según Pérez Toribio, este tipo de operaciones son desafiantes, ya que dependen de la ubicación del barco, las condiciones del mar y los recursos disponibles. “La seguridad del paciente es nuestra prioridad. Coordinamos todos los aspectos logísticos para que la evacuación se realice de la manera más rápida y segura posible”.
Colaboración internacional: solidaridad sin fronteras en el mar
El Centro Radio Médico del ISM colabora con centros radiomédicos de otros países para brindar asistencia en zonas remotas y coordinar evacuaciones cuando es necesario. Esta red de colaboración permite que las tripulaciones reciban atención sin importar su ubicación, y ha sido clave en situaciones de emergencia. El Dr. Gómez Muñiz menciona que el ISM ha trabajado con centros de varios países, especialmente en zonas de alta actividad pesquera y mercante.
En el mar, la solidaridad entre barcos es fundamental. El Dr. Gómez Muñiz recuerda un incidente en el que un barco sufrió una explosión en la sala de máquinas y varios tripulantes resultaron gravemente heridos. “Recibimos la alerta y comenzamos a coordinar la atención, pero estábamos limitados por la distancia a tierra. Afortunadamente, un barco de la flota norteamericana que estaba cerca se ofreció a ayudar y enviaron helicópteros para evacuar a los heridos. En el mar, todos sabemos que podemos necesitar ayuda en cualquier momento, y esa solidaridad es fundamental”.
El Centro Radio Médico no se limita a atender a barcos españoles; también presta servicio a tripulantes de otras nacionalidades. Aproximadamente el 40% de las llamadas provienen de embarcaciones extranjeras. Pérez Toribio señala que la sanidad marítima española es un ejemplo de solidaridad global. “Nuestra misión es ayudar a cualquier persona que lo necesite, independientemente de su nacionalidad. La salud de los trabajadores del mar no tiene fronteras, y estamos aquí para brindar la mejor atención posible”.
Impacto de la tecnología: hacia una sanidad marítima del futuro
La pandemia de la COVID-19 ha sido un catalizador para la adopción de la telemedicina, no solo en tierra, sino también en alta mar. La experiencia del CRM demuestra que la telemedicina es una herramienta poderosa para ofrecer atención médica de calidad cuando el acceso físico a un profesional es imposible. El Dr. Gómez Muñiz insiste en que, aunque la telemedicina no sustituye a la presencia física del médico, es la mejor opción cuando esta no es posible. “En muchos municipios apartados, y desde luego en el mar, es la única forma de asistencia disponible”, afirma.
La telemedicina en alta mar es, de hecho, una de las formas más antiguas de este tipo de atención. Desde principios del siglo XX, se han utilizado las comunicaciones por radio para asistir a los tripulantes. En los últimos años, los avances tecnológicos han permitido el uso de telefonía satelital y la incorporación de videollamadas, lo que ha transformado la forma en que se presta esta asistencia. Los barcos más modernos ya cuentan con dispositivos que permiten la captura de imágenes, la realización de electrocardiogramas y la medición de constantes vitales, lo que facilita un diagnóstico más preciso.
“En la actualidad, alrededor del 99% de las llamadas se realizan a través de satélite. Esto ha mejorado mucho la calidad de la comunicación, permitiéndonos interactuar con mayor precisión y rapidez”, comenta el Dr. Gómez Muñiz. Además, algunos buques han comenzado a disponer de medios para videoconferencias, lo cual proporciona al médico una mejor percepción del estado del paciente y permite guiar al responsable sanitario de manera más efectiva.
La telemedicina no solo ha facilitado la atención en alta mar, sino que también ha servido para reducir los prejuicios dentro de la propia comunidad médica. “Hace 40 años, cuando explicaba lo que hacía, muchos colegas lo veían como una práctica poco ortodoxa. Hoy en día, la mayoría de los médicos aceptan la telemedicina como una herramienta valiosa, especialmente en entornos donde la asistencia directa no es posible”, reflexiona el Dr. Gómez Muñiz.
La Guía Sanitaria a bordo, disponible online, y los contenidos de las campañas epidemiológicas y de promoción de la salud desarrolladas anualmente por el ISM, constituyen un recurso fundamental para los tripulantes. Además, el acceso a los historiales médicos y los reconocimientos previos al embarque permiten al CRM ofrecer una atención más personalizada y adaptada a las necesidades de cada tripulante.
El ISM está comprometido a seguir mejorando su capacidad para atender a los marineros. Pérez Toribio menciona que el instituto está explorando nuevas tecnologías para la formación y la atención médica. “Queremos que los tripulantes reciban la mejor atención posible, y para ello estamos invirtiendo en herramientas que nos permitan ofrecer servicios de calidad sin importar la distancia”.
La sanidad marítima española podría ser un modelo para otros países que también enfrentan desafíos en la atención a sus tripulaciones. El Dr. Gómez Muñiz reflexiona sobre el valor de la telemedicina y su papel en el futuro: “El mar es uno de los entornos más difíciles para la atención médica, pero también es un espacio donde la innovación puede salvar vidas. Con la tecnología y la cooperación internacional, podemos construir un sistema de salud global que atienda a todos los trabajadores del mar”.
La importancia de la sanidad marítima en un mundo conectado
La atención médica en alta mar es un desafío constante que requiere no solo tecnología avanzada, sino también una gran dosis de humanidad y solidaridad. Los médicos del Centro Radio Médico, como el Dr. Gómez Muñiz, y los responsables sanitarios a bordo de los buques son los héroes anónimos que cada día velan por la salud de los trabajadores del mar, superando las barreras que impone la distancia y las duras condiciones de la vida en alta mar. En un mundo donde la salud es cada vez más dependiente de la proximidad, la telemedicina en el mar se erige como un testimonio del ingenio humano y la capacidad de adaptarse a los desafíos más extremos.
La colaboración internacional y la solidaridad entre tripulaciones son esenciales para garantizar el bienestar de los marineros. La experiencia del ISM y del CRM en la atención sanitaria en alta mar demuestra que, a pesar de los desafíos, es posible ofrecer una atención médica de calidad y adaptada a las particularidades del entorno marino. La evolución tecnológica y la mejora continua en la formación de los responsables sanitarios es clave para afrontar el futuro de la sanidad marítima, asegurando que ningún marinero se quede sin la atención que necesita, sin importar cuán lejos esté de la costa.
El Dr. Gómez Muñiz resume la esencia de su labor con una frase que resuena profundamente: “No estamos solo para curar, estamos para acompañar. En medio de la inmensidad del océano, saber que hay alguien al otro lado de la línea, dispuesto a ayudar, marca la diferencia entre la desesperación y la esperanza”. Los trabajadores del mar, con su sacrificio y coraje, encuentran en estos profesionales un faro que los guía y protege, incluso en los momentos más oscuros y difíciles.
El compromiso del Instituto Social de la Marina y el Centro Radio Médico es un ejemplo de cómo la tecnología y la solidaridad pueden superar las barreras del mar. La sanidad marítima asegura que los trabajadores del mar reciban atención médica, sin importar su ubicación o nacionalidad. A través de la innovación, la formación y la colaboración, el ISM continúa ampliando su capacidad para ofrecer servicios de calidad en uno de los entornos más desafiantes del mundo. El Dr. Fernando Gómez Muñiz y José Mª Pérez Toribio representan la dedicación y el esfuerzo de una institución que garantiza que los trabajadores del mar, a pesar de estar lejos de casa, no están solos.
Carmen Mª Tornero Fernández, Redactora Jefe de New Medical Economics
Jesús González Bonilla, Redacción y Diseño en New Medical Economics