Cada día nos encontramos con más jóvenes que no quieren asumir responsabilidades profesionales y lo que en algunos casos denominamos “lazy workers”.

Hasta hace algunos años la lealtad y la experiencia suponían unas competencias fundamentales para desarrollar una carrera profesional en una empresa, que les permitía ocupar posiciones con más responsabilidad y por supuesto, con mejores salarios, no valorando como se hacía en el siglo pasado la antigüedad como elemento fundamental de compensación, que incluso venía definida en los convenios colectivos.

Posiblemente en estos momentos tenemos la generación más preparada de la historia. La formación y la evolución tecnológica han hecho que estos jóvenes que inician o han iniciado sus primeros años en el mundo laboral se planteen, si merece la pena dedicar la mayor parte de su tiempo al trabajo para una empresa ajena o para la suya propia.

Y ¿por qué está ocurriendo esto?

Es cierto que planificar carreras profesionales a medio plazo es una ironía, debido a los cambios tan rápidos que acontecen.

Si nos remontamos a los últimos 15 años, hemos tenido varios episodios que han cambiado la manera de ver el mundo empresarial, la estabilidad en empleo de los trabajadores y por supuesto aún más en los directivos.

Primero fue la crisis del 2008 hasta el 2011, donde la recesión económica vio quebrar a muchas empresas, aumentó el desempleo y eso dio pie a vivir en la incertidumbre.

El otro gran acontecimiento fue la COVID-19, que nos enseñó que hay otro mundo, otras formas de trabajo y que debemos prepararnos para otras pandemias o alteraciones geopolíticas.

Y como no, la llegada de la Inteligencia Artificial, que acelera todo mucho más de lo que esperamos.

Entonces, si sumamos a la incertidumbre, otras formas de trabajo, la rapidez en los cambios poco previsibles y una sociedad diversa y distinta nos da como consecuencia, que merece más la pena disfrutar de la vida, tener un trabajo satisfactorio para poder comer, vivir satisfactoriamente sin grandes lujos y otros alternativos que permitan poder cambiar en cualquier momento, porque trabajo no va a faltar, pero será distinto de cómo hasta hoy lo hemos venido haciendo.

Esta generación, la más preparada de la historia quiere más equilibrio entre trabajo y vida personal valorando la flexibilidad laboral, anteponiendo su bienestar personal a su ascenso profesional.

Han perdido el interés de convertirse en gerentes o en ocupar puestos de dirección.

Son conscientes de la importancia de tener un trabajo que les dé una vida sostenible en lo económico y en lo profesional y otros trabajos u otras alternativas que le permitan alternar o desarrollar en el futuro, pero que tienen que ser compatibles con el equilibrio personal.

Un informe actual señala que el 26% de estos jóvenes trabajadores, dicen que una mayor flexibilidad le influiría para cambiar de trabajo, mientras que el 25% cambiaría de empresa por una semana laboral más corta.

‘Planificar carreras profesionales a medio plazo es una ironía’

El 95% también está de acuerdo en que trabajar en casa ya sea parcial o totalmente le da más flexibilidad.

La búsqueda de estabilidad laboral de un puesto fijo para toda la vida (que ya no existe) es el motivo principal por el cual los jóvenes quieren opositar (en un 71% de los casos para el tramo de 25 a 34 años y en un 47,1% entre los de 18 y 24 años.

También las aceptables condiciones laborales y de seguridad en el empleo (mientras exista ese empleo) son otras razones por las que los jóvenes optan por opositar a instituciones ofíciales (hace años eran instituciones financieras) y a profesionales del mundo de la salud o de la educación, es decir, lo que suelen denominar irónicamente “plazas en propiedad”, entre otras.

Y si quieren ganar más dinero y correr más riesgo pueden aceptar las propuestas de otros países para trabajar, como, por ejemplo: “Alemania acelera captar jóvenes españoles: 2.500 € al mes, sin formación ni experiencia ni alemán”. “El 17 % de los jóvenes que salen de España eligen Alemania”. Set.2024.

Y frente a esta situación ¿cómo están respondiendo las empresas? O mejor dicho ¿las personas que dirigen estas empresas?

Según un informe reciente de KPMG un 64% de los CEOs esperan un retorno a tiempo completo de los empleados de las oficinas para 2026 y un 87% son partidarios de premiar a los que trabajan en la oficina, por supuesto, a cambio de mejores salarios y promociones profesionales.

Amazon se ha adelantado estos días cuando su CEO Andy Jassy, ha ordenado que a partir del 5 de enero de 2025 todos los empleados corporativos regresen al trabajo presencial en la oficina los cinco días de la semana. Si bien otras tecnológicas como Apple, Google o X, lo habían hecho antes como algunas otras del sector financiero como Barclays, HSBC o Goldman Sachs.

Otro de los objetivos anunciados es la reducción de las estructuras de las compañías, no quieren ejecutivos, sino trabajadores que se comporten como si fueran ejecutivos y que asuman sus responsabilidades más allá de sus competencias profesionales, obviamente sin cambiar las condiciones.

Pero ¿alguien ha preguntado a los trabajadores si quieren regresar a las oficinas?

Y si les pagan más ahora por ir a la oficina, ¿antes estaban mal pagados cuando iban?

¿Es que hasta ahora no eran productivos los trabajadores que teletrabajaban?

¿Alguien se ha preocupado por conocer si tan dispuestos a trabajar en la oficina a cambio de mayores salarios y promociones profesionales?

Posiblemente muchos ejecutivos efímeros no entienden correctamente lo que desean los trabajadores en su vida, que tienen en cuenta la incertidumbre con la que se van a enfrentar los próximos años, la desaparición de las viejas profesiones y la aparición de otras nuevas, algunas también efímeras.

Por estas razones un reducido grupo de líderes, también efímeros, toman decisiones, la mayoría a corto plazo, en función de lo que más les interese a ellos, es decir, en función sus propios intereses personales, pero también temporales.

Armonizar las necesidades de unos y los re   querimientos de los otros, buscando un equilibrio personal y profesional de ambos, significaría estar listos para enfrentarse a los nuevos retos de una manera coordinada y conjunta para poder sobrevivir en los próximos años.

Bibliografía

VISIER. People Analytics & Workforce Planning Software.

  1. PMG. Estudio anual 2024 entre consejeros delegados de grandes empresas en el mundo.
  2. AMAZON: Comunicado de Andy Jassy, CEO Amazon set.24
  3. PLATAORMA OPOSITA TEST. El peso del opositor.
  4. DIARIO “EL MUNDO” Set 24