Según el informe de Deloitte “Ciudades para mejorar la vida”, la tendencia de la población a concentrase en núcleos urbanos continúa aumentando exponencialmente. Según Naciones Unidas, con datos de 2019, el 55% de la población mundial residía en las ciudades y se espera que en 2030 el mundo tenga 43 megaciudades con más de 10 millones de habitantes, la mayoría de ellas en países en desarrollo y, de continuar esta tendencia, en 2050, el 70% de la población vivirá en ciudades.
En España, más del 70% de la población ya se encuentra en zonas urbanas de más de 50.000 habitantes y se espera que en 2050 supere el 80%.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada en 2015 como un plan de acción para las personas, el planeta y la prosperidad, incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), uno de los cuales, el ODS 11 está específicamente dirigido a construir ciudades y comunidades sostenibles, haciendo que las ciudades sean inclusivas, seguras y resistentes.
El ODS 3 tiene como objetivo garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades crónicas no transmisibles cada año acaban con la vida de 41 millones de personas cada año. Estas muertes representan más del 70% de todas las muertes de todo el mundo. Sabemos que muchos de los factores determinantes que provocan están muertes podrían ser evitables, por lo que las estrategias de promoción de la salud que fomenten estilos de vida saludables conducirán a beneficios para la salud, con un coste menor que el que tendría el tratamiento médico. No me gusta tener que hablar de dinero, pero a veces es un argumento muy bueno. Nos podríamos ahorrar el gasto de 8.000 millones de euros en los sistemas sanitarios de la Unión Europea si siguiéramos la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y cada europeo practicase 2 horas y media de ejercicio a la semana. De todas formas, creo que es más contundente el argumento de poder evitar 10.000 muertes al año en Europa.
‘El ODS 3 tiene como objetivo garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades’
En España, según el INE, el 61% de los hombres y el 46% de las mujeres tienen obesidad o sobrepeso, así como el 34% de los jóvenes entre 3 y 24 años. La OMS calcula que el 80% de las enfermedades que tenemos hoy en día se podrían curar o mitigar con mejores hábitos de vida. Además, la OMS ha podido comprobar que los niveles de ansiedad y depresión han triplicado con respecto a los niveles registrados antes de la pandemia.
Es importante conseguir la unión de los dos objetivos antes citados, el ODS 11 (ciudades y comunidades sostenibles) y el ODS 3 (salud y bienestar).
Recientemente leía en Cinco Días la entrevista a Lars Fruergaard Jørgensen, CEO de Novo Nordisk, en la que decía que están invirtiendo en fármacos para enfermedades como la obesidad y la diabetes tipo 2, pero que también intentan invertir en prevención, en estimular cambios en el estilo de vida. Cuentan con el programa “Cities changing diabetes”, lanzado en 2014 y en el que participan 45 ciudades, incluida Madrid desde 2018, para concienciar sobre lo que comemos y cómo nos movemos.
En este contexto, aplaudimos la creación, por parte de la Fundación Mémora y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), del Sello de Calidad «Ciudad que Cuida» dirigido a acreditar a todos aquellos municipios que impulsan políticas públicas enfocadas al cuidado de sus ciudadanos y comprometidos con el envejecimiento activo y saludable. El proyecto “Ciudades que Cuidan” desea combatir la soledad no deseada y fue impulsado desde la Fundación Mémora en 2019, naciendo de la necesidad de desarrollar un nuevo modelo de atención que permita crear y desplegar servicios que garanticen la calidad de la atención y acompañamiento a las personas mayores. “Ciudades que Cuidan” es un modelo de ciudades amigables, compasivas, inteligentes, saludables y sostenibles (medioambiental, social y económicamente), que tienen en el centro el valor del cuidado, como eje vertebrador y transversal de todas las políticas y programas. Por lo tanto, es un modelo que integra y aglutina alrededor del cuidado el conjunto de las políticas a desarrollar en un municipio.
Cuando todavía era ministra de Sanidad, Carolina Darias ya dijo que «los municipios son vectores clave para contribuir a promocionar la salud. No solo se trata de añadir años a la vida, sino, sobre todo, de añadir vida a los años, y especialmente entre las personas mayores, con programas y medidas que fomenten la capacidad preventiva y el envejecimiento activo y saludable desde el entorno más cercano”.
Aplaudimos también que la Diputación Foral de Bizkaia aprobó a primeros de año su incorporación a la Red de Ciudades que Camina, una asociación internacional sin ánimo de lucro, de la que forman parte municipios y territorios interesados en mejorar la situación de los viandantes a través de la puesta en marcha y el intercambio de iniciativas dirigidas a mejorar la accesibilidad universal, la seguridad vial y el propio medio ambiente.
Sigamos trabajando para conseguir vivir en ciudades cada vez más inteligentes y saludables para todos.