“Soy una firme defensora del sistema sanitario público”
Licenciada en Medicina y Cirugía, Repollés es médica especialista en Obstetricia y Ginecología y desde el año 1992 hasta el 2020 ejerció su labor asistencial de ginecóloga. Su nombramiento como Consejera de Sanidad de Aragón llegó en plena pandemia y a pesar de no tener mucha experiencia en gestión, afrontó la crisis como una auténtica experta en la materia.
- Va a cumplir en mayo tres años como Consejera de Sanidad de Aragón y además llegó en plena crisis sanitaria, ¿podría hacernos un balance de su gestión hasta el momento?
Entré a la Consejería el 14 de mayo de 2020, en plena pandemia. No tenía experiencia en puestos de gestión dentro del Departamento de Sanidad. Mi experiencia en ese sentido era mucho más modesta, aunque he trabajado en asistencial durante 30 años. Soy ginecólogo de profesión y llevo 30 años trabajando en el sistema sanitario público. Tenía alguna experiencia de gestión, pero en otros niveles, pues he coordinado el programa de anticoncepción de Aragón, he participado en la redacción de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva con el Ministerio. Además, había realizado alguna formación en gestión, pero realmente llegué en un momento crítico. Un sábado estaba haciendo guardia y el martes era consejera de Sanidad.
Cuando llegué era un momento de absoluta emergencia. Fueron unos días, y unos meses muy frenéticos en lo que era la gestión del COVID, en la que teníamos que tomar decisiones muy rápidas y siempre en equipo. En ese momento consideré que teníamos que trabajar en equipo desde el punto de vista técnico y multidisciplinar. Todos los días, sin excepción, teníamos reuniones, con un equipo de diez personas de todos los ámbitos asistenciales, investigadores, técnicos, epidemiólogos que nos permitían gestionar la pandemia y prácticamente una vez a la semana, y en ocasiones dos, teníamos que hacer una rueda de prensa y explicar cuál era la situación y cuáles eran las medidas a implementar. El COVID lo tenía todo en emergencia: la capacidad asistencial, la necesidad de personal… Pasamos muy mala una época porque había déficit de personal, había mucho personal enfermo, necesitábamos muchos recursos, y esa gestión es la nos ocupaba el 90% del día.
Pero teníamos que seguir con la vida diaria y con las intervenciones quirúrgicas, con la urgencia y con todo lo que aparecía en ese momento poque todo lo demás tenía que seguir funcionando en los centros de salud, las personas se seguían poniendo enfermas. Fue realmente complicado, aunque trabajamos siempre en equipo y basándonos en cuestiones técnicas, sobre todo. Fue muy importante en aquella época establecer una muy buena relación interinstitucional y también una muy buena relación con los organismos y administraciones locales. Nosotros teníamos un trato muy directo con los alcaldes, con los ayuntamientos, con todos los legisladores de base que nos permitía también poder gestionar y tener una información transparente, diaria y casi horaria de la situación en la que estábamos. Esa gestión nos ocupó el 90% del tiempo, hasta que conseguimos salir de la emergencia.
Luego vino la vacunación, el esfuerzo que se hizo en Aragón en este sentido fue ímprobo, llevamos a cabo un sistema y una logística de vacunación que ha sido única en toda España, estuvo basada en Atención Primaria y cada ciudadano iba a vacunarse a su centro de salud y con su enfermera de referencia. Prácticamente no utilizamos espacios de vacunación masiva y alcanzamos los primeros puestos en porcentaje de vacunación en los primeros momentos. Eso es muy importante. La gente podía pedir cita en su centro de salud mediante una aplicación y no tuvimos problemas en llevar hasta el último pueblo la vacunación. En Aragón disponemos una Atención Primaria muy potente y eso nos permitió llegar a todo el territorio.
Más adelante, tuvimos que abordar todas las consecuencias de la COVID respecto a listas de espera, a pruebas de screening o de cribado que se han retrasado respecto a pruebas diagnósticas e incluso a en la realización de algunas infraestructuras. Pero creo que nos pusimos manos a la obra muy rápidamente y con el plan de abordaje de lista de espera la hemos conseguido reducir. También hemos terminado todas las infraestructuras que teníamos iniciadas y estamos consiguiendo finalizar esta etapa con la consecución de prácticamente la mayoría de los objetivos que se habían propuesto. Ha sido la legislatura más complicada que ha existido nunca en la Sanidad, ha sido extenuante, pero también te da esperanza, sabemos que la sanidad pública es un pilar muy sólido y que hemos podido salvar esto gracias a esta sanidad tan potente que tenemos, que necesariamente se ha visto dañada con la pandemia. Creo que las crisis son oportunidades de salir adelante y de mejorar.
- ¿Cuáles son sus principales objetivos?
Todas las previsiones que se tenían antes de aparecer la pandemia, de mejora de la sanidad pública, debemos seguir manteniéndolas. Pero sobre todo nos hemos dado cuenta de algunas deficiencias u oportunidades de mejora que tenemos en la sanidad y las hemos abordado con ímpetu y con energía para poder empezar una senda nueva e ir hacia la sanidad del futuro. Hemos visto que el sistema tiene unas deficiencias, no puede haber la misma sanidad que en el año 86, en este momento tenemos que abordar una serie de problemas estructurales importantes.
Si hablamos de puntos concretos, sacamos adelante la lista de espera quirúrgica mediante una inversión de 30 millones de euros, hemos conseguido en tiempo récord disminuir en un 40% la lista de espera hasta estar en cifras casi medianamente razonables. Hemos reanudado los problemas de los programas de screening, estamos finalizando todas las infraestructuras que estábamos empezando antes de la COVID, incluso algunas las hemos ejecutado con posterioridad. Hemos implementado todos los programas nuevos, tenemos un plan de atención primaria al plan de Salud Mental, el Plan de Salud de Aragón.
Todo esto lo hemos revitalizado, lo hemos modernizado y no solo eso, sino que hemos hecho una reflexión muy profunda y muy intensa sobre el futuro de la sanidad. Eso nos ha hecho llevar a cabo un documento sobre la sostenibilidad del sistema sanitario español. Este documento nos permite tener un marco de debate y en el que se trata cómo está nuestro sistema sanitario y qué es lo que necesita. Es un documento en el cual se habla de cuatro pilares fundamentales y es una reflexión sobre si nuestro sistema sanitario es sostenible. Sostenible significa que la gente sea capaz de entender todavía más que sus impuestos van hacia su sistema sanitario. Y por supuesto, creo que sí que es sostenible, pero que necesita unas modificaciones como el sistema de financiación, que tendría que estar un poco más adecuado a la realidad actual.
Un segundo pilar importante es el análisis de la cartera de servicios y las prestaciones que tiene el sistema sanitario público. Otro pilar es el tratamiento de los enfermos crónicos, complejos, envejecidos, que deambulan o van por vasos comunicantes entre los servicios sociales y los servicios sanitarios. Esta comunidad autónoma tiene mucha experiencia sobre envejecimiento y su despoblación. Tenemos un índice de envejecimiento mayor que otras comunidades autónomas y, sobre todo, de despoblación y dispersión. Eso hace que tengamos que poner el foco en este tipo de enfermos que deambulan en el sistema sanitario. Son vulnerables y creo que tenemos que cambiar el perfil de tratamiento, el perfil en el cual nos basamos para el tratamiento de nuestra población, teniendo muy en cuenta a estos pacientes y luego aprender de enseñanzas compartidas de los tratamientos y de la forma de actuar con este tipo de personas.
El último pilar que a todos nos está arrastrando es el déficit de profesionales que aunque es un problema común y de larga duración no consuela. Hemos pensado que también hay que darle una vuelta al perfil de los profesionales que necesita en estos momentos nuestra sanidad. Probablemente tenemos que tender a una sanidad que genere más salud en la población, es autoempoderar al paciente, que sea una medicina más preventiva y más predictiva y que no trate solamente las reagudizaciones y esté basada en un hospitalocentrismo. Nosotros tenemos en Aragón muy tecnificado un sistema hospitalario magnífico que puede tratar las cuestiones más extrañas, más raras y más punteras. Pero a lo mejor eso no es lo que necesitamos en estos momentos, igual necesitamos un sistema basado en cuidados en sistemas de enfermería, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, perfiles profesionales, psicólogos, perfiles profesionales que a lo mejor en este momento no están contemplados y que son necesarios. Los psicólogos son perfiles que seguramente evitarían ese hospitalocentrismo, esa necesidad de tratar la agudización, generarían salud en la población y lo que harían es racionalizar un poco el perfil de los profesionales que atiende nuestra sanidad pública. Como todos, tendrían que ser retribuidos con sus categorías profesionales correspondientes, e incluir como categoría profesional a aquellos que no estén incluidos.
- ¿Cómo percibe la situación del Sistema Nacional de Salud? ¿Y en Aragón?
Soy una firme defensora del sistema sanitario público. Sé que hemos aguantado esta pandemia por nuestro sistema sanitario, que es potente, que hay que modificar algunas estructuras, hay que revitalizarlo, pero soy una defensora firme y desde luego estoy convencida de que va a salir adelante tras esta época un poco convulsa y que vamos a seguir confiando en él. Además, la percepción de la población, pese a todas las dificultades que ha habido después de la pandemia, es que confía en su sistema sanitario público.
- ¿Ve posible un Pacto por la Sanidad?
Sería ideal un pacto de la Sanidad, con todos los servicios básicos y pilares del Estado de bienestar, pero es complejo. Cuando nosotros hemos planteado este marco de debate y de reflexión sobre lo que es el sistema sanitario no es precisamente para llegar a un pacto por la sanidad, pero sí para serenar un poco, para unificar y para hacer un análisis constructivo y compartido de qué es lo que puede pasar lejos de las de las decisiones políticas y de las tensiones políticas que se manifiestan, y más en esta época preelectoral. Es un documento que todo el mundo puede adoptar, porque es un marco de debate, y que esto se podría derivar en un pacto, simplemente con que reflexionáramos juntos y llegásemos a algunas medidas consensuadas estaría muy bien.
- ¿En qué estado se encuentran las listas de espera en su Comunidad?
Cuando empezó a darnos un respiro a la pandemia, realmente se comunicaron las listas de espera. Aragón tenía una lista de espera muy larga, la pandemia nos golpeó especialmente en Aragón, sobre todo en la última ola que llegamos a tener 1.500 profesionales de baja durante muchas semanas. Eso nos lastró mucho porque la capacidad asistencial que teníamos se vio muy limitada. No podíamos hacer intervenciones quirúrgicas, ya no por los pacientes, sino por los facultativos, llegamos a unas cifras de lista de espera muy importantes. En ese momento vimos la necesidad de establecer un plan de choque, un plan de abordaje de lista de espera quirúrgica que incluía muchos aspectos y en el cual iba incluido una dotación económica de 30 millones de euros.
Con ese plan de lista de espera quirúrgica implementado que ha cambiado el concepto y la concepción de que las listas de espera quirúrgicas son de cada médico, de cada hospital, hemos incrementado sobre todo muchísimo la actividad en nuestra red sanitaria pública. Estamos interviniendo los sábados, cosa que nunca se había hecho, 150 jornadas de tarde en esta comunidad autónoma que nunca se había hecho tampoco. Y además estamos implementando cirugía por procesos y cirugía fuera del sistema sanitario, incluso con fórmulas novedosas como es el alquiler de suelo quirúrgico. Hemos utilizado todas las formas posibles para poner el sistema sanitario a tope funcionando y eso ha dado muy buenos resultados porque hemos conseguido en seis meses bajar en más de 50 días la lista de espera en la espera media de los pacientes. Estamos en cifras de antes de la pandemia, y pretendemos bajar a las cifras menores que hemos tenido.
- ¿Cuál es el nivel de obsolescencia de la sanidad aragonesa?
En la legislatura 2011- 2015 no se hizo ninguna inversión en tecnología sanitaria. De hecho, teníamos los equipos absolutamente desfasados con unas condiciones que no eran las adecuadas. A partir del año 2015 empezamos con un plan de renovación de las infraestructuras, se fueron adquiriendo sobre todo aparatos de alta tecnología, TAC, escáner… y seguimos teniendo un plan de adquisición y de renovación de aparataje. Posteriormente a la pandemia se estableció el plan INVEAT (Inversión en Equipos de Alta Tecnología), gracias al Plan, Aragón ha invertido 26 millones de euros en 28 equipos de alta tecnología, lo cual nos ha permitido por primera vez en nuestra comunidad autónoma, disponer de radioterapia para enfermos oncológicos en las tres provincias, en Huesca, en Zaragoza y en Teruel. A finales de año, se instalará también la radioterapia en el Hospital de Teruel. Además de todo esto, nos ha permitido modificar, renovar y modernizar el estado de tecnologías y también hemos incluido este año la cirugía robótica, vamos a adquirir varios Da Vinci para todos los hospitales de Zaragoza. En Aragón, además, disponemos de muchas infraestructuras para hacer cirugía experimental, tenemos mucha experiencia en formación de cirugía experimental y creo que eso nos podría dar un impulso muy importante en este tipo de cirugía.
- ¿Tienen previstas nuevas infraestructuras?
Las infraestructuras que hemos sido capaces de iniciar y las que vamos a terminar son dos grandes hospitales de la provincia de Teruel: el Hospital Alcañiz y el Hospital de Teruel. Los dos estaban planificados en legislaturas anteriores, pero no se habían llevado a efecto. Sobre todo en esta legislatura de 2019 ha sido cuando se les ha dado un gran impulso. De hecho, el 90% de la construcción de los hospitales ha sido en estos últimos años. A finales de 2023 vamos a acabar el Hospital de Alcañiz a finales de y probablemente también el de Teruel. Son unas estructuras magníficas, como no podía ser de otra manera y están dotadas de la última tecnología y del personal necesario para que esto funcione, porque si no tienes un plan funcional, unos profesionales que le den cabida y aparataje no sirve de nada.
Además, hemos construido un nuevo centro de salud para una zona muy importante. Hemos remodelado todas las urgencias del Hospital de San Jorge de Huesca y hemos realizado el búnker de la radioterapia, con lo cual también se ha mejorado mucho la asistencia. Hemos iniciado las obras del Centro de Salud de Barbastro, que va a ser el del siglo 21, el más moderno, porque es un edificio que se autoabastece energéticamente. Tiene las últimas tecnologías incorporadas, es de unas dimensiones importantísimas. Vamos a realizar el nuevo centro de Salud del Perpetuo Socorro, también en Huesca. Finalizamos el Centro de Salud de Los Olivos, también en Huesca, que ahora se llama El Pagés. Hemos remodelado toda la unidad de reproducción asistida del Hospital Miguel Servet. Hemos remodelado dos plantas completas de psiquiatría y hemos duplicado las camas de psiquiatría infanto-juvenil en nuestros hospitales. Hemos remodelado, modernizado y ampliado las unidades de psiquiatría con el concepto de humanización, con un concepto nuevo de visualización de espacios más acogedores.
Vamos a disponer de un recurso asistencial de ingreso para enfermedad mental infanto-juvenil de larga estancia ya que en nuestra comunidad autónoma no tenemos en este momento. Hemos abordado de forma más que satisfactoria todo lo que teníamos pendiente, incluso más. Ahora tenemos muchos proyectos en marcha como ampliación de un centro de salud, tenemos la pretensión de iniciar obras en áreas como Valdespartera en Zuera. Y también tenemos el gran proyecto, que es la reforma y ampliación del tercer hospital de Zaragoza, que es el Hospital Royo Villanova.
- ¿Y en I+D+i que inversión estáis haciendo en Aragón?
Aragón verde, digital y sostenible y nos lo hemos tomado muy en serio. En ese sentido, contamos con planes de instalación de placas fotovoltaicas en la mayoría de los edificios del sistema sanitario, para que produzcan un ahorro energético a toda la inversión. Estamos poniendo en marcha incluso la adquisición de productos de compra pública, de innovación, pero utilizando los elementos que nos puedan proporcionar la innovación que hay en el sistema privado, que hay un tejido de innovación muy importante en investigación. Estamos haciendo muchísima investigación traslacional con ingeniería, con informática, con inteligencia artificial, de manera que podamos utilizar también toda esta innovación que se está produciendo fundamentalmente en nuestra comunidad autónoma, en nuestros equipos de ingeniería, para incorporarla a nuestro sistema sanitario mediante proyectos de investigación que luego puedan trasladarse a la asistencia. Y desde luego, tenemos también muchísima experiencia en el lago de datos con la Plataforma de Información BIGAN. BIGAN nos permite también desarrollar muchos proyectos que utilicen la inteligencia artificial y estos datos para medicina predictiva. También estamos trabajando mucho en terapias personalizadas, con nuevas tecnologías que nos hagan ser también punteros y auto abastecernos. También tenemos dos organismos muy potentes dependientes de sanidad, que son el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud y el Instituto de Investigación Sanitaria, que está acreditado por la Universidad Carlos III, y eso nos permite tener acceso tanto a ayudas europeas que nos permiten avanzar en estos proyectos de I+D+i, así como a ayudas nacionales o como ayudas de organismos privadas. Desde que ha finalizado el COVID ha sido exponencial la inversión que tenemos en investigación.
- ¿Cómo repercutirán al sector farmacéutico las nuevas ayudas a la I+D propuestas desde el Departamento de Economía del Gobierno de Aragón?
Aragón se está transformando en un polo de atracción para la industria farmacéutica. Empezamos con empresas que estaban dedicadas a la fabricación de test, que además durante la COVID desarrollaron mucho la fabricación de este tipo de componentes. Tenemos industrias farmacéuticas de fabricación de genéricos. Tenemos también logística, Aragón es un proveedor de logística muy importante que favorece que empresas que necesitan esta logística se instalen aquí. También estamos en este momento trabajando mucho junto a una industria y economía. Estamos trabajando en esas sinergias que se pueden producir en nuestra comunidad, tanto por su potencialidad en logística como por la atracción de empresas farmacéuticas para desarrollar esta economía circular y también para incorporarlas a estos proyectos de investigación que tenemos en nuestra comunidad autónoma, en los cuales hay una colaboración muy intensa público privada.
- ¿Qué opina sobre la colaboración público-privada en Sanidad?
En Aragón a veces se confunde privatización y colaboración. Estoy firmemente convencida de la sanidad pública, como no puede ser de otra manera, pero la colaboración público-privada siempre es favorable y suma. De hecho, tenemos colaboración con respecto a lo que hemos hablado de innovación y sobre todo, muchísima colaboración respecto a la innovación y evaluación de estos productos que proceden del mundo privado, pero porque satisface las necesidades que la sanidad pública necesita en estos momentos. No podríamos funcionar de otra manera. Se establecen sinergias y el poder tener una relación fluida con la empresa privada es favorable para todos.
- ¿Hay algún tipo de veto para que el profesional sanitario pueda trabajar en la sanidad pública y la privada?
En este contexto que estamos de déficit de especialistas, los médicos compatibilizan la privada con la pública, es una necesidad de profesionales, muchos de ellos compatibilizan las dos actividades. Si se puede cumplir con las dos opciones y con los dos trabajos no hay ningún inconveniente, eso ya es una decisión personal de cada cual. Si llegase a una circunstancia en la que viésemos o se comprobase que el sistema privado sea capaz de absorber demasiados profesionales que sean necesarios para la pública, que no olvidemos que es la que los forma, tendríamos que redimensionar estas circunstancias, pero de momento no está ocurriendo.
Fundamentalmente a nivel de Atención Primaria hay un déficit, se debe a que no hemos dimensionado en los últimos 12 años las necesidades que la población iba a tener. Y ya sabemos que el médico de Atención Primaria es el más necesario porque es el profesional más capacitado para resolver mayor número patologías. Necesariamente es el que tenemos que potenciar porque es el filtro importante, es la puerta que es capaz de resolver la mayoría de los problemas de salud y luego tener un tratamiento longitudinal del paciente, lo cual es indispensable tener un sistema sanitario público que mire por el paciente centrado en el paciente. Ahora se está haciendo un esfuerzo. En Aragón se han hecho unas políticas de estabilización de empleo muy potentes, tanto remunerativo como en puntos para oposiciones, como una oferta pública de empleo anual rigurosa con estabilización de empleo.
El 81% de los profesionales están fijos en sus plazas, solo tenemos un 19% de interinos. Ha sido un esfuerzo de realizar programas, ofertas públicas de empleo anuales y de traslados anuales, lo hemos hecho de forma muy rigurosa. Con eso hemos conseguido fidelizar a los profesionales. Con eso, con el incremento del número de plazas que se pueden ofertar en Primaria y la oferta de 100% de las plazas que hay acreditadas, intentaremos paliar el problema en unos años. La otra vertiente tendrá que ser con la redistribución de competencias y basándonos en las enfermeras, de las cuales yo también soy firme defensora. De hecho, Aragón también es la única comunidad autónoma que ha creado plazas de enfermería familiar y comunitaria. También tenemos un proyecto de incremento de plazas en farmacia hospitalaria.