Diseñar estratégicamente tus KPIs o indicadores clave de desempeño es fundamental para el buen funcionamiento de tu empresa de la salud y para que obtengas una mayor rentabilidad, ya sea, que se trate de un consultorio, una clínica o un hospital.
Todos los días se aprende algo nuevo y por eso NO voy a dar por sentado que ya sabes qué son los KPIs. Por lo tanto, en las siguientes líneas voy a detallarte qué son y cuáles son los PASOS que tienes que seguir, para lograr alcanzar tus objetivos en pos de una mayor rentabilidad de tus servicios.
¿Qué son los KPIs?
KPI es la sigla que en inglés significa “Key Performance Indicator”, es decir, “indicadores clave de desempeño”.
Esta sigla representa una métrica o herramienta que se utiliza para medir el desempeño y los resultados de una empresa u organización, y también aplica a los servicios de la salud. Dichos valores podrás obtenerlos una vez que hayas definido de manera estratégica cuáles son tus objetivos.
Justamente, los KPIs son los indicadores que te sirven para conocer, analizar y evaluar si realmente tu estrategia de negocio está teniendo éxito o deberías replantearla.
Por lo tanto, esta es una métrica clave que definirá las acciones que tendrás que ejecutar a futuro.
“Solo se puede mejorar aquello que se puede controlar. Solo se puede controlar, aquello que se puede medir” (G. Rummler).
Tal cual lo expresa la frase citada, es necesario que puedas medir o cuantificar los resultados que estás alcanzando. De lo contrario, no sabrás qué es lo que necesitas mejorar y qué acciones sí son positivas para tu mayor productividad y rentabilidad.
Si realmente deseas obtener la mayor rentabilidad de tu trabajo, aminorar costos, logrando al mismo tiempo marcar un valor diferencial incrementando la calidad de tus servicios; es imprescindible que puedas delinear en detalle tus KPIs, y para eso, previamente deberás tener bien definidos tus objetivos.
3 Pasos claves:
El secreto radica en tener muy en claro qué es lo que quieres lograr, es decir, cuáles son tus objetivos, porque de esta manera te resultará más sencillo obtener los datos clave, que te ayudarán a analizar y evaluar si estos, realmente, son viables y factibles de alcanzar.
Primer paso:
Para lograr hallar tus KPI, necesitas plantearte objetivos que cumplan con ciertas características, esto es, que sean:
- Específicos.
- Medibles.
- Alcanzables (realistas).
- Relevantes.
- Enfocados a un tiempo determinado de ejecución.
Segundo paso:
Una vez que hayas definido tus objetivos, el siguiente paso, será delinear tus KPIs, es decir, los datos claves que te permitirán medir la factibilidad de cumplimiento de tus objetivos propuestos.
Estos valores o datos son los que van a determinar si realmente lograrás cumplir dichos objetivos o no. Ya que, los KPIs permiten predecir los resultados a alcanzar.
Tercer paso:
Después de haber recabado la información necesaria, podrás hacer un entrecruzamiento de estos indicadores, ya que, estos datos permiten ser comparados entre sí y con otros datos.
De esta manera, podrás saber cuál es la tendencia.
No olvides que:
Los KPIs no se eligen, se diseñan.
Tienes que saber cuáles son las métricas, es decir, los indicadores relevantes para el desempeño de tu clínica, consultorio o servicio de la salud. Luego, en función de eso, podrás medirlos para que los datos que obtengas, realmente, te proporcionen información útil y válida.
Voy a darte algunos ejemplos de KPIs diseñados para el sector de la salud:
- El número de consultas diarias que recibes en tu consultorio o clínica:
Debes conocer el número de pacientes que acuden a diario a tu consulta. Este dato te permitirá obtener información relevante, ya que, te permitirá predecir en qué épocas del año necesitarás reforzar la atención para incrementar la calidad de tus servicios. Y, por el contrario, también te proporcionará información sobre períodos de tiempo en los que la demanda es menor.
- Cantidad de nuevos pacientes:
Este indicador realmente es muy importante, ya que, te permite conocer cuántos nuevos pacientes llegan en busca de tus servicios. Este dato te permitirá fomentar y acrecentar el vínculo con tus pacientes, logrando sostenerlo y mantenerlo en el largo plazo.
- Tasa de fidelización de pacientes:
Esta variable te permite conocer cuántos pacientes llegan a tu consulta y por lo general esta tasa es bastante alta, ya que, los pacientes prefieren continuar asistiendo al mismo profesional. Salvo, que no se hayan sentido conformes con el servicio, de lo contrario, seguramente, volverán a tu consulta.
En este punto, resulta óptimo llevar un registro con los datos personales del usuario o paciente, cómo llegaron hasta vos, por qué han elegido tus servicios, y demás información que te facilite un registro detallado.
- Beneficios en un período de tiempo:
Este KPI es el resultado de calcular los ingresos totales de la clínica, luego de descontar los gastos. Por lo general, muchas veces, este dato se calcula de manera mensual, pero, también podrías optar por medirlo en un plazo de tiempo más acotado.
Otros ejemplos de KPIs:
- Pacientes ausentes (con aviso y/o sin aviso).
- Cantidad de presupuestos emitidos.
- Cantidad de presupuestos aceptados.
Estos son solo ejemplos, pero no olvides que deberás diseñar tus KPIs en base a los objetivos que desees alcanzar en cierto período de tiempo.
Leticia Polignano, Management en Salud. Consultora en Dirección de Empresas y Administración para Profesionales de la Salud.